“Es imposible lograr que todos estén contentos. Viendo los resultados deportivos del Mundial de 2010, no había razón para cambiar (el formato)”, afirmó, en rueda de prensa, el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, luego de la reunión del ente deportivo realizada ayer, en Zúrich, Suiza.
La única novedad es que el boleto del repechaje suramericano no se decidirá obligatoriamente con la Concacaf, tal y como sucedió de cara al Mundial de Suráfrica 2010 (en el que Uruguay eliminó a Costa Rica), sino a través de un sorteo en el que se agregan, además de la confederación centro, norteamericana y caribeña, Asia y Oceanía.
“La Concacaf no estaba muy contenta con volver a enfrentar a (Suramérica) en un repechaje (...) Por eso decidimos realizar un sorteo”, explicó el jerarca de la Fifa.
Al azar se decidirán los enfrentamientos entre el quinto mejor país de Suramérica, el cuarto de Centro, Norteamérica y el Caribe; el quinto de Asia y el vencedor de las eliminatorias en Oceanía.
La decisión federativa es la gran oportunidad de la vinotinto para clasificar, por primera vez, a una Copa del Mundo de mayores. Los nacionales (22 unidades) quedaron a dos puntos del puesto de repechaje para Suráfrica 2010, en manos de Uruguay (24).
Si se aplicaba a la tabla final de las eliminatorias a Suráfrica 2010 el formato vigente para Brasil 2014, el puesto de la repesca quedaba para Ecuador (23 unidades, igual cantidad para Colombia pero con mejor diferencia de goles). A un punto se ubicaría la vinotinto de la gloria.
Los jugadores están conscientes de que éste es el gran momento para clasificar a un mundial. Ángel Chourio, atacante vinotinto, señaló a PANORAMA que “con cuatro cupos y medio no es más fácil, pero sí nos da un poco de tranquilidad para pelear por el Mundial”.
Aunque en la Concacaf aspiraban a que el medio cupo suramericano pasara a ellos automáticamente, por ser Brasil el organizador del torneo, la Fifa se decantó por Suramérica.
“Es lo más justo”, considera Chourio. “Es la eliminatoria más difícil del mundo”. Y con razón.
“Es por el bien de Suramérica la decisión. Dios quiera y nosotros podamos aprovechar la oportunidad”.
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