Al final, todo fue un espejismo, una ilusión en medio del desierto. Las malas decisiones del Al Ittihad árabe frenaron la evolución de Yohandry Orozco: el venezolano rompió su vínculo con el club y lo demandó ante la Fifa por incumplimiento de contrato, informó a PANORAMA su agente, el español Salvador Maestro.
Desde esta semana, “La Perla” estará entrenando con el Zulia FC, pero sin ver acción de forma oficial, puesto que no puede firmar un nuevo contrato hasta que la Fifa decida su futuro.
“Disolvemos el contrato con el club por no haber cumplido con lo establecido, afectando al jugador. Esperamos una respuesta de la Fifa para, en enero, cuando se abra de nuevo el mercado de fichajes, poder encontrarle un nuevo equipo”, explicó Maestro a este diario, vía telefónica.
“Gracias a César Farías (presidente del Zulia FC) por permitirle entrenar con el equipo. Queremos que mantenga su ritmo y qué mejor lugar para hacerlo en el club de su ciudad natal. Agradecemos la buena disposición de César”, recalcó el español.
“Debo esperar hasta enero a ver cómo quedan las cosas. Esperamos respuesta de ellos”, manifestó brevemente el volante zurdo a este rotativo. “Mientras, me mantendré entrenando con el Zulia FC”.
“La Perla” sumó, en las dos últimas campañas, 15 goles con el aurinegro, alcanzando el título de la campaña 2014-15 de Venezuela. Su progresión lo ubicaba de nuevo en la selección venezolana, de cara al premundial de Rusia 2018.
Hasta que se cruzó el Al Ittihad en el camino. Orozco, de 24 años, salió del Deportivo Táchira hacia el cuadro de Arabia Saudita por una cifra no publicada. Lo mostró como uno de los fichajes rutilantes para esta temporada, junto con el de otro venezolano proveniente del elenco andino, Gelmin Rivas.
Pero el reglamento del torneo árabe indica que no pueden estar más de tres extranjeros no asiáticos en el equipo. Rivas, Orozco y el rumano Lucian Sanmartean eran las opciones… y llegó el ghanés Sulley Muntari, exjugador del Inter y el AC Milan. Allí comenzaron a nublarse las posibilidades del zuliano.
El técnico rumano Laszlo Boloni había anunciado que su compatriota, Rivas y Muntari eran intocables. El sacrificado sería Orozco. Indicó, en una rueda de prensa, que sería cedido a otro club. Pero nada llegó a buen puerto.
Orozco no llegó a disputar minutos en partidos oficiales con los bengalíes, uno de los argumentos para considerar su fichaje por otro equipo previo rompimiento de contrato. Pero hasta que la Fifa no decida sobre el futuro del volante de Cardonal Norte, no podrá volver a los campos de juego.
Con 24 años, una nueva encrucijada se abre ante el talentoso jugador. Su destino vuelve a ser una incertidumbre: aunque la calidad no la pierde por nada del mundo, el tiempo pasa y no se detiene.
Malos momentos
No es la primera mala experiencia de “La Perla” en el balompié internacional.
En 2009 presionó por su salida desde el Unión Atlético Maracaibo, viajando a Suiza para realizar pruebas. Finalmente recaló en el Zulia FC.
Dos años después se unió al Wolfsburgo alemán. Apenas disputó siete partidos con el primer equipo en tres temporadas, 425 minutos en total. En 2013 retornó a Venezuela con el Deportivo Táchira.
Desde esta semana, “La Perla” estará entrenando con el Zulia FC, pero sin ver acción de forma oficial, puesto que no puede firmar un nuevo contrato hasta que la Fifa decida su futuro.
“Disolvemos el contrato con el club por no haber cumplido con lo establecido, afectando al jugador. Esperamos una respuesta de la Fifa para, en enero, cuando se abra de nuevo el mercado de fichajes, poder encontrarle un nuevo equipo”, explicó Maestro a este diario, vía telefónica.
“Gracias a César Farías (presidente del Zulia FC) por permitirle entrenar con el equipo. Queremos que mantenga su ritmo y qué mejor lugar para hacerlo en el club de su ciudad natal. Agradecemos la buena disposición de César”, recalcó el español.
“Debo esperar hasta enero a ver cómo quedan las cosas. Esperamos respuesta de ellos”, manifestó brevemente el volante zurdo a este rotativo. “Mientras, me mantendré entrenando con el Zulia FC”.
“La Perla” sumó, en las dos últimas campañas, 15 goles con el aurinegro, alcanzando el título de la campaña 2014-15 de Venezuela. Su progresión lo ubicaba de nuevo en la selección venezolana, de cara al premundial de Rusia 2018.
Hasta que se cruzó el Al Ittihad en el camino. Orozco, de 24 años, salió del Deportivo Táchira hacia el cuadro de Arabia Saudita por una cifra no publicada. Lo mostró como uno de los fichajes rutilantes para esta temporada, junto con el de otro venezolano proveniente del elenco andino, Gelmin Rivas.
Pero el reglamento del torneo árabe indica que no pueden estar más de tres extranjeros no asiáticos en el equipo. Rivas, Orozco y el rumano Lucian Sanmartean eran las opciones… y llegó el ghanés Sulley Muntari, exjugador del Inter y el AC Milan. Allí comenzaron a nublarse las posibilidades del zuliano.
El técnico rumano Laszlo Boloni había anunciado que su compatriota, Rivas y Muntari eran intocables. El sacrificado sería Orozco. Indicó, en una rueda de prensa, que sería cedido a otro club. Pero nada llegó a buen puerto.
Orozco no llegó a disputar minutos en partidos oficiales con los bengalíes, uno de los argumentos para considerar su fichaje por otro equipo previo rompimiento de contrato. Pero hasta que la Fifa no decida sobre el futuro del volante de Cardonal Norte, no podrá volver a los campos de juego.
Con 24 años, una nueva encrucijada se abre ante el talentoso jugador. Su destino vuelve a ser una incertidumbre: aunque la calidad no la pierde por nada del mundo, el tiempo pasa y no se detiene.
No es la primera mala experiencia de “La Perla” en el balompié internacional.
En 2009 presionó por su salida desde el Unión Atlético Maracaibo, viajando a Suiza para realizar pruebas. Finalmente recaló en el Zulia FC.
Dos años después se unió al Wolfsburgo alemán. Apenas disputó siete partidos con el primer equipo en tres temporadas, 425 minutos en total. En 2013 retornó a Venezuela con el Deportivo Táchira.
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