Apuestas ganadoras

Fernando Amorebieta tuvo todas las trabas del mundo para que el Athletic de Bilbao lo dejara cumplir su sueño de vestir la camiseta de Venezuela, el país en el que nació y del que salió a temprana edad. El ir y venir de su destino final con la Vinotinto originó que los fanáticos lo tomaran como un indeciso o, incluso, un "vendepatria".

Los hermanos Feltscher, nacidos en Suiza pero de madre venezolana, llegaron a jugar con las selecciones juveniles del país europeo. Al escuchar el llamado del seleccionador César Farías, las dudas los acometieron. Frank fue el primero en decir sí. Rolf, luego de mucho pensar, finalmente aceptó.

Las apuestas hicieron ganar a la Vinotinto. Ganar en prestancia defensiva, en velocidad en el ataque y en carácter en ambas líneas.

Amorebieta -que se abstuvo de hablar con la prensa durante su estadía en Colombia-, anotó el gol de la victoria ante Argentina por 1-0, en Puerto La Cruz. Le ha dado contundencia a la defensa, mayor solvencia, y se ha compenetrado a la perfección con otro hijo de vascos, Oswaldo Vizcarrondo.


Frank Feltscher es el revulsivo perfecto, el arma más letal de caballería que pueda tener un equipo para rematar un marcador. El de ascendientes suizos marcó el gol del empate a uno con Colombia en Barranquilla.

"Ellos vinieron con mucho compromiso, con mucho respeto a la camiseta nacional", definió el técnico Farías, concluído el encuentro en el estadio Metropolitano de Barranquilla. "El grupo los ha acobijado, se están dando íntegros y eso tiene que tener un análisis: todos son iguales, todos son venezolanos".

A Frank le cuesta hablar español. Todavía hay muchas palabras que no consigue al momento de responder a alguna pregunta, y se le sale una que otra "grosería" que él considera "normal", lo que genera una que otra sonrisa entre sus compañeros y periodistas.

Pero le pone corazón a lo que hace y ya se considera más venezolano que la arepa.

"Esto se lo dedico a todo el equipo, a toda Venezuela. Me han tratado como uno más. Soy venezolano", dice con contundencia Feltscher, como si no quisiera dejar alguna duda, a pesar de lo lejos que está del acento caribeño.

De 23 años, su futuro asoma brillante con el combinado nacional. Milita en el Grasshopper suizo, y es un delantero velocísimo, con fuerza física y mucha movilidad.

Amorebieta, con 26 años, ya tiene un mayor recorrido en su carrera futbolística. Toda su vida ha jugado con el Athletic, uno de los clubes de mayor tradición en España. Es conocido por la dureza de su marcaje, por saber imponer orden en la zaga y respeto entre los rivales.

"No hay que decir mucho de sus credenciales", considera su compañero en el centro de la defensa nacional, Vizcarrondo. "Es un jugador importante, que ha venido a luchar a esta selección, que ha venido como un venezolano más. Ojalá que nos siga dando satisfacciones".

Venezuela puede seguir celebrando: sus apuestas la están haciendo ganadora.

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