"El hecho de que en los últimos meses no hubiera renovado ya
indicaba que esto pudiese pasar. El Barcelona es un equipo que, a nivel de
entrenador, estar cuatro años es un desgaste personal y profesional muy fuerte.
Es muy difícil encontrar gente que gane tanto. Decir adiós al éxito es difícil.
Respetamos esta decisión, porque entiendo que él ha sido honesto, porque es
barcelonista y culé.
Al asistente le conozco personalmente, no profesionalmente.
Si el club ha apostado por él, es porque confían totalmente en él.
El legado es la continuación de un estilo de fútbol que ha
evolucionado desde hace muchísimos años, que ha llegado a la simplicidad de un
equipo que juega a uno-dos toques en todo el campo, salvo el último tramo,
donde está la calidad individual. Deja una filosofía de fútbol y una manera de
comunicar. Ha evitado polémicas, que no ha entrado a discutir cuestiones
extradeportivas. Es una persona que le gusta su profesión y que como entrenador
le da un toque personal al club importante, que espero que continúe.
A corto plazo sí, seguro. Por otra parte, estamos hablando
de jugadores que están en su máximo nivel. Son profesionales y saben que el
fútbol son ciclos. Hay compañeros que se van, así como entrenadores.
Como jugador en su posición era similar a Busquets, pero más
constructivo. Inteligente, tácticamente muy bueno. En esa posición ha sido de
lo mejor del mundo.
El futuro es bueno en el Barcelona. Acaban ciclos y se abren
otras puertas. De la misma manera que hace unos años, en España, cuando Luis
Aragonés ganó el Europeo y se fue, parecía que todo iba a acabar allí. A los
dos años llegó Del Bosque y ganó un Mundial. Hay una gran hornada de jugadores,
aunque hay algunos veteranos. Las decisiones son más institucionales que a
nivel de entrenador. Creo que el futuro del Barcelona será igual al de años
pasados".
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