Y "D10S" lloró por su madre

Mucho lloró Dalma Salvadora Franco por su hijo Dieguito. Lo vio pasar alguna necesidad en las calles, al margen de la alegría de jugar fútbol; lo vio sumido en un mar de basura por las drogas y el alcohol, lo vio humillado y vencido. Tantas veces...

Ayer le tocó a Diego Armando Maradona derramar lágrimas por ella. “Doña Tota” fue llevada ayer a su sepulcro, luego de haber fallecido el sábado, a los 82 años, por un problema cardíaco.


El eterno diez argentino llevó a su progenitora a su lugar de descanso final, junto con sus siete hermanos y su padre, Don Diego. Acompañados por sus más cercanos amigos y familiares, los Maradona cargaron el féretro de “Doña Tota” hasta el cementerio privado de Bella Vista.

 La madre del “Diez” tuvo al futuro genio argentino en la policlínica Evita Perón, de Lanús, el 30 de octubre de 1960. Casada con Diego Maradona, la humilda pareja llegó desde la provincia de Corrientes hasta Buenos Aires a finales de los 50. 

“Mi madre es el amor más grande, por ella soy capaz de matar”, había afirmado el Diego en una entrevista previa. “Yo aprendí de ella y de papá que no hay que olvidarse de todo lo que uno pasó. Todo sirve de experiencia como para enfrentar la vida”, manifestó el quinto hijo, primer varón, de la familia Maradona Franco.

Contaba  el ex astro de Boca Juniors, Barcelona y Nápoles, campeón del mundo con Argentina en 1986, los sacrificios de sus padres durante para mantenerlos en  Villa Fiorito, un barrio pobre de la capital argentina.

  “Cuando llegaba la hora de la comida, mi mamá decía que le dolía la panza, porque quería que comiéramos nosotros y no alcanzaba... a los 13 años me di cuenta que mi vieja nunca había sufrido del estómago. Nunca tuvo dolor de estómago, ¡Mentira!, era porque no alcanzaba. Por eso la amo a mi vieja”, señalaba.

 Finalmente, “Doña Tota” descansó rodeada por su familia, pero extrañando a su Dieguito, que venía en viaje desde los Emiratos.

 Maradona honró a su madre a su manera, tatuándose en la parte superior izquierda de su espalda un “Te amo, Tota”. Además, su primera hija se llama Dalma, en honor a ella.

Sin embargo, mucho la hizo sufrir el ex seleccionador albiceleste y hoy técnico del Al Wasl, de Emiratos Árabes Unidos. Los problemas de adicción a las drogas y su cercanía con la muerte en varias oportunidades le dieron más peso al alma de  la matrona Maradona.  Esta vez,  a “D10S” le tocó llorar por ella.

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