Es el profeta que clama en el desierto. Cuando en Argentina se olvidaron de que el buen fútbol es parte del ADN albiceleste, él se encarga de recordarlo. Así pocos lo escuchen.
Ángel Cappa, filósofo del balón, sigue impartiendo su mensaje a los que quieran atenderle. En la Copa América, en el descenso de River Plate y en la actualidad del planeta del gol, el nacido en Bahía Blanca en 1946 sigue proclamando que no es sólo ganar, sino hacerlo bien.
El ex asistente en Barcelona y Real Madrid, y ex conductor de River Plate y Huracán, donde dirigió al venezolano César "Maestrico" González, atendió a los medios de comunicación ayer, en el centro de prensa copero en Buenos Aires. A PANORAMA respondió las inquietudes sobre la selección vinotinto y el jugador maturinés.
-¿Qué significa el hundimiento de River Plate para el fútbol argentino? -La caída de River es un estrépito muy fuerte que tendría que impulsar una reflexión profunda, porque el fútbol argentino anda muy mal. No es sólo River, en todos los aspectos anda mal. Tendríamos que pensar por qué andamos tan mal y cómo lo mejoramos, pero no tengo ninguna esperanza de que se haga eso.
-¿Cuál es la razón de la crisis?-Es producto de la mala organización. El fútbol argentino está en caída: soporta en los últimos 30 años un éxodo de casi 200 jugadores por años, y eso no se puede. Habría que protegerse de alguna manera.
-¿Se aprenderá la lección?-Todo seguirá más o menos igual: los jugadores jóvenes se irán con 10 o 12 partidos en primera división, los campeonatos cortos seguirán creando histeria, el promedio seguirá creando problemas. Es un disparate. Creo en los campeonatos largos, otro tipo de organización y otro de revisión. Salvo Vélez, acá en Argentina se juega muy mal al fútbol. Debe ser el peor campeonato del mundo, de los campeonatos grandes. De esa manera no se puede jugar, no se puede perder identidad. Si se pierde la identidad, se pierde todo.
-¿Cómo puede salir River de la crisis?-Jugando bien. Institucionalmente no sé, porque no soy directivo. Logrando una estabilidad institucional, recuperándose de las deudas que tiene y jugando bien al fútbol. Se olvidó de jugar con el paladar, que era la identidad. Perdió los puntos y la identidad.
-Mañana (hoy) debuta Argentina en Copa América. ¿Cuál es su visión sobre el equipo que dirige Sergio "Checho" Batista?-Argentina tiene, ante Bolivia, la oportunidad de empezar a demostrar su candidatura. A ver qué hace para ganar ante Bolivia.
-¿Cuál será la clave de Argentina en el torneo? ¿Aferrarse a Lionel Messi?-Siempre en el fútbol lo primero es lo colectivo. Después el jugador le agrega al funcionamiento todo lo que tiene, todo lo que sabe. Sin lo colectivo, ni Messi puede jugar.
-¿Sería un fracaso para la albiceleste no ganar la copa en casa?-No, no lo veo así. Jugar mal sería un verdadero fracaso. Si juega bien, sería un paso adelante.
-Dirigió usted al "Maestrico" González en Huracán. ¿Cuál es su opinión sobre el jugador y la selección venezolana?-César es un excelente jugador, muy habilidoso, con buen cambio de ritmo, le pega bien a la pelota. Se puede adaptar a cualquier puesto del medio campo. A Venezuela tengo bastante que no lo veo: voy a tener la oportunidad la oportunidad de verlo. Tengo la imagen de un país futbolístico en progreso: voy a ver si continúa ese progreso o no.
-¿Cómo ve al primer rival venezolano en el torneo, la Brasil campeona de América?-Brasil es candidato, tiene muy buenos jugadores, con enormes jugadores. Volvió a respetar su identidad futbolística, que es muy grande. Sí, está en renovación, pero juegan bien esos jóvenes. Neymar, Pato, son muy buenos jugadores.
-¿A quién ve como favorito, además de Argentina y Brasil?-Colombia, con Hernán "Bolillo" Gómez y Francisco Maturana, le devuelven el respeto a la identidad colombiana.
El filósofo
Ángel Cappa nació en Bahía Blanca, Argentina, el 6 de septiembre de 1946. Como jugador militó en Olimpo de Bahía Blanca: fue como entrenador que se ganó el respeto del fútbol. Asistió a César Luis Menotti en el FC Barcelona (1983-84) y dirigió en conjunto con Jorge Valdano al Real Madrid (1994-96).
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