¿Futuro cimentado?

Con el 2010 gris que ha tenido el fútbol zuliano en primera y segunda división, parece lógico dudar sobre su continuidad en el futuro.

Porque no son únicamente las derrotas del Zulia FC y el Unión Atlético Maracaibo las que preocupan: un estadio José “Pachencho” Romero ya convertido en una ruina, vacío, sin vida; la ausencia de patrocinantes y de simples políticas de promoción, y la reducción de infraestructuras para entrenar atentan contra la existencia de los dos principales clubes de la región en primera y segunda división.

Pensar en apellidos refulgentes que puedan reforzar los equipos para el torneo Clausura puede ser un saludo a la bandera: inútil, un mero simbolismo.
Unión, el único campeón zuliano de Venezuela con vida, terminará último en el grupo Occidental del Apertura de segunda división; Zulia, el solitario cuadro de la región en la categoría de oro, finalizará otro torneo sin pena ni gloria. ¿Podrá generar interés en la colectividad o en los grupos económicos dos equipos grises y con problemas?

Haciendo un análisis sobre la historia del balompié en la Tierra del Sol Amada, desde el viejo Zulia FC hasta el Italmaracaibo, los cuadros de la entidad que han desaparecido siempre han dependido de un mandamás que les proporcione el dinero. El desaliento del jerarca deviene en la extinción del equipo: los expertos coinciden que el ansia por generar dinero es el peor mal. Si no obtienen títulos, se ganan pases a copas internacionales o rinde monetariamente en menos de un año, baja el interés y, por lo tanto, o se va a la quiebra o es vendido.

¿Quién asegura que, luego de esta prueba del 2010, ante los estadios vacíos y la nula obtención de triunfos, la Gobernación del estado considere que el Zulia FC es un derroche de dinero en tiempos de crisis? ¿O que el ingeniero Ricardo Bravo analice sus gastos y juzgue, con toda razón, que no vale la pena seguir gastando dinero en un proyecto como el Unión que se hunde en el foso de la clasificación?

Austeridad e ingenio son la clave para salir adelante. Apoyarse en los jugadores locales, gastar lo mínimo en refuerzos necesarios y pensar no en el presente, sino en el futuro. Apelar al apoyo del público, visitar escuelas y universidades, ser agresivos en la mercadotecnia con el consejo de expertos: vale más gastar dos millones en un publicista (llamémosle gerente) que un millón en cinco jugadores.

Y tener paciencia, muchísima paciencia, sin dejar de creer en el futuro.

De poco o nada sirve pensar en contratar a nombres rutilantes, si el equipo sigue creciendo con pies de barro. El fútbol zuliano está en juego.

Comentarios

  1. Que bueno que seamos critico, con esto y para la incapacidad gerencial, de los equipos zulianos es MOLLEJUA, hacer un equipo para caprichos no se puede hacer, Zulia veo como los directivos no "Invierten" en jugadores por el precio ya q creen q se les paga mucho, por eso la platilla que tienen, lo del UAM, da un poquito de esperanza, ya que asi comenzo un tal Guillermo Valentiner, creyendo en una idea equivocandose pero colocando las bases para una Institucion seria, y Nacio Caracas FC como empresa, (Ya existia como equipo) y hasta que aparecio un tal Sanvicente, capacitado y con mucho trabajo logro lo que es hoy caracas FC; un ejemplo es para llenar el estadio ni ganando por 8ª vez se pudo, imaginese lo dificil de esto, pero hoy ya Caracas tienen fanaticos... Ahora mi pregunta seria esta bien asesorado el Ing. Ricardo Bravo, no se Creo que si no sale del Sr. Orlando Arango el UAM se nos va!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario