La firma del acta de defensa

Si adaptáramos el cuadro de Martín Tovar y Tovar del 5 de julio de 1811 a la actualidad del fútbol venezolano, los personajes principales, los firmantes, serían los defensores nacionales. Y no sólo los cuatro del fondo más el portero: hasta la delantera tendría que estar.

Es la firma del acta de defensa: el arco tiene que salir en blanco. Así lo demostraron ante Brasil, en el 0-0 del debut de la Copa América, en el estadio Único de La Plata. Funcionó a la perfección.

"El jugador venezolano se está acostumbrando a enfrentar a Brasil con más ahínco y entrega", manifestó el timonel César Farías, en la rueda de prensa posterior al partido.

En el lugar de Francisco de Miranda tendría que estar Oswaldo Vizcarrondo. El caraqueño -tan criticado en los últimos tiempos- salvó la ocasión más clara de gol de los brasileños, un disparo de Robinho que sobró a Renny Vega, pero que chocó con el pecho de Vizca, que se lanzó como héroe.

"Muchos pensaron que era penal, pero no la toqué con la mano. Tuve suerte. Y sirvió para sumar en el debut", destacó Vizcarrondo, en la zona mixta del partido.

Si bien los primeros minutos fueron de duda, con Neymar, Robinho y Pato galopantes e imponentes, con el paso del tiempo la barricada nacional se asentó. Junto con Vizcarrondo, el zuliano Grenddy Perozo, y los laterales Roberto Rosales y Gabriel Cichero secaron a los amazónicos.


Un magnífico Tomás Rincón, con Franklin Lucena luchando como un león, también rompieron juego como próceres. Juan Arango y César González ayudaron, así como "Miku" Fedor y Salomón Rondón, los delanteros.

Neymar, al que todos apuntaban como la máxima referencia de Brasil, pasó de ser tigre a gato, obra y gracia de Rosales, ayudado por Perozo y Rincón. Por allí, Venezuela frenó a uno de los peligros canarinhos.

La deuda venezolana es el gol, aunque para el esquema de César Farías, ayer, no era prioridad. Sin embargo, de cara al compromiso contra Ecuador, tiene que ser el objetivo principal, si el interés es avanzar a la segunda fase.

La insistencia (muy reducida) con los pelotazos o balones filtrados hacia José Salomón Rondón y Nicolás "Miku" Fedor siempre tuvieron respuesta efectiva de la zaga brasileña, comandada por el eterno Lucio. De hecho, en cifras, el cuadro nacional apenas tuvo un intento claro, un cabezazo desviado de Juan Arango. Poco y nada.

Los tiros al arco brillaron por su ausencia, ni siquiera de larga distancia. Tocará esperar ante los ecuatorianos.
"Hicimos un partido perfecto a nivel defensivo y de concentración. No cometimos errores graves. Los goles llegarán frente a Ecuador y Paraguay", consideró Cichero.

La independencia venezolana en el concierto futbolístico pasa por su orden en defensa, ese que decretaron desde hace tiempo, y que ante Brasil apareció como una fiesta.