Sin orden se cayó el muro: análisis del Perú 2-1 Venezuela


Venezuela volvió a irse de Lima con una derrota, y ya son dos las consecutivas en el premundial. La cída 2-1 ante Perú, la noche del viernes, colocó más empinada la labor para la Vinotinto, que tendrá que rasguñar, al menos, un punto en la difícil Paraguay.


Farías salió al estadio Nacional con un planteamiento  que buscaba hacer daño a Perú por la banda derecha, con Roberto Rosales como volante y Rolf Feltscher ayudando en el lateral defensivo. La izquierda quedó en manos de Gabriel Cichero.

El primer tiempo transcurrió sin mayor daño para Venezuela. En lo ofensivo las mejores jugadas llegaron por parte de la escuadra nacional, con remates de media y larga distancia de Luis Manuel Seijas y Juan Arango, además de un intento de Rosales tras un fallo del portero Fernández.

El caraqueño fue de los mejores, subiendo por la derecha y generando centros. Sin embargo, no llegó más lejos, terminando sin hacer sufrir completamente a los hombres de Sergio Markarián.

En lo defensivo se anularon las presiones de Claudio Pizarro, de lejos el más peligroso de los locales en lo físico y por lo alto, además de las subidas de Juan Manuel Vargas y Jefferson Farfán por las bandas.

La Vinotinto, sin crear, apeló al balón parado para encender el marcador en Lima. De los cinco goles criollos en las eliminatorias, cuatro han llegado producto del balón detenido: córner y cabezazo de Fernando Amorebieta ante Argentina; saque de meta de Renny Vega, balón picado y jugada de Frank Feltscher  contra Colombia; y cabezazo de Oswaldo Vizcarrondo ante Bolivia tras un córner; sin tomar en cuenta que el gol ante Uruguay fue producto de un pase largo de Arango y resolución de Salomón Rondón.

Arango, en luna de miel con los tiros libres, tuvo doble oportunidad para cobrar ante Perú. Faltando tres minutos para el medio tiempo se encargó de tomar un tiro a menos de 20 metros. La primera ocasión el árbitro Martín Vázquez anuló la jugada por adelantamiento de la barrera; en la segunda el maracayero no perdonó.

“La primera distancia la tiré por encima de la barrera y vi que el portero se movió hacia el primer palo. Era penal, porque le cobraron mano a Pizarro”, contó Arango, en la zona mixta del estadio Nacional. “Pero ya en la segunda oportunidad el portero estaba casi en la mitad de la portería y me facilitó el segundo palo”.

Es el gol 22 de Arango con la camiseta vinotinto, once de ellos en los premundiales. Y no se olvida toda la novela generada por su ausencia del amistoso contra Japón. Aunque es página pasada, recuerda que el dorsal 18 es imprescindible en Venezuela.

En el segundo tiempo a Venezuela no le dio chance ni para acomodarse en el campo. Tácticamente la intención era repetir lo mostrado en la primera mitad: aguantar y apelar al contragolpe o a buscar alguna falta cerca del área. Pero Perú salió a matar y lo consiguió.

Si Pizarro fue el faro peruano del primer tiempo, en el segundo Farfán brilló más. “La Foquita” logró que Gabriel Cichero saliera amonestado al minuto 30 tras frenarlo con falta reiterativa, desde el mediocampo hasta las inmediaciones del área venezolana. Y luego halló su gol.

El del Schalke 04 alemán aprovechó un pase bombeado que tomó en el límite de la posición adelantada, en una decisión criticada por los zagueros venezolanos al linier y al árbitro uruguayo Vázquez. Farfán remató a placer, solo ante Renny Vega, para el empate a uno, al minuto 47.

Y al 59, la falta de concentración de la zaga criolla terminó de dar vuelta a la tortilla. Farfán recibió un pase entrelíneas, se llevó a Andrés Túñez y dejó desubicado a Vega, para rematar de media vuelta y sin marcadores. Era el 2-1, la locura en Lima.

“Nos quedamos algo estáticos y ellos fueron bastante rápidos”, explicó Túñez, culminado el duelo. “El gol viene por errores nuestros. Estuvimos bien en el primer tiempo, pero uno se quedó enganchado en el segundo tiempo, errores muy tontos que no podemos cometer”.

“Ellos salieron a conseguir el gol del empate desde el principio, nos despistamos y eso fue lo que ocasionaron los dos goles en los primeros diez minutos”, consideró Arango.

En el medio de contención la dupla de los Flores, Ágnel y Francisco, no pudo ayudar a frenar el juego de la banda roja. Farías, arriesgando para buscar el gol, sacó al barquisimetano para darle más salida a Venezuela por el medio con César “Maestrico” González.  

Con el ánimo golpeado, Venezuela aún pensaba en el empate. Pero todo quedó cuesta arriba con la segunda tarjeta amarilla de Cichero, por una entrada brutal, con los dos tacos, contra un jugador peruano. Aunque no lo tocó, la intención bastó para sacarle la segunda amarilla al caraqueño, que dejó a sus compañeros en desigualdad al minuto 66.

El seleccionador venezolano optó por refrescar el ataque, sacando a “Miku” Fedor e ingresando a Salomón Rondón, sin mayor resultado ofensivo.

Perú se fue arriba a presionar, generando aún más ocasiones, sacadas unas por Vega y otras que se terminaron lejos. La zaga venezolana se resquebrajó y, si no hubiese sido por el portero del Colo Colo y los errores incaicos, la Vinotinto salía del estadio Nacional con más de cuatro goles.

La entrada de Frank Feltscher por Seijas significó una mera anécdota. La derrota ya estaba consumada.
Toca, como señalaron los jugadores, levantar el rostro y enfrentar a un Paraguay herido, que viene de caer ante Argentina 3-1. Los leones albirrojos están necesitados de victoria y no es una opción ceder puntos en el estadio Defensores del Chaco. La labor luce más que difícil para una Vinotinto incompleta, que sigue adoleciendo de las ausencias de los lesionados Fernando Amorebieta y Tomás Rincón, y que ahora tendrá que rearmarse tras la expulsión de Cichero.

Pero para la historia estamos. Venezuela todavía tiene la garra afilada.


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