La alegría del triunfo contra Ecuador se convirtió en melancolía ante Perú. Venezuela se durmió en los laureles, y sin un juego claro ni mayores oportunidades, sucumbió contra la escuadra incaica 1-0, por un gol de penal cobrado por Cristian Benavente, ayer en el Suramericano sub 20.
El escenario luce cada vez más oscuro: mañana toca jugar contra la herida Brasil, que apenas suma un punto en el torneo que se celebra en Argentina.
En el estadio Bicentenario, de San Juan, Venezuela contó con la primera oportunidad, luego de una peinada de Josef Martínez —autor del gol del triunfo 1-0 contra los meridionales en el debut— que estuvo a punto de rematar Wilker Ángel. El defensor del Táchira se golpeó con el poste, y la pelota terminó cruzando la línea final, apenas al minuto cuatro.
Benavente, juvenil del Real Madrid, habilidoso, veloz y letal, aprovechó una desconcentración venezolana un minuto más tarde, enviando la pelota al techo de la arquería de José Contreras.
Al ocho, Darwin Machis metió un zapatazo de media distancia, rasante, que pasó cerca del poste derecho peruano. Con ésta, terminaron las ocasiones claras para la Vinotinto de Marcos Mathías en la primera mitad.
Wilder Cartagena estuvo a punto de anotar el primer gol peruano, pero el balón se fue por encima de la meta del vinotinto Contreras, al 12.
La ofensiva peruana continuó, ante las desatenciones nacionales. Al 24, Benavente metió un misil aire-tierra desde las inmediaciones del área criolla, pero Contreras retuvo con seguridad, evitando el tanto. Un minuto más tarde lo haría Flores, con otra intervención notable del arquero del Aragua FC.
Benavente, en una internada por la izquierda, sufrió una falta de Ángel dentro del área. El penal, al 36, lo resolvió el delantero, potente y a la izquierda de Contreras, que se fue a su derecha.
En el segundo tiempo, y tras una tarjeta amarilla en la primera mitad, el atacante zuliano Manuel Arteaga salió sustituido. Sus goles aún se esperan.
Al 50, Josef, amarrado por la defensiva peruana, desvió un tiro libre justo dentro del área peruana, respondiendo bien el arquero Ángel Campos. El del Young Boys insistió quince minutos más tarde, en el corazón del rectángulo incaico de primera, de zurda, pero suave a las manos del meta peruano.
Ni el ingreso de José Romo, buscando cazar algún pelotazo —único camino conocido por los criollos para llegar al arco rival—, consiguió inquietar a los peruanos, que sumaron su sexto punto en el grupo B. Venezuela, aún con vida, tiene tres: debe despertar del letargo y armar la rebelión contra el vigente campeón, Brasil. Toca la heroica.
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