El fútbol en el Zulia, ¿arar en el mar?

Unión Atlético Maracaibo.

Zulia FC, Petroleros, Maracaibo FC, Unicol, Atlético Zulia, Zulianos e Italmaracaibo. Quizá pocos recuerdan que esos equipos defendieron la bandera de la región en la primera división del fútbol venezolano. Pero la memoria histórica no falla: siete equipos han desaparecido y los que quedan tiemblan ante el abismo. En la Tierra del Sol Amada, capital del Lago y madre del petróleo en el país, los equipos de fútbol nacen y mueren en menos de un estornudo. La falta de apoyo y de organización quemaron los vestigios de fútbol en el Zulia. Aún queda candela.

Zulia FC.

El primer paso de un club de la región por la primera división se dio en 1968. Zulia Fútbol Club era su nombre y, en los dos años que duró en la categoría, Manolo Muchacho y Angelo Milli le dieron vida.

Pero la constante falta de dinero y el poco apoyo local hizo que se quebraran los cimientos y en 1969 dejó de existir el club en primera.

“Tres o cuatro personas no pueden aguantar el coste del equipo”, recuerda Roque Vera, volante zuliano que militó en el cuadro. “Eso era antes, imagínate ahorita. Es demasiado oneroso. Pueden tener todas las ganas, pero dura mientras dure la chequera”.

Petroleros del Zulia.

Pasaron 13 años para que un equipo regional volviera a la primera división. El proyecto Petroleros del Zulia reunía a fútbol y a baloncesto, de la mano del empresario Heraclio Montiel.

Ciro Contreras trabajó como hombre de prensa en el equipo. “No se utilizó una base de jugadores locales, sino que dependió siempre de foráneos y extranjeros”, recordó.

Desde el 82 hasta el 84, Petroleros estuvo dando tumbos en primera: “Se hizo un gran esfuerzo para traer un técnico uruguayo (Miguel Ángel Acosta, padre del actual técnico del Zulia FC) y jugadores importados, pero los números se comenzaron a salir del contexto”.

Cuenta Ricardo Chávez, ex directivo: “Uno contaba con el pago de patrocinantes como la Lotería del Zulia y resulta que, llegado el plazo, no lo hacían. Hasta que la gente se cansó de meter la mano en el bolsillo”.

Maracaibo FC.

El segundo proyecto se fue al traste. Era la hora del Maracaibo FC, que saltó a primera en la zafra 89-90. “Sí era una idea más realista, con inversionistas que tenían intereses en el equipo”, rememora Chávez, cercano a la directiva. “Pero en aquella época no había, siquiera, quien escribiera o narrara de fútbol, por lo que era muy difícil llegarle a la gente. No hubo posibilidades para que el fútbol se arraigara”, añadió.

Maracaibo, con jugadores como Jorge “Avión” Medina y Franklin Vílchez, descendió en la 91-92, volviendo una campaña después a primera. Desaparecería en la 94-95.

Unicol.

Isidro Sulbarán lideró, en la Costa Oriental del Lago, el proyecto de Unicol, para tomar el testigo del Maracaibo en la categoría. “Lo difícil en nuestro caso era la infraestructura, porque el estadio 5 de Julio, de Lagunillas, era muy pequeño para la primera”, contó el ingeniero.

Los verdeamarillos pelearon en las campañas 94-95 y 95-96. Antes y durante, desarrollaron seis escuelas de fútbol en su zona de influencia, con entrenadores. Además, recibieron jóvenes promesas como Gabriel Urdaneta y Jorge “Zurdo” Rojas.

“Pero llegó la inmediatez por ganar, y dejé el equipo en otras manos”, explica Sulbarán. Unicol vendió su ficha al Atlético Zulia.

Ruberth Morán con el Atlético Zulia.

El “Equipo gallo” se convirtió en la inversión más efectiva de todas: apenas en su primer año en la categoría de honor ganó el Apertura 96, terminando subcampeón de Venezuela. Era una especie de equipo de ensueño, con astros como Gabriel Urdaneta, Juan García, Edson Tortolero, Luis Vera y Ruberth Morán.

 En la 97-98 se coronó campeón absoluto ante Estudiantes, aunque el Atlético Zulia ya había decidido su destino: se mudó a los Andes, adquiriéndose los derechos de la Universidad de los Andes-Mérida.

“Según nos contó el propietario del equipo, Marcelo Bortolussi, las razones fueron de índole económica”, refiere Morán, uno de los estelares del “Equipo gallo”. “Según sondeos que él hizo, se reflejaba la posibilidad de que en Mérida se dieran más llenos en el estadio Soto Rosa que en el ‘Pachencho’, y eso le ayudaría a recuperar la inversión de tener a una nómina de tantos nombres valiosos como la del Atlético Zulia”.

Las cuentas no dieron y, finalmente, el ULA también dijo adiós.

Alexander "Pequeño" Rondón con Zulianos.

El testigo lo recogió Zulianos. Llegados desde Cumaná con el nombre de Nueva Cádiz, cambió su denominación de cara al Clausura 99.

Bajo el mando del hoy seleccionador César Farías se mantuvieron luchando en la zona media de la tabla en la zafra 99-00, bajando en la 00-01 a segunda. Al recuperar su puesto en la categoría de honor, lo terminó vendiendo al Unión Atlético Maracaibo para la temporada 02-03.

“No podemos decir que perdimos algo, porque ganamos prestigio, se desarrolló César como entrenador y sacamos futbolistas como Juan Arango, Grenddy Perozo, Néider Chourio”, hace memoria Luis Farías, jerarca del equipo desde su etapa en Nueva Cádiz, además de padre del hoy timonel nacional.

“Nos fuimos porque sentíamos presión, la gente iba a gritar en contra de la familia, nos atacaban. Quizá si hubiésemos sentido más cariño, nos quedábamos. Pero era una etapa cumplida, un paso más”, añadió.

Derwi Martínez (izquierda) con Italmaracaibo.

Italmaracaibo fue el último equipo que desapareció estando en el Zulia. Le compró el cupo al campeón de segunda, Marítimo, en la 04-05.

 Sin embargo, nunca pudo hacerse con la misma popularidad del rival de ciudad, Unión (campeón absoluto esa temporada y dueño del Apertura en la siguiente) y terminó desvaneciéndose en la 05-06, luego de su caída a la segunda división.

Unión, al quedarse sin el apoyo de los entes gubernamentales, vendió su cupo en primera y está en el umbral de su desaparición. Zulia sigue sin tener afición, y los recursos económicos no están en lo más alto. ¿Seguirán el mismo camino que los anteriores?