Antes de los goles de Yohandry Orozco y la contundencia de Grenddy Perozo, el cabimense Jesús “Chuy” Valbuena llevó la bandera zuliana por una Copa América. Ocurrió en la edición de 1995, celebrada en Uruguay.
A PANORAMA rememoró: “Fue una experiencia muy bonita. Era la primera vez que iba a un evento internacional, y casualidad me tocó la Copa América. Es algo que pasa pocas veces, y en ese tiempo era muy difícil llegar a la selección. Se dieron las cosas en ese momento. Pero no era como ahora, que el fútbol ha crecido mucho”.
Como volante en Trujillanos, Valbuena se había ganado la confianza de Rafael Santana, que decidió llevárselo a la selección venezolana.
“Yo jugaba como volante mixto, pero en la Copa América jugué de central, porque (el ex Deportivo Táchira) Andrés Paz tuvo un problema familiar justo antes de ir al torneo, así que me tocó ir de central”.
Antes de viajar a la república oriental, la concentración apuntó a adaptarse al clima: “Estuvimos concentrados dos meses en Mérida. Jugamos contra Bolivia en Valera, en Mérida y San Cristóbal contra el Deportivo Cali. La preparación fue exigente, había un buen grupo”.
Disputó los 90 minutos de la derrota en el debut, 4-1 ante Uruguay; 55 minutos de la caída 3-1 frente a México e ingresó al 80 por Marcos Mathías en la despedida frente a Paraguay, perdida 3-2.
“Los resultados no nos acompañaron. Eran otros tiempos”.
El nacido en Cabimas en 1969 militó en Trujillanos la mayor parte de su carrera, disparando algunos tiros en Llaneros. A los 30 años se retiró: las rodillas no dieron para más.
El orgullo de tener tan ilustres sucesores, como Orozco y Perozo en la vinotinto copera es grande. “Gracias a Dios siguen llegando zulianos. Ojalá que con el paso del tiempo aumente la cifra”.
A PANORAMA rememoró: “Fue una experiencia muy bonita. Era la primera vez que iba a un evento internacional, y casualidad me tocó la Copa América. Es algo que pasa pocas veces, y en ese tiempo era muy difícil llegar a la selección. Se dieron las cosas en ese momento. Pero no era como ahora, que el fútbol ha crecido mucho”.
Como volante en Trujillanos, Valbuena se había ganado la confianza de Rafael Santana, que decidió llevárselo a la selección venezolana.
“Yo jugaba como volante mixto, pero en la Copa América jugué de central, porque (el ex Deportivo Táchira) Andrés Paz tuvo un problema familiar justo antes de ir al torneo, así que me tocó ir de central”.
Antes de viajar a la república oriental, la concentración apuntó a adaptarse al clima: “Estuvimos concentrados dos meses en Mérida. Jugamos contra Bolivia en Valera, en Mérida y San Cristóbal contra el Deportivo Cali. La preparación fue exigente, había un buen grupo”.
Disputó los 90 minutos de la derrota en el debut, 4-1 ante Uruguay; 55 minutos de la caída 3-1 frente a México e ingresó al 80 por Marcos Mathías en la despedida frente a Paraguay, perdida 3-2.
“Los resultados no nos acompañaron. Eran otros tiempos”.
El nacido en Cabimas en 1969 militó en Trujillanos la mayor parte de su carrera, disparando algunos tiros en Llaneros. A los 30 años se retiró: las rodillas no dieron para más.
El orgullo de tener tan ilustres sucesores, como Orozco y Perozo en la vinotinto copera es grande. “Gracias a Dios siguen llegando zulianos. Ojalá que con el paso del tiempo aumente la cifra”.
Comentarios
Publicar un comentario