No obstante, el combinado oriental preocupa. Es una generación que está en la curva de bajada (17 jugadores de la lista preliminar suman más de 40 partidos), la de los Diego Forlán y Diego Lugano, y que podría no contar con su goleador, el delantero del Liverpool y Bota de Oro 2013-14 de Europa Luis Suárez, por lesión de rodilla.
Los problemas abundan en el cuartel del técnico Óscar Washington Tabárez, sobre todo al ver a los rivales: comparten el “Grupo de la muerte” con Italia, tetracampeona, e Inglaterra, ganadora de la edición de 1966, además de la difícil Costa Rica.
Pero tener en plenitud física al artillero del PSG francés, Edinson Cavani, y al defensor Diego Godín, del sorprendente Atlético de Madrid puede devolverle las esperanzas. Además, está el proverbial espíritu combativo y el bloque de juego.
Dueña del repechaje tras una caótica eliminatoria, solo hasta la jornada 14 del premundial el elenco charrúa revivió, con el triunfo sobre Venezuela en Puerto Ordaz (1-0, gol de Cavani). Los hombres de Tabárez hilvanaron cuatro victorias en los últimos cinco partidos, amarrando el sexto puesto: en la repesca dejaron fuera de la fiesta a Jordania.
Cavani (marcó 16 goles en la Ligue 1 con el PSG) y Forlán (seis dianas con el Cerezo Osaka japonés) son las cartas de gol a falta de Suárez (autor de 31 goles con Liverpool), que tuvo que ser sometido a una operación de menisco en la rodilla izquierda.
Aunque Tabárez lo esperará hasta el final, el experimentado estratega (su ciclo actual data de 2006) sabe lo difícil que será que el del Liverpool esté desde el arranque. “Lo de Luis va a depender de cómo evolucione su rodilla, no tenemos duda en cuanto a lo que va a poner él desde el punto de vista del entusiasmo y la fe que siempre tiene, de sus condiciones físicas, pero hay cosas que no vamos a saber hasta que la realidad lo diga”, indicó el maestro en una rueda de prensa en Montevideo.
El letal Cavani no tendrá problemas en asumir el peso ofensivo de la escuadra oriental: “La presión la tengo siempre en el momento de salir a la cancha, ya sea en mi equipo o en la selección, esté donde esté”, señaló “El Matador”, en una rueda de prensa. “Soy muy auto exigente y siempre trato de rendir al máximo”.
Bicampeones mundiales, la posibilidad de repetir la gesta de la final de 1950 ganada en el estadio Maracaná ante Brasil luce atractiva, pero difícil. No deja, eso sí, de ser una referencia obligada para el 2014.
Luego de obtener la primera copa, la de 1930 ante Argentina (4-2), ganaron 20 años después en Río de Janeiro 2-1 a Brasil, ante más de 200 mil espectadores. La leyenda del “Maracanazo” se extiende con el paso del tiempo, pero la alegría no ha vuelto a repetirse: la celeste no volvió a una definición mundialista en su historia.
Brasil 2014 será una nueva oportunidad.
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