Pese a todas las acusaciones en contra del proceso eleccionario, Laureano González retuvo la presidencia de la Federación Venezolana de Fútbol con 123 votos, contra dos para Tony Carrasco, dos para Antonio Cabrujas y uno nulo, en los comicios realizados ayer en Maturín.
González, presidente tras la detención de Rafael Esquivel en 2015 por su participación en la trama de corrupción conocida como Fifagate, se mantiene en el cargo hasta el 2021.
“Siempre pensé que podía ganar, pero nunca con un resultado tan amplio”, manifestó el bolivarense tras su designación como ganador.
Las elecciones estuvieron salpicadas de controversias. Se criticó que estuviera presente González, al que se acusó como cómplice de Esquivel, aunque no fue objeto de investigación por la Fiscalía de Nueva York que se encargó de pedir la detención del jerarca federativo desde 1987.
El ex seleccionador Richard Páez Monzón, uno de los principales retadores de González, decidió no participar argumentando irregularidades en la escogencia de los delegados a la Asamblea, la no actualización de los clubes amateir y la participación “tendenciosa y excluyente”.
“Hemos hecho un gran esfuerzo hasta el final, no conseguimos el objetivo (pero) el cambio debe ser primero de conciencia. La transformación llegará”, manifestó el ex jugador y periodista Carrasco en su cuenta de twitter @Tonyentrevistas.
González está al frente de una federación con menos poder en el balompié local y una selección masculina disminuida en resultados, pero con las categorías juveniles masculinas y femeninas en pleno apogeo.
González, presidente tras la detención de Rafael Esquivel en 2015 por su participación en la trama de corrupción conocida como Fifagate, se mantiene en el cargo hasta el 2021.
“Siempre pensé que podía ganar, pero nunca con un resultado tan amplio”, manifestó el bolivarense tras su designación como ganador.
Las elecciones estuvieron salpicadas de controversias. Se criticó que estuviera presente González, al que se acusó como cómplice de Esquivel, aunque no fue objeto de investigación por la Fiscalía de Nueva York que se encargó de pedir la detención del jerarca federativo desde 1987.
El ex seleccionador Richard Páez Monzón, uno de los principales retadores de González, decidió no participar argumentando irregularidades en la escogencia de los delegados a la Asamblea, la no actualización de los clubes amateir y la participación “tendenciosa y excluyente”.
“Hemos hecho un gran esfuerzo hasta el final, no conseguimos el objetivo (pero) el cambio debe ser primero de conciencia. La transformación llegará”, manifestó el ex jugador y periodista Carrasco en su cuenta de twitter @Tonyentrevistas.
González está al frente de una federación con menos poder en el balompié local y una selección masculina disminuida en resultados, pero con las categorías juveniles masculinas y femeninas en pleno apogeo.
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