Clásico rojo rojito

Parafraseando el viejo dicho: "El fútbol es once contra once y al final siempre gana Caracas". No importa lo mal que venga, si el técnico es novato como Ceferino Bencomo, o si ya no tiene muchas de sus estrellas, el rojo impone su jerarquía y saca los triunfos cuando nadie lo espera.
En el Clásico contra el Táchira, el miércoles en la noche en el Olímpico, vencieron. Un partido de ida y vuelta, muy desordenado, con más ímpetu que ideas, en el que cualquiera de los equipos pudo haber ganado. César "Peluche" González, que debutó en un clásico marcandole un golazo de chilena a los auronegros, repitió su proeza: apenas entró, resolvió un centro de Gabo Cichero para matar a los de Carlitos Maldonado. Y ya.
Por el rojo destacó un movedizo Jesús Gómez, que clama a gritos por la selección, además de un Renny Vega que desvió, en los minutos finales un tiro libre soberbio de José Javier Villafraz.
Al Táchira no le valió nada el pundonor de Jorge Alberto Rojas o la velocidad de Solari. Para nada. Adoleció de la presencia de un juvenil de peso, al sacar a los dos que entraron (Cova por Velásquez, para sustituir a este último por Marlon Fernández) y Gerzon Chacón sufrió de lo lindo ante las internadas de Gómez y Cichero.
Los caraquistas son líderes del Clausura con 30 puntos, dos por encima del Zamora, a falta de cuatro partidos para el final del torneo. Si las cosas van como van, tendrán que dirimir al campeón absoluto de Venezuela con el Táchira.