"La pelota era la filosofía de La Masía": Franco Fasciana

Lionel Messi, Josep Guardiola, Carles Puyol, Xavi Hernández… nombres ilustres, que ayer, hoy y siempre han marcado al mundo del fútbol, nacieron en La Masía. Un edificio construido en 1702, vieja construcción de la Catalunya rural remodelada en el siglo XX, y que sirvió, hasta 2011, para formar a los jugadores que hicieron grande al FC Barcelona.

Un venezolano vivió entre sus paredes por poco menos de un año. Franco Fasciana, volante de contención que pasó, entre otros equipos, por el Unión Atlético Maracaibo y el Zamora FC. Perteneciente a una de las grandes dinastías futbolísticas del país, su padre Franco y su tío José fueron referencia en el país.

Hoy, alejado de los campos por motivos personales, no olvida su paso por las categorías juveniles del equipo culé. “Primero estuve con la selección venezolana en el Suramericano sub 17 de Ecuador 2007. Allí me vieron y me dieron la oportunidad en el Barcelona”, señala, vía telefónica desde Barinas. “Me dijeron que estuviera un año en Venezuela, con el Unión Atlético Maracaibo. Después me enviaron el contrato, los pasajes y todo para ir a Barcelona”.

Era un volante de buen toque, que no rehuía al contacto físico, delgado pero veloz en el pensamiento y en la acción. Fasciana nació en Barinas el 9 de mayo de 1990. Antes de recalar en el UAM estuvo en las divisiones inferiores del Monagas SC. En 2008 se unió al club blaugrana.

“Contactaron a mi papá. Ellos estaban en Ecuador, había varios ojeadores de todos los equipos, del Barcelona, de Benfica, de Boca, de River. Todo lo hicieron con mi papá. Durante mi etapa en el Maracaibo me siguieron llamando, hasta que llegó junio y me tocó viajar”.

La moderna capital de Catalunya abrió sus puertas para el llanero. Una de las ciudades más cosmopolitas de Europa, de los puertos más importantes del Mediterráneo, eterna luchadora contra el centralismo de Madrid. Allí, el FC Barcelona representa el brazo deportivo de la Ciudad Condal.

“Quedé impresionado. Cuando llegué allá me recibió Juan Mata (agente de futbolistas, padre del campeón del mundo con España en 2010 y hoy estrella del Manchester United) y el ojeador que estuvo en Ecuador. Me llevaron a La Masía, firmé el contrato, vi el entrenamiento del primer equipo, conocí a algunos jugadores y fue una experiencia muy bonita”.

Un sueño total, hecho realidad. Con 18 años vestía la camiseta que comenzaba a dominar el planeta, con Guardiola como técnico y Messi como estelar jugador.

“Cuando recién llegué estuve tres meses viviendo en La Masía. Las habitaciones quedan en el Camp Nou; La Masía, donde comemos, es al lado de una cancha de fútbol. Comíamos allí, jugábamos, pasábamos todo el día entrenando. De allí salía el autobús a la Ciudad Deportiva (Joan Gamper, en Sant Joan Despí)”.

“Se respira puro fútbol. Hay jugadores hasta los 18 años, después de esa edad tenías un apartamento. Quedábamos tres por habitaciones. Era solo fútbol, todo tenía que ver con fútbol. Los niños que estaban en el colegio iban en la mañana al colegio y después a entrenar. En mi caso solo entrenamiento”, recalca Fasciana.

Compartió con varios futbolistas que llegaron al primer equipo, durante la presencia de Guardiola como entrenador. Unos explotaron, otros quedaron como eternas promesas. “Estuve con varios que subieron luego, Bartra, Marc Muniesa, Jonathan dos Santos, Thiago Alcántara. De los que me acuerdo”.

El día a día era guiado por personal del equipo: “Muy cariñoso el trato. Desde que uno llega se siente como en casa. Están pendientes de ti, que no hagas las cosas mal, que siempre estés con el trabajo”.

Alex García lo entrenó en el equipo juvenil. “La pelota era la filosofía, el trabajo con la pelota, los pases fuertes, recibir, uno a uno, dos toques. Era mucho más trabajo con pelota que con lo físico”. Llegaría a ganar una liga y un torneo amistoso, en el que fue factor fundamental, pese a su poco tiempo en el club.
 

“Fuimos a un cuadrangular, me acuerdo que estaba recién llegado y ganamos una final ante el Sevilla, marcando yo un penal. Es mi mejor recuerdo”.

La interacción entre los miembros del primer equipo y los del juvenil estab siempre presente.

“De conocerlos, le dí la mano a todos, pero con el que más pude hablar fue con Dani Alves”. El defensor brasileño fue el más efusivo en el trato. “Cuando llego, estoy firmando y él también estaba allí. Después lo vi en el entrenamiento y hablamos. Le dije que venía de Maracaibo y él me dijo: ‘Maracaibo, qué calor allá, cuando jugamos la final de la Copa América contra Argentina. Mucho calor, mucho calor”.

Seis años después, la experiencia le sirvió mucho a Fasciana. Estuvo en el Real Oviedo (categoría Regional Preferente), el Zamora FC y el Aragua FC. Luego de estar con Potros de Barinas decidió apartarse del fútbol.

“La personalidad, la madurez. Crecí mucho como persona. Me fui muy chamo, y es otro ambiente, otra cultura. Aprendí mucho. Ahorita estoy con mi familia, tengo un año que no juego. Tuve un niño y estoy con él ahorita. En estos momentos no, ha sido fuerte, pero capaz, más adelante sí”.

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