La nueva etapa del Unión Atlético Maracaibo en segunda división, con nueva directiva y todo, no es fácil. Todos lo reconocieron: desde el nuevo presidente del equipo, Ricardo Bravo, hasta el técnico, Johannes Hernández, pasando por cada uno de los jugadores y seguidores del equipo.
Los bicolores vienen de perder, el pasado fin de semana, 2-0 con el Atlético Piar en el "Pachencho" Romero. Conviene hablar que el equipo regaló las mil y una oportunidades para marcar, pese a que jugaba contra diez del Piar.
Las voces agoreras y de desesperación comenzaron a escucharse, sobre todo por parte de algunos sectores de aficionados. No de los seguidores de siempre, de esos fanáticos que domingo a domingo le acompañan, sino de un pequeño grupo. Es el "apuro por ganar" que me contaba un viejo periodista de fútbol de la región.
Es cierto que la afición se gana con triunfos, y así lo logró el Bico después de años de éxitos, en los que el dinero era la última preocupación. Pero en estos momentos, lo importante para el equipo es sobrevivir, darle fogueo a los jugadores (la mayoría menores de 23 años) y cohesionar a un equipo que destrozó la anterior administración.
El ejemplo lo equivalgo a una conversación que tuve con Hugo Tocalli, publicada en PANORAMA el 20 de febrero de 2009. En ella, el ex asistente y seleccionador argentino, campeón del mundo con la sub 20 en el 2007, me indicaba: "Nosotros no hemos apostado nunca por ganar títulos con las selecciones. Siempre hemos apostado a buscar jugadores para la selección mayor, poder trabajarlos (...) Es suerte que casi siempre llegamos a las finales".
En primera instancia, ésta debe ser la mentalidad del nuevo Bico: formar jugadores. Es cierto que existen muchas falencias, y que es difícil sacar un "Dream Team" del actual plantel azulgrana, pero siempre hay un diamante que, si se pule, brillará más. Es tiempo de darle minutos a ese (o esos) jugador(es) y que demuestren que están para la primera división, cuando llegue el momento de subir.
Las victorias llegarán. No hay que desesperarse. Hay que tener paciencia, esa señora que no se apura, pero que tarde o temprano llega. Pero eso sí: hay que seguir trabajando.
Excelente título, lo dice todo. Hay que tener paciencia. Mas que este torneo lo estamos jugando de milagro.
ResponderEliminarAdemás ese grupo ni pretemporada tiene, muchos muchachos llegaron al profesional antes de tiempo y se le cortó esa formación que traían.
Poco a poco, paso a paso...
¡UAM LA MISMA PASIÓN CON OTRA CARA!
Una de las cosas que más me agradó de Ricardo Bravo es que él tiene los pies sobre la tierra: sí, hay que luchar por subir, pero si no se puede, no es fracaso. Al equipo le conviene subir a primera cuando tenga una verdadera base social, como es su interés cuando comiencen a vender acciones del club. Aunque nunca será un campeón sin afición, como el Deportivo Italia o el Real Esppor (pese a que el merengue no haya ganado nada todavía, pero está peleando los primeros puestos), el Unión tiene la posibilidad de, con paciencia, hacer las cosas no bien, sino muy bien.
ResponderEliminarVamos por buen camino!
Presiento que este equipo en un futuro hará cosas extraordinarias, porque en lo que se estan enfocado ahora es en la cantera y en la busqueda de nuevos talentos en la región.
ResponderEliminarEste fin de semana, como siempre, me voy pa'l pachencho, me voy pa' la barra SV & a apoyar al bico en las buenas y en las malas.
Mas nada! En un futuro nos vengaremos de nuestro eterno rival: el Caracas FC (Demonio HDP).
Creo que todos lo tenemos claro Humberto, subir este torneo nos traería un problema inmenso porque multiplicaría los costos, mas las deudas con ex jugadores del equipo.
ResponderEliminarHay que ir con calma, es preferible estabilizar mucho más la situacion economica, y despues si ir a pelear el torneo.
Ojalá y la gente responda y compre acciones.
Es lo que más me sorprendió de Bravo. No fue como otros directivos (caso Zulia FC), que a principios de la temporada hablaban de ganar Copa Venezuela y pasar a la Copa Suramericana. La nueva directiva va paso a paso, con los pies en la tierra. Esta temporada es para estabilizarse y, la próxima, es para despegar.
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