Yohandry Orozco en 2007. Foto de Luis Bravo para @diariopanorama |
Se cumplieron 10 años del debut de Yohandry Orozco en el profesionalismo, con el Unión Atlético Maracaibo. Esta fue la primera nota publicada al jugador en el diario PANORAMA, en 2007.
Quizá se le note frágil en medio de la rudeza de jugadores más altos, fuertes y curtidos de fútbol. Pero Yohandry Orozco, de 16 años, 1,67 metros de altura y algo más de 50 kilos de peso, dejó una grata sorpresa en su estreno del domingo, con la camiseta del Unión Atlético Maracaibo.
Dominio, desparpajo e irreverencia mostró el muchacho del marabino sector Cardonal, en el empate a uno contra el Deportivo Anzoátegui, en Puerto La Cruz.
“Me sentí bien, porque fue mi primer partido como profesional. Fue difícil. Me llegaban muy rápido los jugadores, con mucha presión, pero a los 10 minutos empecé a agarrarle el ritmo”, esbozó el joven, proveniente de la categoría sub 17 del azulgrana.
Habilidoso
Orozco, que apenas la noche anterior al juego supo que sería titular, disputó 72 minutos en la cancha del José Antonio Anzoátegui. Sus compañeros dieron sus impresiones sobre su actuación.
“Hizo el trabajo que le pidieron, con mucha técnica de balón. Regateó y lanzó caños, incluso”, afirmó Julio César Machado, central bicolor que estuvo los 90 minutos. Y lo que más le sorprendió: “Hasta pedía que le dieran la pelota”.
No muchos asumen esa responsabilidad.
El chico Orozco dio una asistencia que, por poco, terminó en gol. Víctor Guazá se quedó corto.
La muestra más nítida de lo que es ser un pequeño entre gigantes fue un zapatazo que recibió en el mero estómago, por parte del experimentado central Pedro Boada.
“(Juan) Fuenmayor, el capitán, me dijo que fuera agarrando, que si me pegaban no importara, que ellos estaban atrás y que ellos sabían pegar. Que jugara tranquilo, que jugara mi fútbol, que lo estaba haciendo bien”, resaltó, en medio de su timidez, Orozco. Cosas de “hermanos mayores”.
“Es peligroso —analiza el técnico Gilberto Angelucci—, porque se nota la diferencia física”. Pero enseñó una sonrisa cuando se le preguntó por la calidad que destiló Yohandry: “No me sorprendió, porque lo veíamos desde hace un año. Sabíamos de su irreverencia, producto de su edad”.
Ayudado por volantes de mil y una batallas, como Gabriel Urdaneta, Pedro Fernández, Miguel Mea Vitali, Elvis Fuenmayor y Leonardo Rojano, el muchacho de Cardonal cumplió con su labor y siguió el consejo de su técnico, Angelucci: “Me dijo que jugara con calma, que tocara la pelota y le tirara pases a los delanteros”.
El físico
Su desarrollo es algo en lo que está trabajando el Unión. El preparador físico bicolor, Samuel Cibrián, expuso que el trabajo que se realiza con jóvenes como Orozco es el manejo de la potencia y la recuperación física, a través de ejercicios adecuados.
“En lo nutricional, estará bajo un régimen alimenticio basado en frutas, carnes y vegetales, que contribuyan a ampliar el físico, además de complementos vitamínicos”, reseñó el mexicano.
Por ahora, Yohandry sólo piensa en jugar el domingo. Maracaibo podrá ser testigo de lo que este muchacho es capaz de hacer, con el balón o sin él.
Juvenil
Yohandry José Orozco Cujía nació el 19 de marzo de 1991, en Maracaibo.
Es un volante derecho. Se inició a los cinco años en el club Cardonal Norte, dirigido por su padre, y continuó en el Centro Gallego, Casa D’Italia y Unión sub 17.
Pasó a cuarto año en la escuela de formación deportiva Don José Beracasa.
Quizá se le note frágil en medio de la rudeza de jugadores más altos, fuertes y curtidos de fútbol. Pero Yohandry Orozco, de 16 años, 1,67 metros de altura y algo más de 50 kilos de peso, dejó una grata sorpresa en su estreno del domingo, con la camiseta del Unión Atlético Maracaibo.
Dominio, desparpajo e irreverencia mostró el muchacho del marabino sector Cardonal, en el empate a uno contra el Deportivo Anzoátegui, en Puerto La Cruz.
“Me sentí bien, porque fue mi primer partido como profesional. Fue difícil. Me llegaban muy rápido los jugadores, con mucha presión, pero a los 10 minutos empecé a agarrarle el ritmo”, esbozó el joven, proveniente de la categoría sub 17 del azulgrana.
Habilidoso
Orozco, que apenas la noche anterior al juego supo que sería titular, disputó 72 minutos en la cancha del José Antonio Anzoátegui. Sus compañeros dieron sus impresiones sobre su actuación.
“Hizo el trabajo que le pidieron, con mucha técnica de balón. Regateó y lanzó caños, incluso”, afirmó Julio César Machado, central bicolor que estuvo los 90 minutos. Y lo que más le sorprendió: “Hasta pedía que le dieran la pelota”.
No muchos asumen esa responsabilidad.
El chico Orozco dio una asistencia que, por poco, terminó en gol. Víctor Guazá se quedó corto.
La muestra más nítida de lo que es ser un pequeño entre gigantes fue un zapatazo que recibió en el mero estómago, por parte del experimentado central Pedro Boada.
“(Juan) Fuenmayor, el capitán, me dijo que fuera agarrando, que si me pegaban no importara, que ellos estaban atrás y que ellos sabían pegar. Que jugara tranquilo, que jugara mi fútbol, que lo estaba haciendo bien”, resaltó, en medio de su timidez, Orozco. Cosas de “hermanos mayores”.
“Es peligroso —analiza el técnico Gilberto Angelucci—, porque se nota la diferencia física”. Pero enseñó una sonrisa cuando se le preguntó por la calidad que destiló Yohandry: “No me sorprendió, porque lo veíamos desde hace un año. Sabíamos de su irreverencia, producto de su edad”.
Ayudado por volantes de mil y una batallas, como Gabriel Urdaneta, Pedro Fernández, Miguel Mea Vitali, Elvis Fuenmayor y Leonardo Rojano, el muchacho de Cardonal cumplió con su labor y siguió el consejo de su técnico, Angelucci: “Me dijo que jugara con calma, que tocara la pelota y le tirara pases a los delanteros”.
El físico
Su desarrollo es algo en lo que está trabajando el Unión. El preparador físico bicolor, Samuel Cibrián, expuso que el trabajo que se realiza con jóvenes como Orozco es el manejo de la potencia y la recuperación física, a través de ejercicios adecuados.
“En lo nutricional, estará bajo un régimen alimenticio basado en frutas, carnes y vegetales, que contribuyan a ampliar el físico, además de complementos vitamínicos”, reseñó el mexicano.
Por ahora, Yohandry sólo piensa en jugar el domingo. Maracaibo podrá ser testigo de lo que este muchacho es capaz de hacer, con el balón o sin él.
Juvenil
Yohandry José Orozco Cujía nació el 19 de marzo de 1991, en Maracaibo.
Es un volante derecho. Se inició a los cinco años en el club Cardonal Norte, dirigido por su padre, y continuó en el Centro Gallego, Casa D’Italia y Unión sub 17.
Pasó a cuarto año en la escuela de formación deportiva Don José Beracasa.
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