Llegó en 2008 para asumir el vacío dejado por Richard Páez Monzón en el banquillo de Venezuela. Con seis puntos en la caja de ahorros, César Farías no pudo llevar a la selección nacional a Suráfrica 2010. Su primer objetivo terminó con 22 puntos, en el octavo lugar.
Para el premundial de Brasil 2014, y luego de una Copa América brillante, en la que condujo a la Vinotinto a un inédito cuarto puesto, el sucrense (Güiria, 1973) recibió todo el apoyo, monetario y logístico, para preparar al equipo a la clasificación.
Módulos de trabajo, concentraciones en Europa, utilización de equipos de última tecnología para aclimatación, inversión para “cazar” futbolistas nacidos en el exterior pero hijos de venezolanos o emigrados a temprana edad. La Federación Venezolana de Fútbol realizó lo nunca hecho: apostó en grande a ir al torneo, cuya eliminatoria no tendría a la “Canarinha” y que contaría con un “puesto extra” para Suramérica.
La meta no fue alcanzada. De nuevo.
El combinado patrio terminó, el vienes en el estadio polideportivo de Pueblo Nuevo, con un empate a uno frente a Paraguay, en el sexto lugar de la justa. Bajó la cantidad de puntos alcanzados, quedando en 20.
Con un contrato que dura hasta 2014, tras seis años de experiencia (el segundo cuerpo técnico de mayor antigüedad de las eliminatorias, tras el uruguayo), Farías siente que debe contar, al menos, con una oportunidad más. Tiene 40 años, halló mayores elementos para pelear por un nuevo boleto, esta vez a Rusia 2018.
“Nuestro cuerpo técnico tiene una edad que, para ser cuerpo técnico, es joven”, apuntó ayer el timonel. “Está lleno de vigor, de fuerza. Siempre ha preparado sus partidos metódicamente. A veces acierta, a veces desacierta. Vestir la camiseta nacional, no puede haber un orgullo más grande que ese. Estás luchando con el mayor de los esfuerzos, la mayor capacidad que tienes, en seguir mejorando la actividad que nos ha dado tanto”.
Farías sacó pecho, pese a la eliminación. En 2011, con la exitosa Copa América culminada y cerrando el año primeros en el premundial, junto con Argentina y Uruguay, se atrevió a decir que su ciclo culminaba en 2014. No más lejos de allí. Lo recalcó en febrero de 2013, en una nota con los periodistas capitalinos Sergio Silva y Ricardo Maciñeiras. El discurso, sin el cupo prometido, cambió.
“Siempre estuve presente cuando había que decir que había alguien que quería dirigir la selección”, afirmó el viernes en San Cristóbal. “Cuando estaban muy difíciles las circunstancias, no me escondí. Ahora tendré que ir a analizar y reflexionar con las circunstancias que hemos vivido, y valorar los parámetros con madurez y tranquilidad, para saber lo que vamos a hacer”.
Durante la rueda de prensa, el extimonel de Deportivo Táchira, Mineros y Deportivo Anzoátegui, entre otros clubes, respondió todo, pero superficialmente. No quiso entrar en análisis (“No tenemos un desespero de dar opiniones, que no serán valoradas ni por nosotros ni por ustedes”), pero sí resaltó los “logros”. Un rosario de ellos.
“Hemos hecho la mejor puntuación de local en todas las eliminatorias, pero no fue suficiente. Ha habido una continuidad en la evolución”, disparó una vez. Luego: “Estoy convencido es que este calendario es criminal en contra de Venezuela”. Siguió: “Hicimos menos goles, pero fueron más efectivos, porque nos mantuvieron siempre en la zona de clasificación”.
Cuándo directamente se le preguntó si consideraba que había cometido algún error en el interín 2011-2013, con la habilidad de un experto torero, sacó su rojo capote.
“Hay un partido que viene siendo bisagra para Venezuela, que es el partido contra Chile, de local (derrota 2-0 en Puerto La Cruz). A lo mejor, con otro tipo de calendario, hubiese sido distinto (…) hicimos todo lo posible para ganar, pero tampoco debimos perder. Pero también hay partidos que te han podido meter en la clasificación, y no tuvimos las posibilidades. Tocaron muchas jornadas en las que no contamos con jugadores importantes. (…) Nuestra falencia debe ir hacia allá, a hacer crecer muchos más jugadores, buscar las maneras. Lo hemos intentado, pero no lo hemos conseguido”.
Octubre será un mes determinante para conocer sobre la continuidad del entrenador. De acuerdo con el técnico, entregará a la Federación Venezolana de Fútbol un informe de lo alcanzado.
El presidente de la institución, Rafael Esquivel, antes del final eliminatorio ratificó su confianza en el sucrense. No obstante, matizó: “Habrá tiempo para discutir sobre su futuro”. Buen político al fin y al cabo, el mandamás federativo le ha dado largas al asunto. Toca esperar. ¿Seguirá o no Farías en el banquillo nacional?
Para el premundial de Brasil 2014, y luego de una Copa América brillante, en la que condujo a la Vinotinto a un inédito cuarto puesto, el sucrense (Güiria, 1973) recibió todo el apoyo, monetario y logístico, para preparar al equipo a la clasificación.
Módulos de trabajo, concentraciones en Europa, utilización de equipos de última tecnología para aclimatación, inversión para “cazar” futbolistas nacidos en el exterior pero hijos de venezolanos o emigrados a temprana edad. La Federación Venezolana de Fútbol realizó lo nunca hecho: apostó en grande a ir al torneo, cuya eliminatoria no tendría a la “Canarinha” y que contaría con un “puesto extra” para Suramérica.
La meta no fue alcanzada. De nuevo.
El combinado patrio terminó, el vienes en el estadio polideportivo de Pueblo Nuevo, con un empate a uno frente a Paraguay, en el sexto lugar de la justa. Bajó la cantidad de puntos alcanzados, quedando en 20.
Con un contrato que dura hasta 2014, tras seis años de experiencia (el segundo cuerpo técnico de mayor antigüedad de las eliminatorias, tras el uruguayo), Farías siente que debe contar, al menos, con una oportunidad más. Tiene 40 años, halló mayores elementos para pelear por un nuevo boleto, esta vez a Rusia 2018.
“Nuestro cuerpo técnico tiene una edad que, para ser cuerpo técnico, es joven”, apuntó ayer el timonel. “Está lleno de vigor, de fuerza. Siempre ha preparado sus partidos metódicamente. A veces acierta, a veces desacierta. Vestir la camiseta nacional, no puede haber un orgullo más grande que ese. Estás luchando con el mayor de los esfuerzos, la mayor capacidad que tienes, en seguir mejorando la actividad que nos ha dado tanto”.
Farías sacó pecho, pese a la eliminación. En 2011, con la exitosa Copa América culminada y cerrando el año primeros en el premundial, junto con Argentina y Uruguay, se atrevió a decir que su ciclo culminaba en 2014. No más lejos de allí. Lo recalcó en febrero de 2013, en una nota con los periodistas capitalinos Sergio Silva y Ricardo Maciñeiras. El discurso, sin el cupo prometido, cambió.
“Siempre estuve presente cuando había que decir que había alguien que quería dirigir la selección”, afirmó el viernes en San Cristóbal. “Cuando estaban muy difíciles las circunstancias, no me escondí. Ahora tendré que ir a analizar y reflexionar con las circunstancias que hemos vivido, y valorar los parámetros con madurez y tranquilidad, para saber lo que vamos a hacer”.
Durante la rueda de prensa, el extimonel de Deportivo Táchira, Mineros y Deportivo Anzoátegui, entre otros clubes, respondió todo, pero superficialmente. No quiso entrar en análisis (“No tenemos un desespero de dar opiniones, que no serán valoradas ni por nosotros ni por ustedes”), pero sí resaltó los “logros”. Un rosario de ellos.
“Hemos hecho la mejor puntuación de local en todas las eliminatorias, pero no fue suficiente. Ha habido una continuidad en la evolución”, disparó una vez. Luego: “Estoy convencido es que este calendario es criminal en contra de Venezuela”. Siguió: “Hicimos menos goles, pero fueron más efectivos, porque nos mantuvieron siempre en la zona de clasificación”.
Cuándo directamente se le preguntó si consideraba que había cometido algún error en el interín 2011-2013, con la habilidad de un experto torero, sacó su rojo capote.
“Hay un partido que viene siendo bisagra para Venezuela, que es el partido contra Chile, de local (derrota 2-0 en Puerto La Cruz). A lo mejor, con otro tipo de calendario, hubiese sido distinto (…) hicimos todo lo posible para ganar, pero tampoco debimos perder. Pero también hay partidos que te han podido meter en la clasificación, y no tuvimos las posibilidades. Tocaron muchas jornadas en las que no contamos con jugadores importantes. (…) Nuestra falencia debe ir hacia allá, a hacer crecer muchos más jugadores, buscar las maneras. Lo hemos intentado, pero no lo hemos conseguido”.
Octubre será un mes determinante para conocer sobre la continuidad del entrenador. De acuerdo con el técnico, entregará a la Federación Venezolana de Fútbol un informe de lo alcanzado.
El presidente de la institución, Rafael Esquivel, antes del final eliminatorio ratificó su confianza en el sucrense. No obstante, matizó: “Habrá tiempo para discutir sobre su futuro”. Buen político al fin y al cabo, el mandamás federativo le ha dado largas al asunto. Toca esperar. ¿Seguirá o no Farías en el banquillo nacional?
Este señor si no quiere renunciar habra que sacarlo como sea, ya basta de tanta mediocridad y de calarnos su corrupcion y la de su jefe, su dios Esquivel que lo defiende como si fuese su abogado, ojala y se tomen represalias con este señor y logren demostrar su corrupcion y la de los directivos mediocres de la FVF
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