Huracán a cuartos (o premio a la fidelidad)

Diez disparos al arco y ninguno, léase bien, ninguno del equipo rival; 68% de posesión de balón y 69 balones recuperados.  Lionel Messi, Xavi Hernández y compañía aplicando el asfixiante ataque blaugrana;  un estadio Camp Nou a rabiar, más una decisión arbitral rigurosa y otra discutible.

Tanto dio el agua al cántaro, el huracán al roble,  hasta que se rompió: el Barcelona pasó a los cuartos de final de la Liga de Campeones, este martes, tras vencer 3-1 al Arsenal inglés (4-3 global), en la vuelta de los octavos de final.

  El boleto a la fase siguiente fue un premio a la fidelidad. Los catalanes mantuvieron hasta el final, y con mucho sufrimiento, su estilo ofensivo, de toque, estético; los londinenses traicionaron, y quizá con un buen motivo, su mismo código de juego. Se quitaron la capa de héroe ofensivo, y la cambiaron por la braga del obrero defensivo. Y así se vivieron los 90 minutos de un partido memorable.

 Dos goles de Messi y uno de Xavi sentenciaron el duelo para los catalanes, que se vio  comprometido por un autogol de Sergio Busquets.

El carrusel de disparos azulgranas comenzó con Daniel Alves, cuyo tiro libre, al 16, obligó a que saliera lesionado el portero polaco Wojciech Szczesny, sustituyéndole el español Manuel Almunia.

El meta perdedor de la final del 2006 se erigió como el héroe de la resistencia británica. David Villa, Adriano y Messi chocaron contra el muro; hasta que Andrés Iniesta, al 45+3, metió un pase entre tres que tomó el 10 argentino, levantando la esférica ante la salida desesperada de Almunia y rematando, de zurda, para abrir el marcador.

Un gol de antología rompía el cerrojo del DT  Arséne Wenger. 

Pero al 53, el catalán Busquets, en un córner, le dio el empate a los ingleses. El autogol premiaba, injustamente, a un cuadro inglés dedicado a defender.

En una decisión severa, pero apegada al reglamento, el árbitro suizo Mássimo Busacca, expulsó por doble amonestación a un infantil Robin van Persie. La primera amarilla la había recibido por golpear en el rostro a Alves, al 45. La segunda, al 56, por disparar después de pitada la posición adelantada. Y adiós, se quedaba Arsenal con 10.

Luego que Almunia le detuviera, al 67, otro tiro a Villa, Iniesta volvía a hacer magia. El albaceteño se llevó la pelota, se desmarcó y la cedió a Villa; a un toque la pasó a Xavi, que disparó para volver a colocar por arriba al Barcelona, al 69.

Dos minutos más tarde, y con el Barsa convertido en avalancha, Busacca pitó penal en una falta discutible sobre Pedro. Messi se encargó de cobrar y poner a celebrar a un volcánico Camp Nou.

Los culés le ampliaron el pedestal a Almunia, que evitó que la derrota  se convirtiera en masacre con sus paradas, pero al final, Barcelona se quedó con el boleto y la alegría.

Comentarios

  1. Francisco Alcorta9/3/11 7:45 a. m.

    Increíble la actitud tomada por el Arsenal siendo un equipo "parecido" al Barça en cuanto a su forma de jugar haya salido de tal manera. Muchas personas critican la decisión del árbitro con respecto a la 2da amarilla a Van Persie pero todos sabemos que si pateas al arco para perder tiempo es amonestación, aquí, en la Champions o en la Libertadores.

    ¿Mucha gente en el estadio y no escuchó? absurdo, cuando él recibe el balón la mirada estaba hacia el asistente y tuvo que haber visto que era offside.

    Quedó demostrado que Busquets como defensa central es buen volante de contención. Justo ganador el Barça.

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