"Quiero ser como Yohandry"


Diego Pérez  juega fútbol en la escuela Fénix, entre los barrios Guanipa Matos y Alma Bolivariana. Tiene doce años y, como volante, su ilusión son los goles.  “La Perla” Yohandry Orozco, uno de sus ídolos, sabe de eso, cómo generarlos y cómo hacerlos.

“Quiero ser como Yohandry”, confiesa Diego, vestido con una roída camiseta amarilla con el escudo del Barcelona estampado en el pecho. Ayer no se lo dijo, la timidez lo venció, pero poder recibir la clínica por parte del internacional vinotinto, en el Alejandro Borges, fue cumplir una parte de su sueño.


“Yo era como ellos”, afirma Yohandry, que tuvo poco tiempo para descansar luego de su arribo a Venezuela, procedente de Estados Unidos, donde se concentró con la vinotinto preparándose para la Copa América. “Le pedía autógrafos a Giancarlo Maldonado y Juan Fuenmayor”, que jugaban en el Unión Atlético Maracaibo cuando él despuntaba en las categorías juveniles del bicolor.

Las cosas han cambiado.

“La Perla” se presentó ayer ante más de 100 jugadores de escuelas de fútbol de Maracaibo, como la Vino Tinto, Luis Ángel García, La Modelo y  La Trinidad. Era verse en un espejo: así surgió él, desde el barrio Cardonal Norte, tocando el balón en canchas de tierras. Hoy, cuando su fútbol rueda por los grandes estadios del mundo, no se olvida del pasado.

Toques de balón, regates, disparos al arco, fueron parte del repertorio explicado por el profesor a sus alumnos. Con Diego compartió, así como lo hizo con Naiderson Manotas, lateral izquierdo de once años.

“Me gusta cómo le pega Yohandry con la zurda, la calidad con la que juega. Quiero aprender todo lo que explique”, señaló.

Ni el calor, ni el cansancio, mucho menos la tardanza de los políticos en aparecer para la foto, le quitaron ánimos a Orozco, que vistió la camiseta 10 en la clínica —¿un aviso para lo que viene en la copa—.

 En el campo, los niños disfrutaron, y Yohandry, que dejó de ser niño pero que disfruta del fútbol como tal, también.

Comentarios