Contra los europeos, en el 4-0 de la noche del miércoles en Puerto Ordaz, el sucrense apeló por un 4-5-1 (desglosado como un 4-2-2-1-1), con Nicolás "Miku" Fedor en el primer tiempo como ariete y José
Salomón Rondón en el segundo. Por los costados ayudó, en la primera mitad, Mario Rondón (llegó a alternarse con "Miku" como puntero); en la segunda, Yonathan del Valle, ayudado también por el zuliano Yohandry Orozco.
Un gol en el primer tiempo (Luis Manuel Seijas de media distancia) y tres en el segundo (dos por jugadas de campo concretadas por Salomón Rondón, más el córner resuelto de cabeza por Oswaldo Vizcarrondo) fueron la cosecha vinotinto en el CTE Cachamay.
"Es un esquema nuevo", explicó "Miku" al final del partido. "La sub 20 que fue al Mundial con César tenía ese esquema parecido, con Yonathan del Valle por fuera y Salomón Rondón de nueve. Mario y yo nunca habíamos jugado así, nos estamos adaptando. Es otra variante que hay. Ya hemos jugado con 4-4-2, con 4-3-3 y tenemos un nuevo esquema. Tenemos jugadores para ensayar y proponer cosas nuevas".
Fedor tuvo un par de ocasiones bien sacadas por el portero moldavo, Stanislav Namasco. Mario contó con otra oportunidad que pasó cerca del poste derecho de los europeos.
"Mario es un jugador tácticamente muy bueno, se ubica bien", consideró Farías, en la rueda de prensa postpartido. "Parte de sus características es esa buena ubicación táctica. También cuento con otras alternativas, como Frank Feltscher, Josef Martínez, Richard Blanco. Estas alternativas antes la selección no las tenía, ahora sí".
Sólo el trallazo de volea de Seijas pudo abrir el marcador en la primera mitad. Pero los cambios de la segunda parte desplegaron el apocalipsis para el equipo del águila dorada.
Farías dio entrada a Orozco, Salomón y Del Valle. Al 49, el carabobeño entró por la derecha y Rondón la metió sin problemas; el mismo esquema en su segundo gol, al 72, pero con Orozco centrando desde la izquierda.
Así será el planteamiento nacional en Montevideo, el 2 de junio. Del Valle explicó, finalizado el partido, su trabajo: "El profesor me dijo que mi fuerte es el mano a mano, pero que también defendiera un poco, y fue lo que hice: defendí, ataqué, demostré lo que soy. Se me dio el resultado, jugué bien, dejé todo en la cancha".
En el caso de Salomón Rondón, su labor fue similar a la que realiza en el Málaga español, donde lleva 25 goles en dos temporadas ligueras.
"Me pidieron movilidad, trabajar a las espaldas de los centrales, buscar el espacio. Lo que tiene que hacer un delantero de área, estar allí en cualquier momento para cualquier pelota. Dos centros, dos goles, estoy tranquilo", explicó el atacante caraqueño.
Una lanza solitaria para el ataque venezolano. El resto, a cooperar, a defender y a presionar, pero siempre en bloque. ¿Surtirá efecto en el estadio Centenario?
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