La siguiente entrevista fue publicada en PANORAMA el 20 de diciembre de 2009, tras la victoria del Barcelona en la final del Mundial de Clubes ante Estudiantes de La Plata. El padre de Jeffren, Efrén Suárez, conversó acerca del partido y el origen de su hijo.
El orgullo de padre está por los cielos y la sonrisa, de un extremo del planeta al otro. Efrén Suárez no pudo ocultar su alegría por el triunfo de su Jeffrén, ayer. Claro, no todos los días se gana un Mundial de Clubes y menos con el equipo más ganador del año, el Barcelona.El jugador, de 21 años, sustituyó al 83 a Thierry Henry en el equipo catalán, volviendo loco al zaguero argentino Clemente Rodríguez. PANORAMA se comunicó, ayer, con el progenitor del dorsal siete, justo después de la victoria contra Estudiantes de La Plata en el que el extremo izquierdo disputó los 37 minutos finales. Efrén contó sus sentimientos con el partido y los orígenes de su muchacho, un crack con sangre venezolana.
—¿Qué fue lo que más le gustó de Jeffrén en el partido?
—Me gustó su descaro, tenía dominado al defensa desde que entró. Lanzó dos buenos centros, y sólo le faltó el gol. ¿Cómo no me voy a sentir orgulloso?
—¿Cómo vivieron la final en Tenerife? ¿Con quién la vio?
—Lo vi con la chiquilla, con la hermana menor (Andrea, de 12 años), porque la madre (Sorelice Bermúdez, 43) salió a trabajar. Estamos muy emocionados, esperando a que Jeffrén vuelva para abrazarlo.
—Mucha gente desconoce que un ganador del Barcelona nació en Venezuela. ¿Cómo se fueron a España?
—Él nació en San Félix y tenía un añito cuando nos vinimos a Tenerife, hace 20 años ya. Yo nací también en San Félix y su madre en Upata. Soy conductor de camiones, y nos fuimos porque mis padres son de allá. Vinimos a experimentar y a conseguir trabajo. Gracias a Dios nos ha ido bien, no nos falta nada.
—¿Y sus primeros años en el fútbol?
—Desde que llegó, a los cuatro, cinco años, era con una pelota en los pies. Lo llevamos a un club de fútbol por acá, pero jugaba sin ficha, porque en ese tiempo no existía el alevín (una categoría de menores de seis años), por lo que siempre entraba en los partidos contra jugadores mayores, de ocho años. Lo ponían cuando ya estaba terminando el partido.
—¿Qué características le veía de pequeño como jugador?
—Siempre ha sido rápido, con una buena zurda, encarador. Marcaba muchos goles en las categorías infantiles, y contra mayores.
—¿Cómo llegó al Barcelona?
—Se lo llevaron en un torneo en Zaragoza, jugando él con el Tenerife. Allí lo vio un entrenador y se lo presentó a Josep Colomer, director del fútbol base.
—Usted, ¿extraña a Venezuela? ¿Vendría con Jeffrén para que conociera donde nació?
—Extraño todo, tengo 20 años sin ir, pero añoro muchas cosas, como la comida y la familia. Muchas veces me gustaría ir, pero con el trabajo se me hace difícil. Y me imagino que a él también se le hará difícil.
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