"Hemos recibido muchos golpes en estos días. Tengo contrato hasta diciembre, pero la verdad, no sé si quiera seguir. Tengo ganas de irme. Buenas noches".
Así se despidió de la prensa Noel Sanvicente, luego del empate a cero entre su Caracas y la Universidad Católica de Chile, el miércoles en la noche. Una paridad que deja a los rojos con apenas un punto, en el sótano del grupo 8, por debajo de Flamengo, la Universidad de Chile y los cruzados.
En títulos ganados, Noel Sanvicente está a la cabeza de cualquier entrenador de Venezuela. Por encima de Richard Páez, de César Farías o Carlos Maldonado. En campeonatos criollos, está a la par de Walter "Cata" Roque y Orlando Fantoni, con cinco. Pero sumando otros torneos, además de actuaciones en copas Libertadores, Sanvicente es el rey en el país.
Este 2010 ha sido duro para el técnico de San Félix. Perdió a uno de sus principales soportes, el presidente del Caracas, Guillermo Valentiner. Esta semana su padre, José Melecio Sanvicente también falleció. Esto en lo personal, porque en lo profesional resultó imposible conseguir a un delantero que marcara goles, porque al Caracas le está pegando la edad de muchos referentes, porque las lesiones le han quitado fuerza al rojo, porque el grupo en el que está es más que duro. Caras sufre y Sanvicente ya no aguanta.
El estilo que implantó el equipo capitalino en la Libertadores 2010 es de dominio, dominio y más dominio, pero la concreción en las jugadas ha fallado. Por eso tiene dos derrotas y un empate, con apenas un gol a favor, anotado por Rafael Castellín, un veterano de mil batallas al que no pueden sentar, llegue el que llegue.
Al Caracas sólo le queda clasificar a la Libertadores 2011. Pensar en el torneo Clausura y luchar por un puesto futuro. Pero el horizonte se ve difícil si Sanvicente no está en la posición que le ha consolidado profesionalmente en los últimos 10 años.
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