Michelle Romero, única zuliana en la sub 17: "Esto se lo dedico a mi familia"

El primer torneo continental que gana Venezuela en fútbol llegó de la mano de un puñado de guerreras, la tarde del domingo. La sub 17 femenina derrotó 7-1 a Paraguay para elevarse a lo más alto del podio del Suramericano de la categoría, tras lograr el pase al Mundial femenino de Costa Rica 2014.
Y todo con una zuliana luchando, remando, peleando. Es Michelle Romero.

El orgullo de la Urbanización La Paz, militante de la Asociación Zuliana, destacó como defensora en el torneo ganado por las criollas. Lateral por la derecha o por la izquierda, siempre estuvo presta a dejar el alma en cada partido.

“El trabajo en grupo fue fundamental”, afirmó a PANORAMA Romero, antes de partir a Venezuela. “No nos sorprendió la victoria, nos preparamos muy bien física y mentalmente. La convivencia sirvió también para lograr este objetivo que pudimos cumplir”.



La Vinotinto femenina terminó el campeonato que se celebró en Paraguay invicta, con seis victorias y un empate, 23 goles a favor y siete en contra. En la fase de grupos venció a Colombia (3-1), Ecuador (5-2) y Uruguay (3-0), empatando a uno con Brasil; en el cuadrangular final ganaron a Chile (3-1), Colombia (2-1) y Paraguay (7-1).

El mensaje del técnico Kenneth Zseremeta, que lleva a la Vinotinto a su segundo Mundial consecutivo (después de Trinidad y Tobago 2010) fue directo: “Que lucháramos hasta el final, que estábamos para grandes cosas”, recuerda “Michi”. Y antes de la final, el panameño recalcó: “Que jugáramos como veníamos haciéndolo, y nos divirtiéramos con mucha responsabilidad, que no importaba el marcador, que igual éramos unas heroínas”.

Romero es hija de la coriana Lisbelia Castillo y el marabino Richard Romero. Sus hermanos son Anthony y Richany, y es la segunda de los tres vástagos. Su ídolo en el mundo del fútbol es Juan Arango, y es seguidora en Venezuela del Deportivo Táchira, y en el balompié internacional del FC Barcelona. Estudia quinto año en el colegio Agustín Aveledo Tovar y su sueño es ganar una beca en el exterior para seguir jugando al fútbol.

“Esto se lo dedico a mi familia y a mis compañeros de estudio, que siempre estuvieron pendientes de mí”, señaló la defensora marabina. “Me sirvió mucho de apoyo”.

 Además, agradeció a los dirigentes de la escuela Cacique Mara, su primer hogar futbolístico: Jaime Tinoco, Richard y Junior Uzcátegui.

Se une la joven zuliana al llamado eterno de sus compañeras: “Es necesario que le presten mayor atención al fútbol femenino. Nosotras seguiremos luchando por dejar en alto el nombre de Venezuela”.

Dos mundiales y un Suramericano ganado tienen que ser la muestra de que le pueden seguir dando más alegrías al país.

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