El salto de Grenddy Perozo al fútbol europeo, con su incorporación al Ajaccio francés, vuelve a darle lustre al estado Zulia en el mercado de fichajes. El de Los Haticos, que hoy debuta con el elenco corso ante el Saint Etienne en la Ligue 1 (10:30 de la mañana), se convirtió en el quinto regional en jugar en el Viejo Continente, un escenario en el que solo el marabino Mássimo Margiotta ha tenido una actuación destacada.
A cuentagotas se han exportado zulianos al balompié del exterior. Margiotta, hijo de italianos, despuntó a mediados de los 90 como un delantero de área, potente, con buena estatura. “El Gladiatore”, le decían. Dejó registro de 117 goles en su carrera con Pescara, Cosenza, Reggina, Lecce, Udinese, Vicenza, Perugia, Piacenza y Frosinone.
Sus actuaciones le valieron la convocatoria a la selección venezolana que dirigía Richard Páez Monzón. El merideño buscaba un hombre con olfato de gol y fuerza física, un nueve para su sistema de juego basado en el toque desde el mediocampo. Margiotta cumplió a medias, anotando un gol en la Copa América de Perú 2004. Disputó once juegos con la Vinotinto en total.
Pero es Juan José Fuenmayor el primer marabino que llegó sin el peso del pasaporte al fútbol del extranjero. El zaguero central, luego de convertirse en uno de los pilares del Unión Atlético Maracaibo -campeón en la temporada 2004-05-, y de tener buenas actuaciones con el Zulia FC, se unió al Valerenga noruego en 2009.
“Cabeza” recordó con PANORAMA su paso por el balompié nórdico. “Lo que más me costó es que ellos son muy rígidos en cuanto a todo, en el juego no les gustan las improvisaciones. Algo que, en Suramérica, al jugar de lateral es una virtud”, señaló el central.
En cuanto a la cultura nórdica, Fuenmayor se manejaba con el inglés. “El clima sí fue fuerte, pero cuando hay invierno no hay temporada, por eso en el juego no me afectaba. En la alimentación, comía salmón en todas sus presentaciones, ensaladas. Comida sana, pero variada”.
Sergio Álvarez, nacido en Maracaibo pero hijo de argentinos, entró en acción como legionario en Argentina con el Vélez Sarsfield en categorías juveniles y Nueva Chicago, y con el Independiente de Campo Grande en Paraguay. El delantero, de poco renombre en medios nacionales e internacionales, se unirá este año al Unión Atlético Falcón, que dirige uno de sus primeros mentores: el colombiano Alex García King.
El primero -y único hasta ahora- en pisar el continente africano ha sido Dustin Valdez. El central marabino se unió a los equipos marroquíes KAC Kenitra y Meknés, luego de destacar con el Zulia FC. Entre 2010 y 2012 se hizo de un nombre en el balompié desértico, retornando luego a Venezuela con Llaneros de Guanare.
La tónica en las exportaciones zulianas ha sido producir defensas y delanteros. Pero el boom de las categorías juveniles de Venezuela le abrió las puertas del extranjero a Yohandry Orozco, hábil mediocampista zurdo que, con la Vinotinto sub 20, deslumbró en el Suramericano de Perú 2011. Un golazo suyo contra el combinado local lo catapultó al Wolfsburgo alemán desde Zulia FC.
No obstante, los problemas no tardaron en llegar. Al técnico que lo vistió de verde, el inglés Steve McLaren, lo despidieron a los pocos meses, siendo relegado al ostracismo por Felix Magath. Las oportunidades de mostrarse en la Bundesliga fueron muy reducidas: Disputó 14 partidos en tres temporadas.
Este año, luego de infructuosas negociaciones para mantenerlo en el exterior, Orozco regresó a Venezuela para unirse al poderoso Deportivo Táchira, de cara a la temporada 2013-14.
Otro de los chamos marabinos que saltó al balompié europeo es Manuel Arteaga. Brilló en el Suramericano sub 17 Ecuador 2011, en el que le anotó dos tantos a Brasil. Con el Zulia FC también contó con una actuación positiva, luego de debutar a los 17 años en la primera división.
El Parma se fijó en el delantero zuliano, llevándolo a su feudo en Italia en 2012. Pero el técnico Roberto Donadoni solo lo convocó en tres ocasiones, y llegó a jugar apenas en las secciones juveniles del equipo. La cesión desde el Zulia FC culminó este año y Arteaga, pieza importante en la pretemporada del cuadro de Nino Valencia, tratará de luchar para explotar en Venezuela y volver al exterior.
El caso de Perozo ha sido el más constante en el balompié foráneo, tras Margiotta. Su primera oportunidad en el exterior llegó con el Boyacá Chicó colombiano, en 2010. Luego pasaría por el Olimpo de Bahía Blanca argentino en 2011, cedido desde Tunja. Allí le afectó el clima por el inminente descenso y el peso de ser el sucesor de su compatriota Oswaldo Vizcarrondo.
Hoy se le presenta una nueva oportunidad a Perozo, tras buenas presentaciones con la selección venezolana. Se convirtió en el cuarto criollo en unirse al fútbol francés, donde coincidirá con Vizcarrondo, Fernando Aristeguieta y Gabriel Cichero (Nantes). El Ajaccio, conducido por el italiano Fabrizio Ravanelli, contará con el zuliano.
“El fútbol francés es más vertical, se busca llegar más rápido al arco contrario. “Es un ritmo totalmente diferente, muy físico, corren mucho, van directo al otro arco. Hay que agarrarle la mano al estilo”, señaló a este diario Grenddy, desde la capital de Córcega.
La pista de salida del aeropuerto La Chinita está abierta para más valores del fútbol zuliano. En un futuro, nombres como los de Andrés Ponce y Ronny Maza (Deportivo Táchira), dos de las nuevas perlas regionales, pueden dar el paso al balompié del exterior. La puerta de abordaje está abierta.
A cuentagotas se han exportado zulianos al balompié del exterior. Margiotta, hijo de italianos, despuntó a mediados de los 90 como un delantero de área, potente, con buena estatura. “El Gladiatore”, le decían. Dejó registro de 117 goles en su carrera con Pescara, Cosenza, Reggina, Lecce, Udinese, Vicenza, Perugia, Piacenza y Frosinone.
Sus actuaciones le valieron la convocatoria a la selección venezolana que dirigía Richard Páez Monzón. El merideño buscaba un hombre con olfato de gol y fuerza física, un nueve para su sistema de juego basado en el toque desde el mediocampo. Margiotta cumplió a medias, anotando un gol en la Copa América de Perú 2004. Disputó once juegos con la Vinotinto en total.
Pero es Juan José Fuenmayor el primer marabino que llegó sin el peso del pasaporte al fútbol del extranjero. El zaguero central, luego de convertirse en uno de los pilares del Unión Atlético Maracaibo -campeón en la temporada 2004-05-, y de tener buenas actuaciones con el Zulia FC, se unió al Valerenga noruego en 2009.
“Cabeza” recordó con PANORAMA su paso por el balompié nórdico. “Lo que más me costó es que ellos son muy rígidos en cuanto a todo, en el juego no les gustan las improvisaciones. Algo que, en Suramérica, al jugar de lateral es una virtud”, señaló el central.
En cuanto a la cultura nórdica, Fuenmayor se manejaba con el inglés. “El clima sí fue fuerte, pero cuando hay invierno no hay temporada, por eso en el juego no me afectaba. En la alimentación, comía salmón en todas sus presentaciones, ensaladas. Comida sana, pero variada”.
Sergio Álvarez, nacido en Maracaibo pero hijo de argentinos, entró en acción como legionario en Argentina con el Vélez Sarsfield en categorías juveniles y Nueva Chicago, y con el Independiente de Campo Grande en Paraguay. El delantero, de poco renombre en medios nacionales e internacionales, se unirá este año al Unión Atlético Falcón, que dirige uno de sus primeros mentores: el colombiano Alex García King.
El primero -y único hasta ahora- en pisar el continente africano ha sido Dustin Valdez. El central marabino se unió a los equipos marroquíes KAC Kenitra y Meknés, luego de destacar con el Zulia FC. Entre 2010 y 2012 se hizo de un nombre en el balompié desértico, retornando luego a Venezuela con Llaneros de Guanare.
La tónica en las exportaciones zulianas ha sido producir defensas y delanteros. Pero el boom de las categorías juveniles de Venezuela le abrió las puertas del extranjero a Yohandry Orozco, hábil mediocampista zurdo que, con la Vinotinto sub 20, deslumbró en el Suramericano de Perú 2011. Un golazo suyo contra el combinado local lo catapultó al Wolfsburgo alemán desde Zulia FC.
No obstante, los problemas no tardaron en llegar. Al técnico que lo vistió de verde, el inglés Steve McLaren, lo despidieron a los pocos meses, siendo relegado al ostracismo por Felix Magath. Las oportunidades de mostrarse en la Bundesliga fueron muy reducidas: Disputó 14 partidos en tres temporadas.
Este año, luego de infructuosas negociaciones para mantenerlo en el exterior, Orozco regresó a Venezuela para unirse al poderoso Deportivo Táchira, de cara a la temporada 2013-14.
Otro de los chamos marabinos que saltó al balompié europeo es Manuel Arteaga. Brilló en el Suramericano sub 17 Ecuador 2011, en el que le anotó dos tantos a Brasil. Con el Zulia FC también contó con una actuación positiva, luego de debutar a los 17 años en la primera división.
El Parma se fijó en el delantero zuliano, llevándolo a su feudo en Italia en 2012. Pero el técnico Roberto Donadoni solo lo convocó en tres ocasiones, y llegó a jugar apenas en las secciones juveniles del equipo. La cesión desde el Zulia FC culminó este año y Arteaga, pieza importante en la pretemporada del cuadro de Nino Valencia, tratará de luchar para explotar en Venezuela y volver al exterior.
El caso de Perozo ha sido el más constante en el balompié foráneo, tras Margiotta. Su primera oportunidad en el exterior llegó con el Boyacá Chicó colombiano, en 2010. Luego pasaría por el Olimpo de Bahía Blanca argentino en 2011, cedido desde Tunja. Allí le afectó el clima por el inminente descenso y el peso de ser el sucesor de su compatriota Oswaldo Vizcarrondo.
Hoy se le presenta una nueva oportunidad a Perozo, tras buenas presentaciones con la selección venezolana. Se convirtió en el cuarto criollo en unirse al fútbol francés, donde coincidirá con Vizcarrondo, Fernando Aristeguieta y Gabriel Cichero (Nantes). El Ajaccio, conducido por el italiano Fabrizio Ravanelli, contará con el zuliano.
“El fútbol francés es más vertical, se busca llegar más rápido al arco contrario. “Es un ritmo totalmente diferente, muy físico, corren mucho, van directo al otro arco. Hay que agarrarle la mano al estilo”, señaló a este diario Grenddy, desde la capital de Córcega.
La pista de salida del aeropuerto La Chinita está abierta para más valores del fútbol zuliano. En un futuro, nombres como los de Andrés Ponce y Ronny Maza (Deportivo Táchira), dos de las nuevas perlas regionales, pueden dar el paso al balompié del exterior. La puerta de abordaje está abierta.
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