¿Final de una era?

Una piedra tumbó al gigante. Justo en la frente: el Barcelona se queda sin la final de la Liga de Campeones tras perder ante el Chelsea. Todo luego de tropezar en su carrera por la Liga española, que se vislumbra en manos del Real Madrid. 

¿Será el final de una era brillante, donde lo ganaron todo?

El equipo catalán, que llevaba la bandera del fútbol-toque, esteticista, acusó la  falta de gol en una semana para el olvido. Perdió el Clásico 2-1 ante el club merengue, que amplió las distancias a siete puntos con su perseguidor, y quedó eliminado ayer en el global ante los londinenses, 3-2 (derrota 1-0 en la ida, empate a dos en la vuelta).


No tendrá acceso ni a Supercopa de Europa ni a Mundial de Clubes.

Con un Lionel Messi desaparecido, anulado, fallando oportunidades que antes se traducían en goles, el Barcelona amenaza con cerrar una etapa brillante, en la que fue catalogado como el mejor del fútbol mundial, obteniendo tres ligas, una Copa del Rey, dos ligas de Campeones y dos mundiales de Clubes.

Además, la conducta evasiva del técnico Josep Guardiola en el tema de su renovación compromete su continuidad en el banquillo blaugrana.

 “En los próximos días decidiremos si sigo o no (...) Hablaré con el presidente y decidiremos lo mejor para el club”,  apuntó el DT, que llegó al primer equipo  condal en el 2008.

En Europa, el Barcelona no supo romper la cadena planteada por el Chelsea, ordenado y práctico. Falló oportunidades claras en ambos partidos, incluyendo un penal cobrado por Messi ayer en el Camp Nou, sentenciando el desastre catalán.

Y todo gracias a Roberto Di Matteo, un técnico que salió de la nada al estrellato en menos de tres meses.

El italiano entró como sustituto de André Villas-Boas en el banquillo “blue”. Muchos veían al portugués como sucesor de José Mourinho, por su gran desempeño con el Oporto y su posterior llegada a Londres. Pero los malos resultados desembocaron en su salida.

Di Matteo, asistente técnico,  asumió las riendas del equipo de Roman Abramovich y,  desde entonces, ocurrió un milagro, llegando  a la final de la Champions, después de eliminar al campeón.

En la definición de Alemania no podrán contar, por amonestaciones y expulsiones, con  Terry, Vladislav Ivanovic, Ramires y Raúl Meireles.  

El 19 de mayo, en Múnich, el Chelsea tendrá la oportunidad de revancha, luego de perder la definición de 2008.  ¿A quién tendrá al frente? Quizá al archirrival del Barcelona, el Real Madrid de José Mourinho, que hoy choca contra Bayern  Múnich en la otra semifinal.

Para mayor inri de los blaugranas, podrían ver cómo a raíz de su caída se comienza a elevar otra hegemonía: la del Madrid, dueño de la Liga y aún vivo en la Champions, en plena cacería de la tan ansiada décima copa europea. 

 Solo la Copa del Rey —cuya final jugará el 25 de mayo con el Athletic—  podría maquillar la triste temporada.  Una copa que sabe a poco  y que,  de perderla, podría significar el adiós de una gran época.

Ángel Iturriaga, historiador del FC Barcelona: 
De no seguir Pep, la filosofía se mantiene

PANORAMA conversó, culminado el  partido, con el historiador español del Barcelona, Ángel Iturriaga. El autor del Diccionario de jugadores del equipo culé indicó: “Creo que más allá de la mala suerte el Barça ha tenido muchas dificultades para romper el repliegue intensivo del Chelsea. El equipo londinense es muy atlético y al Barça le ha costado encontrar espacios incluso contra 11. Creo que el equipo ha llegado a la fase final de la temporada con un enorme cansancio físico y psíquico si bien hay que señalar que la propuesta ofensiva azulgrana ha sido intachable”.

Aunque Iturriaga considera que Josep Guardiola seguirá al timón del azulgrana, “de no seguir, el Barcelona actual tiene una filosofía basada en la cantera y en el juego de combinación que permanecerá inamovible, sea quien sea el futuro técnico del club”.

Comentarios

  1. No es el fin de una era... Todos los equipos tienen baches, es imposible mantener un ritmo de juego durante toda la temporada, con tantos compromisos, menos aún con una mala planificación en cuanto a los fichajes, y la acumulación de lesiones en fichas esenciales... El Barcelona no tuvo dos (o tres) malos partidos (Chelsea y Real Madrid), sólo que el acierto de cara al arco no estuvo tan fino como de costumbre. ¿Mala suerte? No, los seres humanos tenemos mucho éxito, pero también malos momentos, y justamente esos malos momentos llegaron en el momento menos indicado...

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