La imagen de Oswaldo Vizcarrondo, tosca, fuerte, que impone respeto, no concuerda con su tono educado de voz, con el manejo del lenguaje que tiene. Parece impertubable, sereno en la victoria y en el fracaso.
Con sus cabezazos se convirtió en el jugador más importante de la Vinotinto en el histórico 2011 del cuarto lugar en la Copa América y los siete puntos en las eliminatorias a Brasil 2014, con el permiso de Juan Arango, Renny Vega y Tomás Rincón. Porque le dio seguridad a una zaga criticada, porque con sus tantos abrió puertas antes cerradas, elevando el nivel de la selección.
Vizca atendió a PANORAMA, vía telefónica desde Bahía Blanca, Argentina, donde hace vida con el Olimpo local. El punto inicial de la conversación nació de una frase suya luego de marcarle el gol del triunfo 1-0 a Bolivia, en el último duelo eliminatorio de 2011: “Sé que la línea para pasar de héroe a villano es muy delgada”.
La delgada línea: Antes de la Copa América fui un jugador muy criticado. Las circunstancias o el por qué nunca las supe. Muchas veces en la vida tratan de buscar culpables y en su momento fui yo, junto con mi compañero de zaga. A nivel estadístico no lo demostraban. Los partidos que jugué con Grenddy nunca se perdieron, y eso demuestra un buen rendimiento. Trato de recalcar eso: el triunfo a mí no me embriaga, lo he vivido con mucha intensidad, pero ha sido mi día a día. No es sólo este año, sino desde que estuve el Olimpia he tenido mucha salud y buen rendimiento en el exterior. En Colombia salí campeón, con el Anzoátegui hicimos un buen torneo. Siempre trato de tocar tierra, pero sin colocarme un techo.
La filosofía de vida: Con mucha humildad. El trabajo día a día permite esto. Tengo una base familiar que me permite estar claro y conciso sobre lo que quiero en mi día a día, en mi carrera. También el tener una relación importante con mi novia me permite mantener los pies sobre la tierra y ser claro en mis objetivos, a dónde quiero ir.
Cómo llegó al fútbol: Mi pasión fue por mera casualidad. Como venezolano, tuve mi paso por el béisbol infantil. Estudié en un colegio de curas españoles, San Luis en el Cafetal, y en un partido entre cursos pude mostrar mis cualidades técnicas. Allí empecé a jugar desde el preinfantil. Esa pasión se fue acrecentando al ver la liga europea, veía a Fernando Hierro, del Real Madrid, que fue mi líder, mi ejemplo. Hasta el sol de hoy me he identificado con su persona. Ya creo que el fútbol venezolano da para que los niños idolatren a venezolanos y no a extranjeros, como en aquel momento.
Jugaba primera base, me gustaba ser catcher también. Iba mucho al estadio con mi papá. Mi papá sí le gustaban los Leones del Caracas, pero hoy en día no tengo ese fanatismo, no me gusta mucho el béisbol.
¿Por qué el fútbol sobre otro deporte? El fútbol es un deporte mucho más activo, con mucha más pasión que otros deportes. Inclusive, de ver otros deportes, me cuesta mucho. El fútbol crea más pasión en la gente, es un deporte mundial, se juega en cualquier rincón. Ésa es la gran diferencia.
Su evolución: Después del colegio, en la categoría infantil B, me seleccionaron para un mundialito sub 15 de Liga premier, de Rafa Santana, no avalado por la federación, pero éramos los mejores de Venezuela. Pertenecí también a la selección de Distrito Federal. Luego estuve en la sub 17, en Arequipa, Perú, la selección que estuvo más cerca de llegar a un mundial, hasta que lo hizo la sub 20. Pasé por todos los procesos de selección, Bolivarianos sub 18 en Ambato, Sub 20 en Colonia del Uruguay, en Centroamericanos sub 21 en El Salvador, Preolímpico sub 23 en Chile y las categorías mayores con la selección.
La camiseta vinotinto: A nivel de trabajo, el fútbol en Venezuela hasta hace ciertos años atrás no era muy rentable. Hoy los equipos profesionales también se han organizado muchísimo, se ganan buenos sueldos, un poco más estable, aunque vivimos la realidad del fútbol suramericano, de vivir muchas deudas. Sentir la camiseta vinotinto es algo único, cuando puedo marcar goles se evidencia en mi celebración, de ser una persona calmada me convierto en alguien eufórico, es el cambio que egnera el hacer cosas importantes por la selección.
La Copa América: El partido clave fue el de Brasil. Nos dio un envión anímico de que sí se podían hacer cosas importantes. Esa parada fue fundamental, dejar el arco en cero y con esa jugada en la que ya estábamos vencidos no sólo se quedó en nuestra retina, sino en la de mucha gente. Ese momento fue único, en lo personal. El rendimiento colectivo fue importante, que nos sirvió para conseguir lo que hemos conseguido hasta el sol de hoy.
El gol contra Chile: Siempre trato de mermar la parte individual, priorizando la colectiva. Lo que significó el gol, tanto de mi persona como para Gabriel, fue importante para el fútbol venezolano. Ese gol abrió el camino para conseguir una victoria ante un rival complicado, que por momentos, luego de mi gol, tuvimos momentos de mucho peligro en nuestro arco. Gracias a ese resultado conseguimos un pase a semifinal, quedándonos a la puerta de la final por la tanda de penales.
El legado copamericano: A nivel competitivo y de creencia, la Copa América 2011 significó un antes y un después. La realidad a nivel político, la división que hay, la Copa América logró una unión que no se pensaba. Hoy hay una creencia general de llegar al Mundial. Todo el país tiene la ilusión sobre nosotros, pero nosotros estamos claros en que las eliminatorias son muy largas, donde debemos tener una regularidad. Hay que ir partido tras partido.
La dupla con Grenddy Perozo: Si te fijas, en la vida personal somos muy diferentes, a pesar de que somos serios. Pero nos compenetramos muy bien dentro de la cancha. Él tiene una cultura diferente a mí, él es maracucho, yo soy caraqueño, pero la prioridad siempre es la selección. Es un jugador con un futuro enorme, porque a pesar de que tiene mucho recorrido en la liga venezolana y en Colombia, tiene una corta edad. Su futuro es impresionante. Ojalá logre tener minutos en su actualidad, luego de la lesión en la copa. Que nos exija a nosotros en nuestra posición, para que seamos mejores, para que nos esforcemos más.
José Manuel Rey: Te hablaba de Fernando Hierro cuando era joven, y no hablar de José Manuel Rey como ídolo sería una mentira. Tiene un liderazgo, una ascendencia importante en los grupos donde está. Te genera una alegría a nivel grupal también importante. Todas esas cosas suman. En mi posición trato de aprender las cosas positivas, y José Manuel tiene muchísimas cosas. Yo soy medianamente bueno en la parte técnica, pero él maneja los dos perfiles muy bien, así como los tiros libres. Uno trata de sumar poco a poco y José Manuel me ha enseñado mucho.
El secreto del cabezazo: La escuela en sí fundamental fue mi paso por Olimpia. Previo a eso tenía muchos problemas en el timing. Este fútbol me brindó esto. Hoy no me duermo. Tanto en mi club, como en mi selección puedo buscar el gol en el área contraria. Después de los entrenamientos me quedo 20, 30 minutos tratando de agarrarle el timing a la pelota, de puntualizar cosas en mi juego aéreo. Busco la perfección en mi trabajo.
El 2011 vinotinto: La actualidad lo refleja el ranquin, estamos en el lugar 39, la mejor posición histórica para nuestro fútbol. Eso demuestra que se hicieron muy bien las cosas durante este año. Me quedo, de este año, con la victoria sobre Argentina. A pesar de ser un equipo con individualidades importantes demostramos que como equipo somos mucho más. Es la gran diferencia entre nuestra selección y las demás de Suramérica, y cuidado si no de Europa.
Fernando Amorebieta y los repatriados: Nosotros estamos claros de que, luego de la muy buena participación de la Copa, sería interesante para los demás jugadores que no hicieron una vida en categorías inferiores en Venezuela jugar con la selección de mayores. Es una vitrina para ellos. Nosotros estábamos claros que mientras vinieran a hacer cosas objetivas, serían bienvenidos. Se han adaptado muy bien, como personas tienen mucha calidad humana, algo muy importante. Fernando se ha adaptado muy rápido, con un cartel internacional que no hay que dudarlo, con muchos años jugando en la liga más competitiva del mundo, en una ciudad con una exigencia bien importante. Nos hemos entendido muy bien, casi a la perfección. Ojalá que Dios nos brinde tanto a él como a mí nos brinde mucha salud y podamos seguir brindándole muchos arcos en cero a la selección.
La diferencia principal es el perfil zurdo, muy raro conseguirlo en un central, y la talla que tiene él, un jugador zurdo de 1,90 es muy escaso a nivel mundial. Tiene muy buena técnica, muy completo, buen juego aéreo. Todas esas armas están sumando a la selección.
El premundial de Brasil 2014: No será fácil. Es un recorrido de tres años, donde habrá muchas dificultades. Es la más complicada eliminatoria del mundo, a diferentes condiciones climáticas: vas a Paraguay con 34 grados, o a Chile con un frío y una lluvia importante, o a la altura de Bolivia. Todo esto tienes que pasarlo para llegar a un objetivo final, que nos va a gratificar, pero debes tener una regularidad por tres años. Hay que tener los pies sobre la tierra, ir partido tras partido. Cada partido es una final.
Olimpo de Bahía Blanca: Lastimosamente la realidad que vivo con la selección no la estoy viviendo con mi club. Estoy acostumbrado a pelear cosas en los clubes donde he estado. Previo vi una nómina muy competitiva, y hay individualidades importantes, con jugadores de renombres en el fútbol argentino. Yo le doy un estatus alto por ser jugador de selección. Pero en la selección hay un equipo formado, acá hay muchos refuerzos. Pero estoy contento, porque los directivos están haciendo un trabajo muy serio, están al día, tienen una idea a futuro muy buena. Pero el tema del promedio no permite trabajar con tranquilidad, para salir de la promoción.
Estoy en una liga muy competitiva, muy bien vista a nivel internacional. Pero también me gustaría ir a otras ligas, a Europa, a México, a Brasil, que son ligas apetecibles. Estoy tratando de disfrutar la realidad. Pero sé que mientras siga haciendo las cosas bien en la selección, y tenga salud, mi futuro puede estar en otro lado.
Con sus cabezazos se convirtió en el jugador más importante de la Vinotinto en el histórico 2011 del cuarto lugar en la Copa América y los siete puntos en las eliminatorias a Brasil 2014, con el permiso de Juan Arango, Renny Vega y Tomás Rincón. Porque le dio seguridad a una zaga criticada, porque con sus tantos abrió puertas antes cerradas, elevando el nivel de la selección.
Vizca atendió a PANORAMA, vía telefónica desde Bahía Blanca, Argentina, donde hace vida con el Olimpo local. El punto inicial de la conversación nació de una frase suya luego de marcarle el gol del triunfo 1-0 a Bolivia, en el último duelo eliminatorio de 2011: “Sé que la línea para pasar de héroe a villano es muy delgada”.
La delgada línea: Antes de la Copa América fui un jugador muy criticado. Las circunstancias o el por qué nunca las supe. Muchas veces en la vida tratan de buscar culpables y en su momento fui yo, junto con mi compañero de zaga. A nivel estadístico no lo demostraban. Los partidos que jugué con Grenddy nunca se perdieron, y eso demuestra un buen rendimiento. Trato de recalcar eso: el triunfo a mí no me embriaga, lo he vivido con mucha intensidad, pero ha sido mi día a día. No es sólo este año, sino desde que estuve el Olimpia he tenido mucha salud y buen rendimiento en el exterior. En Colombia salí campeón, con el Anzoátegui hicimos un buen torneo. Siempre trato de tocar tierra, pero sin colocarme un techo.
La filosofía de vida: Con mucha humildad. El trabajo día a día permite esto. Tengo una base familiar que me permite estar claro y conciso sobre lo que quiero en mi día a día, en mi carrera. También el tener una relación importante con mi novia me permite mantener los pies sobre la tierra y ser claro en mis objetivos, a dónde quiero ir.
Cómo llegó al fútbol: Mi pasión fue por mera casualidad. Como venezolano, tuve mi paso por el béisbol infantil. Estudié en un colegio de curas españoles, San Luis en el Cafetal, y en un partido entre cursos pude mostrar mis cualidades técnicas. Allí empecé a jugar desde el preinfantil. Esa pasión se fue acrecentando al ver la liga europea, veía a Fernando Hierro, del Real Madrid, que fue mi líder, mi ejemplo. Hasta el sol de hoy me he identificado con su persona. Ya creo que el fútbol venezolano da para que los niños idolatren a venezolanos y no a extranjeros, como en aquel momento.
Jugaba primera base, me gustaba ser catcher también. Iba mucho al estadio con mi papá. Mi papá sí le gustaban los Leones del Caracas, pero hoy en día no tengo ese fanatismo, no me gusta mucho el béisbol.
¿Por qué el fútbol sobre otro deporte? El fútbol es un deporte mucho más activo, con mucha más pasión que otros deportes. Inclusive, de ver otros deportes, me cuesta mucho. El fútbol crea más pasión en la gente, es un deporte mundial, se juega en cualquier rincón. Ésa es la gran diferencia.
Su evolución: Después del colegio, en la categoría infantil B, me seleccionaron para un mundialito sub 15 de Liga premier, de Rafa Santana, no avalado por la federación, pero éramos los mejores de Venezuela. Pertenecí también a la selección de Distrito Federal. Luego estuve en la sub 17, en Arequipa, Perú, la selección que estuvo más cerca de llegar a un mundial, hasta que lo hizo la sub 20. Pasé por todos los procesos de selección, Bolivarianos sub 18 en Ambato, Sub 20 en Colonia del Uruguay, en Centroamericanos sub 21 en El Salvador, Preolímpico sub 23 en Chile y las categorías mayores con la selección.
La camiseta vinotinto: A nivel de trabajo, el fútbol en Venezuela hasta hace ciertos años atrás no era muy rentable. Hoy los equipos profesionales también se han organizado muchísimo, se ganan buenos sueldos, un poco más estable, aunque vivimos la realidad del fútbol suramericano, de vivir muchas deudas. Sentir la camiseta vinotinto es algo único, cuando puedo marcar goles se evidencia en mi celebración, de ser una persona calmada me convierto en alguien eufórico, es el cambio que egnera el hacer cosas importantes por la selección.
La Copa América: El partido clave fue el de Brasil. Nos dio un envión anímico de que sí se podían hacer cosas importantes. Esa parada fue fundamental, dejar el arco en cero y con esa jugada en la que ya estábamos vencidos no sólo se quedó en nuestra retina, sino en la de mucha gente. Ese momento fue único, en lo personal. El rendimiento colectivo fue importante, que nos sirvió para conseguir lo que hemos conseguido hasta el sol de hoy.
El gol contra Chile: Siempre trato de mermar la parte individual, priorizando la colectiva. Lo que significó el gol, tanto de mi persona como para Gabriel, fue importante para el fútbol venezolano. Ese gol abrió el camino para conseguir una victoria ante un rival complicado, que por momentos, luego de mi gol, tuvimos momentos de mucho peligro en nuestro arco. Gracias a ese resultado conseguimos un pase a semifinal, quedándonos a la puerta de la final por la tanda de penales.
El legado copamericano: A nivel competitivo y de creencia, la Copa América 2011 significó un antes y un después. La realidad a nivel político, la división que hay, la Copa América logró una unión que no se pensaba. Hoy hay una creencia general de llegar al Mundial. Todo el país tiene la ilusión sobre nosotros, pero nosotros estamos claros en que las eliminatorias son muy largas, donde debemos tener una regularidad. Hay que ir partido tras partido.
La dupla con Grenddy Perozo: Si te fijas, en la vida personal somos muy diferentes, a pesar de que somos serios. Pero nos compenetramos muy bien dentro de la cancha. Él tiene una cultura diferente a mí, él es maracucho, yo soy caraqueño, pero la prioridad siempre es la selección. Es un jugador con un futuro enorme, porque a pesar de que tiene mucho recorrido en la liga venezolana y en Colombia, tiene una corta edad. Su futuro es impresionante. Ojalá logre tener minutos en su actualidad, luego de la lesión en la copa. Que nos exija a nosotros en nuestra posición, para que seamos mejores, para que nos esforcemos más.
José Manuel Rey: Te hablaba de Fernando Hierro cuando era joven, y no hablar de José Manuel Rey como ídolo sería una mentira. Tiene un liderazgo, una ascendencia importante en los grupos donde está. Te genera una alegría a nivel grupal también importante. Todas esas cosas suman. En mi posición trato de aprender las cosas positivas, y José Manuel tiene muchísimas cosas. Yo soy medianamente bueno en la parte técnica, pero él maneja los dos perfiles muy bien, así como los tiros libres. Uno trata de sumar poco a poco y José Manuel me ha enseñado mucho.
El secreto del cabezazo: La escuela en sí fundamental fue mi paso por Olimpia. Previo a eso tenía muchos problemas en el timing. Este fútbol me brindó esto. Hoy no me duermo. Tanto en mi club, como en mi selección puedo buscar el gol en el área contraria. Después de los entrenamientos me quedo 20, 30 minutos tratando de agarrarle el timing a la pelota, de puntualizar cosas en mi juego aéreo. Busco la perfección en mi trabajo.
El 2011 vinotinto: La actualidad lo refleja el ranquin, estamos en el lugar 39, la mejor posición histórica para nuestro fútbol. Eso demuestra que se hicieron muy bien las cosas durante este año. Me quedo, de este año, con la victoria sobre Argentina. A pesar de ser un equipo con individualidades importantes demostramos que como equipo somos mucho más. Es la gran diferencia entre nuestra selección y las demás de Suramérica, y cuidado si no de Europa.
Fernando Amorebieta y los repatriados: Nosotros estamos claros de que, luego de la muy buena participación de la Copa, sería interesante para los demás jugadores que no hicieron una vida en categorías inferiores en Venezuela jugar con la selección de mayores. Es una vitrina para ellos. Nosotros estábamos claros que mientras vinieran a hacer cosas objetivas, serían bienvenidos. Se han adaptado muy bien, como personas tienen mucha calidad humana, algo muy importante. Fernando se ha adaptado muy rápido, con un cartel internacional que no hay que dudarlo, con muchos años jugando en la liga más competitiva del mundo, en una ciudad con una exigencia bien importante. Nos hemos entendido muy bien, casi a la perfección. Ojalá que Dios nos brinde tanto a él como a mí nos brinde mucha salud y podamos seguir brindándole muchos arcos en cero a la selección.
La diferencia principal es el perfil zurdo, muy raro conseguirlo en un central, y la talla que tiene él, un jugador zurdo de 1,90 es muy escaso a nivel mundial. Tiene muy buena técnica, muy completo, buen juego aéreo. Todas esas armas están sumando a la selección.
El premundial de Brasil 2014: No será fácil. Es un recorrido de tres años, donde habrá muchas dificultades. Es la más complicada eliminatoria del mundo, a diferentes condiciones climáticas: vas a Paraguay con 34 grados, o a Chile con un frío y una lluvia importante, o a la altura de Bolivia. Todo esto tienes que pasarlo para llegar a un objetivo final, que nos va a gratificar, pero debes tener una regularidad por tres años. Hay que tener los pies sobre la tierra, ir partido tras partido. Cada partido es una final.
Olimpo de Bahía Blanca: Lastimosamente la realidad que vivo con la selección no la estoy viviendo con mi club. Estoy acostumbrado a pelear cosas en los clubes donde he estado. Previo vi una nómina muy competitiva, y hay individualidades importantes, con jugadores de renombres en el fútbol argentino. Yo le doy un estatus alto por ser jugador de selección. Pero en la selección hay un equipo formado, acá hay muchos refuerzos. Pero estoy contento, porque los directivos están haciendo un trabajo muy serio, están al día, tienen una idea a futuro muy buena. Pero el tema del promedio no permite trabajar con tranquilidad, para salir de la promoción.
Estoy en una liga muy competitiva, muy bien vista a nivel internacional. Pero también me gustaría ir a otras ligas, a Europa, a México, a Brasil, que son ligas apetecibles. Estoy tratando de disfrutar la realidad. Pero sé que mientras siga haciendo las cosas bien en la selección, y tenga salud, mi futuro puede estar en otro lado.
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