El hundimiento

En unos sorprendentes cuartos de final, Brasil y Argentina se despidieron del Mundial de Suráfrica 2010, uno con más pena que el otro.
Los amazónicos dijeron adiós después de la derrota 2-1 ante Holanda, el viernes. Una selección brasileña descabezada, sin concentración y muy desesperada, sucumbió ante el equipo naranja que jugó con los nervios del penta, con Wesley Sneijder y Arjen Robben como principales armas del desequilibrio.
Pese a que los suramericanos se adelantaran con gol de Robinho, los neerlandeses supieron aguantar la embestida y devolverla. Primero con un centro desde la derecha de Sneijder, peinado por Felipe Melo, ayudado también por una salida errónea de Julio César. Luego, con un córner doblemente cabeceado en el área amazónica, finalizado exitosamente por el mismo Sneijder.
Las críticas llovieron sobre Dunga. Sin embargo, parece injusto, incluso desacertado, criticar a alguien por el estilo de fútbol que plantea si, con él, ganó una Copa América y una Confederaciones, además de terminar como primero las eliminatorias a la Copa del Mundo.
Pero si hay algo por lo que se le puede apuntar al ex volante central es en la terquedad de morir con un futbolista excesivamente brusco y poco pensante como Melo, que dejó al equipo con diez jugadores, después de pisar intencionalmente a un Robben que estaba en el piso. Quizá allí el problema estuvo en la confección del equipo, porque, tras la lesión de Elano, no halló un sustituto de calidad para el puesto de mediocampista (aunque Elano se ubicara un poco más adelantado en el campo).
Desacertada también fue la colocación de Daniel Alves por el medio derecho. El lateral derecho, que se ha convertido en uno de los mejores del mundo, fue de más a menos en el compromiso. La desaparición de Kaká y los parpadeos defensivos de Julio César y compañeros en la zaga también tienen su cuota de responsabilidad en el hundimiento del Penta.
El sábado le tocó a Argentina. Quizá, ante Alemania, era la crónica de una muerte anunciada: la albiceleste nunca jugó con un equipo que le planteara un juego ofensivo. Nigeria, Corea del Sur y Grecia no ofrecieron resistencia atacando, mientras que México no se recuperó del gol en posición adelantada de Tévez.
Mientras Alemania sucumbió ante Serbia y sufrió con Ghana, le pasó por encima a una Inglaterra que le propuso juego de ataque, pero que también quedó shockeada después de que no le cantaran el famoso gol a Lampard.
Sin embargo, había una diferencia: Alemania sabía a qué jugaba. Argentina no.
Mientras el equipo de Löw mostraba equilibrio en defensa y ataque, con un mediocampo rompedor y creador, el cuadro de Maradona sólo apelaba a la furia, al ímpetu de su delantera. Pero más nada. Y se hundió.
Cuatro goles germanos fueron suficientes no sólo para apear del Mundial a Argentina, sino para destrozarlos en el ego, humillarlos y llenarles de barro la camiseta.
Maradona se quedó dormido con los cambios y, lejos de ser un radical como suele ser, fue muy conservador. Se quedó, para el segundo gol, con los mismos once jugadores iniciales, pese a que Otamendi no pudo frenar a nadie y Maxi Rodríguez desapareció del campo. Cuando se dio cuenta que tenía dos goles en contra y que tenía que cambiar jugadores, era demasiado tarde.
Ahora se abre el debate. ¿Dejaría usted a Dunga y a Maradona en sus cargos para la Copa América de Argentina 2011?

Comentarios

  1. es una verdadera pena ver un equipo que ha demostrado consistentemente un juego de alto nivel, presentar un partido en donde la apatía
    fue la regla general en una Alemania que solo presiono un poquito los últimos 10 minutos del partido, en realidad creo que hubiese sido mas digno una semifinal con Argentina o en el peor de los casos con Inglaterra. desde un corazón teutón es simplemente increíble ver como un equipo que no ha demostrado nada en este mundial que solo basta con ver que ha pasado todos sus encuentro con la mínima diferencia mostrando un fútbol mediocre y sin nada mas que ofrecer que golpes y jugadas dudosas, ha alcanzado la final sobre uno, que vuelvo y repito a pesar de llegar diezmado mostró contundencia en la mayoría de sus partido, eso simplemente despierta suspicacia y la fe que se instaura desde que se es bebe de desmorona poco a poco. predicción: no ha que ser pulpo para saber que mañana Alemania jugara como debio jugar ante España, cosa que lamento por que hoy pienso que los Uruguayos han mostrado mas carácter y valor y considero que hoy son mas dignos que los alemanes.

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