Messi el extraterrestre, Carlitos el argentino

El diario Clarín, que encarta un suplemento de humor futbolístico los jueves, publicó una entrevista con el padre "extraterrestre" de Messi (no Jorge, sino el "padre biológico")... allí dejó frases para el recuerdo (y la risa).

 "Me gusta ver a Lionel con la camiseta de Argentina, porque los argentinos y los extraterrestres somos muy parecidos: nos gusta mirar a los demás desde arriba".

Otra del ET: "Cuando Lio cumpla 25, le voy  a comprar una nave".

Es el sentimiento general, el que reina: Messi no pertenece a Argentina. Y no sólo por su juego extraordinario, fantástico, excepcional, sino porque no tiene las costumbres del común de los nacidos en esta tierra.

Nos tocó ir al predio de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, casi a 35 minutos de la ciudad. Un lugar apartado, boscoso, lejos de la autopista, pero con unas instalaciones modernísimas, más de seis canchas de fútbol, gimnasio, y todo lo que se requiere para el desarrollo integral del jugador (envidia nuestra, con nuestro semi inactivo Centro de Alto Rendimiento de Margarita).

Antes de entrar, el hambre nos llevó a una cabaña aledaña donde venden parrillas. Lástima que, para la hora, la dueña y su hijo estaban cerrando. Sin embargo, las últimas empanadas que les quedaban (sí, como las nuestras, pero sólo de carne molida), frías y sin poder calentar porque la leña ya la apagaron, nos salvaron la vida.


De la conversación con la dueña y su hijo nos quedó clara una cosa: Messi no es el ídolo de Argentina. La voz del pueblo, como la de nuestros interlocutores, tiene por protegido a Carlos Tévez, jugador de barrio (creció en el combativo Fuerte Apache), sencillo, de verbo fácil pero sin vocabulario extenso, un "negro" como llaman aquí a los de piel levemente morena, de clase humilde.   

"Es que ves que Messi nació acá, pero se fue para Barcelona muy chico", recuerda el hijo de la dueña. "Sí, es un gran jugador, pero con Argentina todavía no ha logrado nada. Tiene que ganar. Y todavía, Carlitos es el más querido", recalcó, haciendo la señora -piel oscura, cabellos platinados, delantal con la bandera argentina- también un paralelismo con Diego Armando Maradona: "Con sus fallos y defectos, lo queremos muchísimo, lo amamos. Esto (el predio de Ezeiza) se llenó cuando se fueron a Sudáfrica y cuando regresaron. No querían que a Diego lo echaran".

Pronostico que conquistar el corazón de los argentinos será imposible para Messi. Sí, puede ganar esta Copa América, la Copa del Mundo o una extraterrestre, interplanetaria, pero el alma de la gente es propiedad de sus muchachos: Maradona y Carlitos Tévez. Es cuestión de feeling.

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