Análisis: El año del terror para Zulia FC y Deportivo JBL

Lo que comenzaba como un año triunfal para el fútbol regional, con el Zulia FC en Copa Libertadores y el Deportivo JBL del Zulia, entrenado por el marabino Frank Flores, luchando para destacar, terminó como una película de terror. Sin pena ni gloria finalizó el petrolero, mientras que la Maquinaria descendió.

La política de fichajes afectó a ambos equipos, trazando líneas paralelas. Los zulianos –campeones del torneo Clausura y la Copa Venezuela 2016- se reforzaron para la Libertadores en grande, con experiencia, pero sin profundidad: la llegada de Daniel Farías al banquillo en sustitución de César “Champion” Marcano, Juan Arango, Renny Vega, Hervé Kambou y Edixon Cuevas dio esperanzas que no se mantuvieron en el tiempo.

Para colmo de males, una alineación indebida ante el Deportivo Táchira en la última jornada de la ronda regular del Apertura dejó a los zulianos sin ir a la siguiente fase. Los foráneos Kambou, Luciano Guaycochea, César Daniel Gómez y Sergio Unrein coincidieron en el campo, determinando la derrota administrativa del equipo y su consecuente adiós.


Con la eliminación en el torneo continental, solo permaneció el marfileño Kambou. Los otros referentes tomaron nuevos rumbos, incluyendo el argentino Guaycochea, una de las piezas destacadas del gran 2016. Para el Clausura solo llegó Grenddy Perozo, aportando en la defensa, pero sin otras piezas en el ataque.

Además, la salida de Jefferson Savarino antes del final del Apertura también golpeó al frente petrolero. El habilidoso mediocampista fue cedido al Real Salt Lake de la Major League Soccer, quedando Yohandry Orozco y Brayan Palmezano con el peso creativo. El juvenil resultó afectado por lesiones que mermaron su desempeño, mientras que “La Perla” se erigió en el más valioso del equipo negriazul, al anotar 11 goles en el año.

Carlos Fabián Maldonado asumió el timón luego de la salida, en el arranque del Clausura, de Daniel Farías. El cumanés se fue a The Strongest para suceder a su hermano, César. Maldonado mantuvo el equipo en alza, pero los problemas físicos y la falta de experiencia en el plantel determinaron la eliminación en Copa Venezuela y el gris puesto 12 en el segundo semestre.

JBL tuvo un Apertura terrible, con apenas 14 puntos alcanzados. La falta de resultados –con un plantel modesto, que sorprendió en el 2016 pero que no contó con recambios de peso para 2017- obligó a la salida del marabino Flores, sustituido por el colombiano José Cortina Henríquez.

Para el Clausura se reforzaron a lo grande, con Henry Palomino y Kerwis Chirinos procedentes del Zulia FC, además de los talentosos brasileños Dhiego Lomba y Paulinho, además del argentino Juan Pablo Gobetto. El regreso de Luis Castro, “Lucas” y la explosión ofensiva de Yeferson Paz, le dieron un aire nuevo. Y con Juan David Escobar como DT, luego que Cortina Henríquez decidiera no seguir por motivos personales. Pero no fue suficiente.


Con la urgencia de la permanencia, la directiva llamó de nuevo a Flores. Con este plantel, la historia era distinta: llegaron las victorias, alcanzando 21 puntos –incluye una racha de cuatro triunfos-, pero pesó la herencia del Apertura.

En la jornada final, la caída 3-0 ante Mineros en el “Pachencho” sepultó a los jotabelianos. ¿Su primer desafío? Tratar de mantener a la mayor cantidad de jugadores del Clausura y lograr el retorno a la categoría dorada.

El año del terror finalizó para los zulianos. Es hora de pensar en un mejor 2018.

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