Roque Vera. Foto diario PANORAMA |
Durante un amistoso que el equipo de la Universidad del Zulia jugó en Colombia a mediados de los 70, un comentarista preguntó: “Ese pelao, el diez que marcó el golazo de 30 metros, ¿de dónde viene? ¿De Barranquilla? ¿Cartagena?”.
“No, —le respondió alguien que le escuchaba—, es un maracucho, es de Venezuela”.
Un volante de calidad, de fina estampa futbolística, de buen toque y gran pase. Ése fue, en el pasto, el marabino Roque Vera.
“El mejor jugador zuliano de todos los tiempos” para los expertos como el periodista Ciro Contreras, Roque Luis Vera Navarro nació en el centro de Maracaibo el 9 de febrero de 1951.
Comenzó dándole a la pelota en la plaza de la urbanización Sucre, donde se crió. Cerca le quedaba el estadio Alejandro Borges, donde dio sus primeros pasos como amateur.
“En el equipo de La Universidad del Zulia —en las divisiones infantiles, recuerda Vera— tuve como entrenador al colombiano Gonzalo Escobar Escolar, ‘Escolacho’. Él me enseñó cómo usar la zurda”.
Allí estaba Roque, pegándole a la pelota a la pared con la pierna izquierda “hasta las 10, 11 de la noche”.
El recorrido
Vera, el muchacho, mostró su clase con los universitarios y con el San Vicente de Paúl, hasta que fue llevado al San José de Calasanz en Valencia.
Y llegó el profesionalismo. Ganar dinero —“no mucho, lo que más gané fueron tres, cuatro mil bolívares”—, por jugar al fútbol.
Desde 1968, con el Lara FC estuvo un año; luego llegó al Zulia FC. “Allí, con unas de cal y otras de arena, estuvimos peleando por entrar a los primeros cuatro puestos del campeonato”, rememora Vera.
El volante formó equipo con muchos de los mejores jugadores de la entidad: Ney, César Boscán, Miguel Acosta, Bueno, Paulo Jorge, Warner Rodríguez...
Luego fue fichado por el Anzoátegui FC, donde era el único venezolano de pura cepa. “El resto, buenos jugadores, eran nacionalizados o extranjeros”, evoca el mediapunta, en un tiempo en el que los jugadores criollos eran minoría.
Retirado momentáneamente del deporte, ingresó a La Universidad del Zulia a estudiar Administración, pero no terminó la carrera. Se convirtió en comerciante y estuvo un tiempo por Los Andes, hasta que fue llamado por el técnico colombiano Antonio Julio de La Hoz para integrar las filas del Atlético Zamora.
Roque Vera. Archivo de diario PANORAMA |
La mejor época
Después volvió, de la mano de De La Hoz, a tierras zulianas, con el Petroleros. “Fue mi mejor época, porque estaba con el grupo de la universidad: Cabarca, Hernández...”
Adelis Fusil, hoy presidente de la Asociación del Fútbol Zuliano, era un joven delantero cuando lo conoció en Petroleros: “Era un jugador explosivo, temperamental, muy técnico. Muy bueno en el pase en las paredes cortas y en los de profundidad. Un experto en pases decisivos”.
“Como persona es muy colaborador. Ellos pertenecieron al grupo de los que pagaban las consecuencias en las peticiones laborales, porque eran los que peleaban por los sueldos de los compañeros. Una persona muy solidaria”, juzga el actual dirigente deportivo.
Para el periodista Ciro Contreras, que fue integrante del circuito radial de Petroleros cuando Vera estuvo jugando, elogia la figura del medicampista.
“Roque Vera es el mejor jugador zuliano de todos los tiempos. Es el Luis Mendoza maracucho”, comparándolo Contreras con el genial volante de la selección nacional, bigotón y habilidoso ambos.
“Tuvo mala suerte de no haber nacido en esta época. Si lo hubiera hecho, estuviera jugando en Europa”, comenta el periodista.
Y la mala suerte en el tiempo le siguió hasta en la selección, ya que la Federación y la entonces Liga Mayor se pelearon y la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa) inhabilitó a Venezuela de jugar internacionalmente en buena parte de los 70, lo que no le permitió integrar la vinotinto.
Róger Perozo Reyes, hoy periodista, conoció a Roque jugando en juvenil y en veteranos. Destaca de él la temeridad en la defensiva.
“Roque tenía la cualidad, además de su finura en el juego, de meter pierna, de no achicarse ante el contrario, siempre iba hacia adelante. Era también un experto en balón parado”, rememora Perozo.
De Vera, Perozo también recuerda una anécdota. “Roque descubrió a Giancarlo Maldonado, ya que es compadre de Carlos Maldonado. ‘Ése va a romper la pelota alguna vez’. No se equivocó”.
En la actualidad, Roque asesora al Instituto Municipal de Deportes del Zulia. No fue ni técnico ni dirigente deportivo, como uno puede imaginarse a un ex jugador.
Casado desde hace 22 años y con tres hijos, Roque Vera tiene en sus espaldas el mote de haber sido el mejor jugador nacido en la tierra del sol amada. Un lujo para los que vieron jugar a aquel volante bigotón, a aquel crack de siempre.
En corto
Roque Luis Vera Navarro nació en Maracaibo el 9 de febrero de 1951. Estudió en el Colegio Los Maristas.
Volante de creación, jugó como amateur desde 1962 con las inferiores de La Universidad del Zulia, San Vicente de Paúl, San José de Calasanz (Valencia).
Como profesional, Vera jugó a partir de 1968 con Lara FC, Zulia FC, Anzoátegui FC, Venezolano-Alemán, Atlético Zamora, Petroleros del Zulia.
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