"Pueblo Nuevo" brilló de nuevo

Después del traumático encuentro de la eliminatoria a Suráfrica 2010 contra Brasil, saldado con derrota 4-0, Venezuela no volvió a pisar el estadio polideportivo de Pueblo Nuevo para un premundial. Hasta la noche del martes, en el triunfo sobre Bolivia 1-0.

San Cristóbal, que en aquella tarde contra los amazónicos se devoró a sus hijos con su protesta generalizada, el martes fue una madre, amiga y fanática desde antes del minuto cero hasta el 90+3.


“Una plaza complicada, bastante buena”, consideró Juan Arango, al final del compromiso. “En su momento hubo cierta dificultad”, evocando aquel juego frente a Brasil. “Hoy se portaron bastante bien, le agradezco todo el apoyo en todo el partido”.

Más de 38 mil espectadores plenaron el estadio, donde el despliegue de una bandera gigante que cubrió la tribuna sur de “Pueblo Nuevo” durante el canto del Himno nacional  arrancó ovaciones por parte de los futbolistas criollos.

“La gente, con esa bandera increíble... que viva Venezuela, San Cristóbal y todas las sedes donde hemos jugado y donde nos falta por jugar. Gracias a todos por apoyar a la selección”, indicó César “Maestrico” González.

Toda la Vinotinto fue aclamada por el fervoroso público tachirense, pero por encima siempre estuvo Tomás Rincón. El volante sancristobalense retribuyó la alegría regalando su camiseta a la afición, culminado el partido, tal y como lo hizo otro hijo de la ciudad —aunque no nacido en ella—, Giancarlo Maldonado. “La gente me apoyó, ellos me vieron crecer”, recordó Rincón. “Mi familia estaba aquí, mis amigos. Lo más importante es que sacamos los tres puntos”.

Pese a que el seleccionador César Farías y casi todo el plantel lamentó el mal estado del campo de “Pueblo Nuevo”, y que la lluvia durante el partido lo complicó todo aún más, San Cristóbal volvió a brillar como en sus mejores noches con los cantos y el delirio general de la pasión.

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