Eficacia ante todo

Por cuestión de edad no tuve la dicha de ver en vivo a la “Naranja mecánica” capitaneada por Johan Cruyff, “hija”  de la mente de  Rinus Michels, que maravilló al planeta en  los años 70. Gracias a Dios quedaron los videos y los libros, que describían a un equipo con un control total del balón, exquisito en toques, sacrificado en defensa. Fútbol total, donde todos atacaban y cortaban juego.

En el 74, con el inmortal dorsal 14 presente en cada partido, Holanda dio un paseo a cada contrincante. Hasta que se encontró, en la final, con la Alemania de Franz Beckenbauer. Allí terminó el caminito de rosas para los neerlandeses.

Pasaron cuatro años, y en Argentina 78 ya no estaba Cruyff, ausente por motivos personales. Pero la columna vertebral permanecía, inamovible como el estilo de juego. Allí los caudillos eran Neeskens, Rep, los hermanos van der Kerkhof, Rensenbrink...

La inspiración y la suerte estaban del lado albiceleste, y otra vez la belleza del juego no se llevó una recompensa.

Otras versiones de Holanda, unas más dominantes que otras, terminaron sin premio. La de comienzos de los 90 con Gullit y Van Basten, o la de finales de la misma década, con Bergkamp como la principal referencia ofensiva. Nada, cero.

El despliegue en la Euro 2008 de esta nueva muestra “oranje”, ahora con Van Basten como DT, fue de más a menos: juego bonito, pero sin resultados. Después de clasificar invicta a octavos (incluyendo nueve goles a favor y uno en contra), sucumbió en cuartos de final ante una contundente Rusia.

Y hasta allí: llegó el Mundial de Suráfrica, con el “desconocido” Marwijk en el banquillo, y se quitaron las zapatillas de cristal. Ahora las botas están dando resultado: no hay un colectivo brillante, pero sí individualidades que pueden resolver un partido trabado, como el de ayer ante Uruguay: Robben, Sneijder, Kuyt y Van Persie. Mucho sacrificio, con poca belleza. 

“La eficacia ante todo”, parece ser el lema de este equipo que llegó a la tercera final en su historia.  El domingo, cuando busquen ganar, ante Alemania o España, el primer mundial en su trayectoria, se verá si tiene recompensa el estilo.

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