La Vinotinto derrotó, en un envión tremendo, a Uruguay en Maracaibo (2-0, 14 de agosto), Chile en Santiago (2-0, 4 de septiembre), Perú en San Cristóbal (3-0, 6 de octubre) y Paraguay también en San Cristóbal (3-1, 8 de noviembre).
Esta semana necesita otra inspiración heroica, cuando el combinado de César Farías, urgido de puntos, visite a Chile, por el premundial de 2014.
Ricardo David Páez formó parte importante de aquella legión vencedora en Santiago de Chile, hace ya 12 años. El volante zurdo anotó el primer gol venezolano en el estadio Nacional de la capital austral, al minuto 56. La victoria la redondeó Juan Arango, al 62.
“Contento por esa victoria, fue la primera fuera de casa, nos dio mucha alegría, confianza para lo que se venía haciendo en ese momento”, contó Páez a PANORAMA, vía telefónica desde Puerto Ordaz. “Le ganamos a una selección que nunca esperó que Venezuela le fuera a jugar de la forma en la que le jugamos, de toque, de ofensiva, y las cosas se nos dieron”.
“Quedó ese registro allí para darle confianza a las generaciones que nos han seguido para que puedan repetir esa historia positiva. Hay jugadores de muy buen nivel para poderlo hacer”, recalcó el mediocampista de Mineros.
Chile, conducida por Pedro García Barros, contaba con el relevo de aquella selección que despuntó en Francia 1998. Ya no estaban Iván Zamorano y Marcelo Salas, pero sí otros destacados como Reinaldo Navia, Nelson Tapia, Pablo Galdames y Rodrigo Tello.
Venezuela, vestida de blanco, llegaba tras haber vencido a Uruguay en el “Pachencho” Romero, de Maracaibo. Era el primer grito de la Independencia futbolística, con los goles de Ruberth Morán y Alexander “Pequeño” Rondón.
“Veníamos con mucha confianza, ambición, hambre”, rememora Ricardo David. “Era un grupo que venía de esa etapa de ‘Cenicienta’, donde no nos respetaban, y queríamos lograr muchas cosas”.
“Chile no estaba muy bien en las eliminatorias, pero le había ganado a Francia tres días antes, que era el campeón del mundo en ese momento. Nosotros supimos pasarle por encima con un estilo de juego que, por lo menos, a mí siempre me ha gustado”.
La diana de Páez llegó al minuto 56. Morán entró por la izquierda y disparó: Tapia paró el chute, pero el rebote le quedó al volante zurdo, que se lanzó y empujó el balón al fondo de las redes.
“Ya habíamos tenido tres o cuatro situaciones muy claras que no habíamos podido terminar. Ese gol nos abrió el camino, y después Juan terminó de finiquitar un partido que pudimos ganar por una diferencia más abultada, porque después de ese gol de Juan tuvimos dos o tres claves que al final no terminamos, pero no solo en ese juego, sino en los siguientes, el equipo mostró esa jerarquía”.
“Después le ganamos a un Paraguay que fue al Mundial, que fue importante en ese Mundial, y le metimos tres goles. A Perú también. Fue una selección que terminó vapuleando en la eliminatoria. Fue el comienzo de la era vinotinto, en la que nos quitamos ese traje de ‘Cenicienta’ que tuvimos durante tanto tiempo”.
Hoy, la Vinotinto de Farías necesita seguir el ejemplo del equipo de Páez. Con 16 puntos, se encuentra fuera de la clasificación al Mundial de Brasil 2014. Le restan nueve unidades por disputar y, aunque está igualada con Uruguay en puntos, tiene peor diferencia de goles y menos cantidad de duelos por jugar.
“Ya lo hicimos. La gente pide tres victorias seguidas y nosotros en esa oportunidad tuvimos esas victorias. Cuando ya las cosas se hacen, le da una nueva posibilidad a esta nueva Vinotinto de volverlo a hacer”, repasa Ricardo David. “Nosotros lo logramos sin tener la experiencia, con jugadores del torneo local, ahora son jugadores que están en Europa, en grandes equipos y pasando un buen momento. Para Venezuela debería ser más fácil. Tienen toda la capacidad, la experiencia para poder lograr la hazaña, repetirla”.
Lamentablemente no se dio, pero todavía hay remoto chance.
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