Poder criollo, entre Páez y Farías

Dos estilos de juego, quizá hasta dos formas de ver la vida. Uno prima el ataque, la tenencia de la pelota, el lirismo. El otro es la defensa, el contragolpe, la realidad por encima del arte. El primero habla de ganar con un fútbol primoroso, el otro de ganar por encima de todo, con todo y contra todo.

Richard Páez contra César Farías. Los dos técnicos que han potenciado y repotenciado a la selección venezolana en su búsqueda —hasta ahora infructuosa— por un cupo mundialista, han trazado sus territorios, con sus protectores y detractores.



Hoy, cuando se habla del posible retorno del médico merideño de 60  años  a la Vinotinto, para suceder al estratega sucrense, se alzan las voces de sus detractores, habituales defensores del hoy timonel de Xolos de Tijuana en México. En el pasado, los nostálgicos del actual estratega de Mineros de Guayana luchaban por la salida del oriental.

Un combate que ha dividido en dos al país futbolístico. Lo que los une: ambos le dieron lustre al fútbol criollo.

En cuanto a registros, hay una levísima superioridad de Páez sobre Farías en sus trabajos con la Vinotinto. El andino ganó 30 partidos por 29 del oriental. No obstante, en el rango de empates y menor cantidad de derrotas, el hoy técnico de Xolos de Tijuana le gana al de Mineros: 24 igualdades por 18, 31 caídas por 37.

La Vinotinto de Páez marcó más goles, pero recibió más también: 103 tantos a favor por 97; 122 en contra por 118.

Fueron dos etapas distintas. A Páez le tocó labrar sobre tierra quemada: hasta su llegada a la Vinotinto, la selección solo había ganado tres  partidos en 36  años de eliminatorias. Los triunfos sobre Uruguay (2-0 en Maracaibo, 3-0 en Montevideo), Chile (2-0 en Santiago) y Colombia (1-0 en Barranquilla) como visitante por las eliminatorias a Corea-Japón 2002 y Alemania 2006 se convirtieron en sus emblemas.

Farías trabajó sobre terreno más estable, ya fructífero. Y de allí, mejoró la producción, expandiéndola. Ya no solo era la Vinotinto de mayores la que despuntaba, sino la sub 20, que clasificó al Mundial de Egipto 2009. Con los adultos obtuvo un empate como visitante en eliminatorias ante Brasil (0-0 en el camino a Suráfrica 2010) y una victoria en amistoso (2-0 en Estados Unidos); y la ganancia sobre Argentina en Puerto La Cruz (1-0, en la ruta a Brasil 2014), amén de los triunfos como visita a Paraguay (2-0 en Asunción) y Bolivia (1-0 en La Paz) por los premundiales.

Dos formas de trabajar, con resultados exitosos, pero con diferencias notables. PANORAMA conversó con tres analistas para delimitar  el muro que divide a “Paecistas” y “Fariístas”.

William Méndez, exjugador:  “Páez plantea un estilo más abierto, más a la ofensiva; Farías mejora en lo defensivo, pero sacrifica el ataque.  Me inclino más por el sistema del merideño. Dentro de la historia de la Vinotinto, Richard fue el inicio de una selección manejada de mejor forma, con más entrenamientos y amistosos, profesionalizada. Farías mostró la continuidad con un esquema de juego diferente, pero improvisó mucho, sobre todo en el tema de las convocatorias”.

Ignacio Benedetti, analista:  “Para Páez, el futbolista debe entrenar con la pelota, sus trabajos están todos integrados a eso. Farías piensa que la mejor condición física se logra   de manera separada. En lo futbolístico también hay muchas diferencias: Páez quiere equipos que propongan, que traten de ubicarse en campo contrario; Farías, mantiene a sus laterales muy pegados  a su defensa. A Farías le gusta amarrar el resultado si lo está consiguiendo; con Páez se intenta buscarlo con fútbol de asociación”.

Pedro Acosta, exjugador:  “Richard juega con línea de cuatro, César Farías con stopper y líbero, con marcación hombre a hombre; Richard a veces jugó con un solo volante de contención y dos en punta, Farías con cinco volantes y un delantero en punta.  Páez con menos pelotazo y más tenencia de la pelota, Farías se la jugaba con un equipo rápido en transición. Había partidos de Páez en los que te aburrías   con el toque, y otros de Farías con solo pelotazos estériles”.

Comentarios

  1. Dos versiones tienen sus ventajas
    Estoy muy de acuerdo!
    Son propicias para el uso de! !

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