Juan David Escobar, DT de JBL. Foto Pedro González, JBL. |
Cortína Henríquez lo trajo al club zuliano a finales del Apertura como preparador físico, tomando un equipo en caída libre. Frank Flores no pudo conseguir el camino del triunfo y el barranquillero lo halló, cosechando dos victorias y un empate en los seis duelos que condujo.
Pero el estratega no quiso seguir.
Escobar habla pausado y siempre apela al ser humano en su mensaje. Recibió la influencia de varios técnicos de su país, entre ellos el actual seleccionador mexicano Juan Carlos Osorio y el ex mundialista Bernardo Redín.
No obstante, está claro en algo: “Tomo lo bueno de cada uno y saco mi propio entrenador. No soy un imitador”.
Nacido en Apartadó en 1979, Escobar tuvo como maestros a Álvaro de Jesús Gómez y Jesús “El Kiko” Barrios, además de los nombrados Osorio y Redín.
“Con los entrenadores que he tenido la oportunidad de compartir de todos he aprendido algo”, señaló el técnico jotabeliano, procediendo a desgranar a cada uno de sus maestros.
Juan David Escobar. Foto Pedro González |
“Álvaro de Jesús Gómez es el más ganador en segunda, ha subido equipos a primera pero no le ha podido ir bien, con él aprendí la técnica; compartí con Jesús ‘El Kiko’ Barrios, aplica mucho la pelota quieta y lo espiritual. Tuvo resultados en Envigado y Atlético Bucaramanga. Trabajé con Carlos Mario Hoyos, con él conocí sobre los sistemas de juego”.
“En el caso de Bernardo Redín fue asistente técnico de Reinaldo Rueda en Atlético Nacional, usa mucho los extremos, similar al sistema de Juan Carlos Osorio, el 4-2-3-1. Centra su trabajo en acciones rápidas, entrenamientos cortos de alta intensidad, pero me distancio de él en la rotación, él usa la rotación continua, yo roto parcialmente”, apunta el estratega, que también tiene palabras para Cortina Henríquez: “De él me quedo con el ímpetu, la alegría, la fuerza, siempre buscando la victoria pero con ímpetu”.
¿Cómo trabaja Escobar? Lo explica el DT: “José Martínez (‘El Brujo’, aunque a Escobar no le gusta utilizar apodos) admira a Dani Alves, pero Alves ya existe. Debe ser encarador, desbordador, pero a su manera, no como la de Alves. Uno como entrenador trata de ir al punto, que es el cerebro del jugador”.
El timonel colombiano también tuvo palabras para el espinoso tema de los arreglos de partidos en el fútbol venezolano, en boga desde que jugadores de Trujillanos lo develaran.
“La misma situación país hace que los jugadores, cuerpos técnicos y directivos sean vulnerables. Nosotros trabajamos el comportamiento humano, lo que piensa el jugador. A partir de allí te haces más influenciable con los jugadores. El asunto es que el día que trates al jugador como una persona que trabaja por dinero, significa que el día que no le des el suficiente dinero va a ser vulnerable para regalar partidos: generas un penalti, frente al arco botas la pelota…”, analiza.
“En el semestre anterior tratamos de leer libros de fútbol y la Biblia”, confesó el hoy técnico, anterior preparador físico. “Si estás llamado a ser un gran jugador, pero vendes el partido, vendes tu sueño, pierdes el tesoro que te generará dinero y estabilidad para ti y tu familia. Los equipos chicos somos más vulnerables. Al ser más vulnerables hay que ir por la persona. Esperando que al momento de recibir la llamada el jugador diga ‘No puedo vender a mi familia’. En Colombia se erradicó eso, aunque queden algunos pequeños casos. Los castigos son muy fuertes, para que el jugador valore directamente lo que está en juego. Aquel que aún recibiendo beneficios y sueldos íntegros cae en dicha acción, es castigado como debe ser”.
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