La salida nacional hacia el autobús, desde el estadio, no desentonó en el mensaje de humildad del plantel vinotinto. "Empatar no es ganar nada: vamos paso a paso, partido tras partido", resaltó, con su campechanía habitual, el arquero Renny Vega.
Para Tomás Rincón, el mejor de la vinotinto en la cancha, la clave estuvo en mantener la serenidad cuando Brasil más presionó. "Nunca perdimos la calma. Sabíamos que íbamos a sufrir, porque Brasil es Brasil, con tipos muy complicados arriba, y no perdimos las ganas de correr y luchar", afirmó el tachirense.
"Comenzamos bien, pero estamos tranquilos, sin mucha euforia, porque vamos paso a paso", mantuvo el volante de contención.
Gabriel Cichero fue otro de los que guerreó desde el principio hasta el final. "Nunca dimos una pelota por perdida. Demostramos que estamos avanzando a paso de gigante. Llegamos a ese objetivo, que es pasar de fase. Los 90 minutos corrimos, dimos todo", destacó el caraqueño.
Porque no era sólo frenar los ataques, sino también los tiros libres, donde los brasileños son dioses. "(El seleccionador Farías) César nos dijo que no cometiéramos fouls cerca del área, porque tenían grandes pateadores, y no hubo ningún foul por allí. Es un empate positivo".
Otro de los héroes fue el zuliano Grenddy Perozo, eje de la defensa central venezolana, junto con Oswaldo Vizcarrondo. "No es sólo la pareja de centrales: la línea defensiva, los del medio y hasta los delanteros ayudaron", apuntó el de Los Haticos.
La mira está puesta sobre el próximo rival, Ecuador en Salta. "Ante Ecuador tenemos que salir a matar para buscar la clasificación", sentencia Perozo. "Tenemos muchos días para trabajar el partido": es el 9 de julio.
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