Miku: “El fútbol es fútbol en cualquier parte del mundo”

La aventura árabe de Nicolás “Miku” Fedor comenzó con gol. El delantero caraqueño ya suma tres en cinco partidos con el Al Gharafa, en Qatar, ganándose la confianza de su técnico, el  legendario diez brasileño, Zico.


Luego de despuntar con el Getafe español y tener una pasantía por el Celtic escocés, donde jugó Liga de Campeones y perteneció al plantel campeón del torneo local, decidió emigrar a la tierra de los emires. Con 28 años, podría pensarse en un “retiro dorado”. Pero es, para el artillero, solo un paso más.

“La adaptación es complicada, porque es un país con una cultura, hábitos de vida y religión diferentes, pero todas las personas que están al servicio del club nos ayudan y cada día estamos mejor”, afirmó el caraqueño a PANORAMA. “Me impulsó venir a una liga en crecimiento cada año, con buenos jugadores. El fútbol está globalizado, y el fútbol es fútbol en  cualquier parte del mundo”.

Salamanca, Valencia y Getafe vibraron con sus goles en España. Con el Celtic sufrió, pero también pudo festejar. Ahora, le toca hacerlo en el Al Gharafa. “Qatar representa una nueva aventura deportiva en mi vida”.

El conjunto, establecido en Doha y fundado en 1979, cuenta con un mito en el banquillo. Artur Antunes Coimbra, el gran Zico, conductor en el campo del maravilloso Brasil de los 80, al que solo le faltó un título para entrar en la élite.

Así describe “Miku” al timonel: “Zico es un entrenador con una idea de juego muy ofensiva, al contrario de otros entrenadores que he tenido últimamente, que priorizan el trabajo defensivo. Como buen brasileño, opta por un fútbol alegre, de creatividad, y da rienda suelta al jugador”.

En el equipo coincide con el argentino Lisandro López y el brasileño Nené, que pasaron por el  Lyon y el París Saint Germain, respectivamente, antes de recalar en el conjunto qatarí. “Con los suramericanos me la llevo muy bien, el idioma y otras cosas hacen que haya un buen ‘feeling’. La verdad es que, en general, hay un buen ambiente”.

Su paso por el Getafe madrileño resultó positivo. Entre 2009 y 2013, con el intermedio de una temporada en el Celtic, dejó 22 goles en Liga y uno en Copa del Rey. “Voy a extrañar muchas cosas, jugadores, afición, al club en general. Solo tengo palabras de agradecimiento”.

“Mi paso por España fue muy largo, de altibajos y mucho aprendizaje”, señaló el capitalino, recordando que también estuvo, entre otros equipos, el Valencia. “Agradezco lo bueno y lo malo, porque me hizo madurar y crecer, pero después de doce años jugando allí pensamos que era hora de una nueva aventura, y dimos el paso de empezar aquí”.

La experiencia de estar en el país que organizará el Mundial de 2022 también resulta enriquecedora para el cañonero de 1,82 metros.

“Es un país con riquezas de petróleo y gas, pero que a diferencia de otros países con estos recursos, aquí se ha sabido invertir y crear una sociedad que cada día crece en todos los sentidos”, manifestó. “El Mundial les permitirá hacerlo aún más, van a construir muchos estadios y va a ser un gran torneo”. Y mantiene una esperanza: “Ojalá se escuche nuestro himno aquí”.

La eliminatoria a Brasil 2014, donde Venezuela terminó sexta con 20 puntos, y en la que no pudo marcar en nueve cotejos (457 minutos) le dejó un sabor de boca amargo. “El balance es negativo, a pesar de haber avanzado mucho y lograr cosas, el objetivo primordial no se consiguió, y debemos ser autocríticos todos, yo el primero”.


No quiso entrar en opiniones respecto a un posible cambio de entrenador en la Vinotinto. “El futuro de lo que comentas… eso es cosa de otras personas. Los jugadores estaremos con el entrenador que la federación designe, sea quien sea”. 

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