César Farías, experto en luchar

Un líder para sus jugadores, experto en luchar. Polémico siempre, furibundo trabajador y un obsesivo de la organización, César Alejandro Farías cumplió con avanzar entre los mejores cuando pocos daban un céntimo por Venezuela en la Copa América Argentina 2011.

"Juré por mis hijos que no nos íbamos con las manos vacías. Estamos seguros de lo que hacemos", afirmó el timonel sucrense -con nombres propios de líderes militares de la historia antiguas- en una de las pocas entrevistas personales concedidas durante el torneo continental.

 Y hasta ahora ha cumplido: la Vinotinto empató a cero con la campeona de la copa, Brasil; derrotó a Ecuador 1-0 (apenas el tercer triunfo venezolano desde 1967, año de su estreno en el torneo) e igualó a tres con Paraguay, pasando como segundo del grupo a cuartos de final, donde hoy jugará ante Chile.


Técnico precoz, este ex defensa central que no alcanzó a jugar en el profesionalismo se estrenó dirigiendo un equipo patrocinado por su padre, el Nueva Cádiz de Cumaná, apenas a los 20 años. Al elenco lo ascendió desde las divisiones juveniles hasta la primera división, en 1998. Posteriormente se mudan al estado Zulia, renombrando al cuadro como Zulianos FC.

Con los celeste y negro conoció el infierno del descenso y volvió a vivir la gloria del ascenso, logrando su segundo título de la división de plata venezolana. Sin embargo, los problemas económicos del equipo obligaron a su desaparición.

A partir de entonces continuó el proceso de maduración del hoy seleccionador venezolano: Trujillanos (tercer lugar en el Clausura 2003), Deportivo Táchira (sub campeón en la zafra 03-04 y destacado en la Copa Libertadores de América), Mineros de Guayana (terceros en el Apertura 05, cuartos en el Clausura 06) y Deportivo Anzoátegui (segundo puesto del Apertura 2007).  

Farías asumió la conducción de la selección venezolana (tanto la de mayores como la juvenil) luego de la renuncia de Richard Páez en el 2007: desde entonces, ha mejorado todos los números del técnico merideño, siendo parte importante de la evolución vinotinto.

Con la sub 20 logró ir al primer mundial de fútbol de la historia venezolana, el de Egipto 2009. En tierras norafricanas llegó hasta los octavos de final.

Para las eliminatorias a Suráfrica 2010 el escuadrón patrio finalizó a dos puntos del puesto de repechaje (22 puntos, seis triunfos, cuatro empates, ocho derrotas).

En la Copa América 2011 Venezuela sorprendió, al terminar empatado con Brasil en puntos (5), por encima de Paraguay y Ecuador. "No somos grandes, somos un equipo de batalla, de lucha y de entrega como somos los venezolanos", expresó el entrenador, que con 38 años es el más joven del torneo, en la rueda de prensa luego de la paridad a tres. "Venezuela grita a toda Suramérica que quiere respeto".

Conflictivo y tachado de autoritario -mantiene una tirante relación con la prensa venezolana, llegando a llamar "mujeres" y "espías" a periodistas que cubrían un entrenamiento durante el torneo suramericano-, Farías prima la disciplina, el sacrificio y el compromiso en su relación con los jugadores. Su estilo en el campo es el de ganar a cualquier coste: equipo que toma es guerrero desde el primer delantero hasta el portero.

Futbolistas como el zuliano Grenddy Perozo han jugado a sus órdenes desde su época de Trujillanos (Juan Arango estuvo en los tiempos de Nueva Cádiz), y se refieren a él como un líder.  "Siempre nos ha dicho que estamos para grandes cosas, nos lo ha hecho saber en cada charla. Que no seamos conformistas, porque ése puede ser nuestro mayor enemigo, el ser conformistas", recalcó el central marabino.

En la Copa América, Farías seguirá sorprendiendo, presto para batallar y avanzar lo más lejos posible.

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