La Vinotinto resistió a los "cantos de sirena" en Asunción

Desde el lunes, una legión de despampanantes mujeres merodeaba el lobby del hotel Bourbon, búnker de la Vinotinto en Asunción. Eran cinco, tres paraguayas y dos venezolanas. Su objetivo: derribar las defensas nacionales antes del trascendental partido contra Paraguay, un día después.

Volaban los mensajes por las redes sociales de los jugadores venezolanos, que complicaron la clasificación de Colombia, Argentina y Uruguay al Mundial de Rusia 2018. Los guaraníes estaban a tiro de avanzar y no podían arriesgar nada.

El acoso en el hotel llegó hasta el gimnasio. Uno de los referentes venezolanos se vio rodeado por las bellezas, pero antes de ceder a la tentación optó por comunicar al cuerpo técnico la novedad. Allí, Rafael Dudamel lo entendió todo.

“Muchas visitas femeninas en la noche al hotel”, contó el estratega venezolano en la rueda de prensa posterior al duelo entre criollos y paraguayos. “¡El fútbol ha evolucionado, señores! El fútbol ha evolucionado. Los tiempos han cambiado. ¿Venezuela, la Cenicienta, los tres puntos seguros? Los tiempos han cambiado”.

“No nos sorprendieron, porque son estrategias, viejas por cierto, antiguas”, recalcó el yaracuyano. “Nos causó mucha risa. No sé quiénes las mandaron, pero las escogieron bien. Hubo buen casting, pero no hubo tentación, hubo profesionalismo, y nos quedamos con los tres puntos con bastante autoridad”.
Hasta las 3:00 de la mañana del martes, parte del cuerpo técnico estuvo de guardia en el lobby del hotel, protegiendo a “su rebaño”. Tuvieron que cambiar de habitación a algunos jugadores, pero la respuesta venezolana estuvo a la altura, sin ceder a la tentación antes del compromiso.

La Vinotinto –que fue la primera eliminada en el premundial- ganaría 1-0 a Paraguay con gol de Yangel Herrera, cortando de un tajo las posibilidades guaraníes de ir a Rusia.

Algunos futbolistas reconocieron el asedio de las féminas en diálogos con la cadena argentina TyC.

“Es cierto que hubo llamadas, chicas en el hotel tratando de persuadir a los jugadores”, dijo Salomón Rondón.

Intervino Yangel Herrera: “Sí, bastante bonitas eran las chicas, estaban en la noche buscando tentarnos. Pero somos jugadores profesionales y se pudo prever las cosas”.

Tomás Rincón fue directo: “Son cosas que pasan, y ya”.

En la antigüedad se hablaba de “cantos de sirena” que conducían a los marineros, desesperados en su ardor, hacia la muerte.

Eran otros tiempos.

Dudamel: “Me siento orgulloso de formar parte del fútbol sudamericano, de mostrar lealtad, transparencia, profesionalismo. Hubo muchos teléfonos rotos, muchas llamadas, llamadas peligrosas que ponen en riesgo la carrera de cualquier futbolista (…) Hoy ya no hay partido, mañana tampoco, pero nos esperan nuestras esposas y nuestras familias. Lealtad hacia nuestros hogares”.

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