La alegría, enfundada en la camiseta vinotinto, regresa a la vida de Andrés Ponce. El delantero zuliano del Deportivo Táchira, artillero del Suramericano sub 17 de Argentina 2013 y ausente del Mundial de Emiratos Árabes Unidos por una lesión, se unió este lunes a la convocatoria venezolana para los Juegos Bolivarianos de Perú 2013.
“Es importante estar de vuelta, he trabajado muy bien la rodilla he estado haciendo mucho gimnasio para recuperarme rápido”, señaló a este diario, antes de integrarse a la concentración en Barquisimeto, bajo el mando de Rafael Dudamel. “Gracias a Dios, los doctores me han dado de alta para empezar a jugar”.
“He estado haciendo fútbol en entrenamientos, me siento bien jugando. Lo que me falta es un poquito más de confianza. Ahí vamos, poco a poco”, indicó acerca de su lesión en la rodilla derecha. “Es un trauma que le queda a uno en la mente, pero se va superando poco a poco”.
Ponce sobrevivió no solo a los casi ocho meses de lesión, sino a los ataques en su contra por una presunta adulteración de edad y nacionalidad. Pasada la tempestad, hoy se enfoca de nuevo en ganarse la titularidad en el frente nacional.
Las acusaciones de haber falsificado su edad (tendría 18 años, de acuerdo con el directivo de la Federación Venezolana de Fútbol, Edgar “Popy” Jiménez, y el exseleccionador juvenil Nelson Carrero) y su nacionalidad (indicando que había nacido en San Marcos de Sucre, Colombia), golpearon al exdelantero de la Fundación Unión Atlético Maracaibo.
“Aguanté con profesionalismo. Querían manchar mi carrera, me enojé mucho por esa parte”, apuntó Ponce, que según sus documentos nació hace 16 años en La Sibucara, La Cañada de Urdaneta. “Pero alguien me dijo: ‘Bienvenido al mundo del fútbol’. Las críticas son parte de esto también. Llegaron a dudar de mi lesión, diciendo que era una mentira”.
El autor de siete de los ocho goles venezolanos para clasificar al equipo al Mundial de Emiratos ahora mira al horizonte. El reto son los Bolivarianos de Trujillo 2013 (también Lima y Chiclayo actuarán como subsedes), que comienzan el 15 de noviembre: “Es una felicidad enorme, porque estás representando a tu país, y no hay nada más hermoso que eso. Queremos hacerlo de la mejor manera”.
“Aguanté con profesionalismo. Querían manchar mi carrera, me enojé mucho por esa parte”, apuntó Ponce, que según sus documentos nació hace 16 años en La Sibucara, La Cañada de Urdaneta. “Pero alguien me dijo: ‘Bienvenido al mundo del fútbol’. Las críticas son parte de esto también. Llegaron a dudar de mi lesión, diciendo que era una mentira”.
El autor de siete de los ocho goles venezolanos para clasificar al equipo al Mundial de Emiratos ahora mira al horizonte. El reto son los Bolivarianos de Trujillo 2013 (también Lima y Chiclayo actuarán como subsedes), que comienzan el 15 de noviembre: “Es una felicidad enorme, porque estás representando a tu país, y no hay nada más hermoso que eso. Queremos hacerlo de la mejor manera”.
Coincidirá allí con dos zulianos más: el marabino Jefferson Savarino, del Zulia FC, y el cabimense Luis Jiménez Vivas, del Caracas FC. “Hay buenos jugadores del año 95 que han venido jugando en sus equipos profesionales. Eso genera más confianza en el grupo. Esperemos a ver cómo funciona el equipo, dentro y fuera de la cancha”.
Desde Venezuela siguió con amargura el Mundial sub 17, en el que los muchachos de Dudamel quedaron fuera en la primera fase, tras derrotas ante Túnez (2-1), Japón (3-1) y Rusia (4-0), en el grupo D.
“Lo viví como parte más de la familia, pero con una intensidad... que no aguantaba al verlo por televisión”, manifestó el jugador. “Pero las lesiones son parte de esta profesión. Vamos a seguir adelante, todo eso queda en el pasado”.
A su juicio, los criollos no pudieron adaptarse rápidamente a lo que representaba el peso de estar en el máximo evento futbolístico. “Nos agarró mal mentalmente, un mundial es otro tipo de escenario, había que mostrar más personalidad. No estuvieron bien en lo mental”.
“Por todo lo que vivimos en el Suramericano fue triste el no estar. Pero son decisiones de Dios. Me dolió en el alma, pero hay que seguir trabajando”.
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