Fin de una era




La salida de Noel Sanvicente del Caracas FC cierra la etapa más exitosa de club venezolano alguno en la primera división y el ámbito internacional. Bajo el mandato del hombre de San Félix, el club rojo alcanzó la mitad de sus diez títulos y la cota más alta en la Copa Libertadores, los cuartos de final de 2009.
Sanvicente ayudó, de la mano del fallecido presidente Guillermo Valentiner, a avanzar en la conversión de equipo a club al Caracas, algo no logrado por ningún otro equipo en el país, salvo el Deportivo Táchira. Le dio personalidad, fortaleció las canteras, hizo debutar a jóvenes estrellas como Alejandro Guera y Ronald Vargas, puso su granito de arena en la explosión internacional de José Manuel Rey... En fin, hizo que el rojo sea lo que hoy es: el principal representante del balompié venezolano.
Su renuncia al Caracas no ha pasado desparecibida ni por debajo de la mesa: los principales diarios del país se han hecho eco de ella. Sin embargo, deja más inquietudes que certezas: se atribuye su decisión a la falta de buenos resultados en la Libertadores 2010, donde deja al equipo último del difícil grupo ocho, con un punto alcanzado de nueve posibles, un gol a favor y cuatro en contra. Ante Flamengo, la Universidad de Chile y la Católica de Chile, se vio a un equipo criollo jugando con un estilo ofensivo, dominante, pero la ausencia de definición les ha privado del triunfo. ¿Tiene culpa de esto Sanvicente o la administración, que no logró conseguir a un delantero que "garantizara" goles?
Entre las razones que daba Sanvicente también estaba la difícil semana que tuvo, no sólo en lo profesional, sino en lo personal. A la muerte de G. Valentiner, su principal valedor, se unió la de su padre, José M. Sanvicente. El empate contra los chilenos fue el punto de ebullición de un ser humano que estaba pasando por momentos muy difíciles: por lo tanto, la renuncia la colocó sin pensar en frío.
Hoy, lo que más le sorprende a "Chita" es que la nueva administración, encabezada por Phillip Valentiner, haya aceptado su dimisión con suma facilidad, sin ofrecer nada. Claro, no estaba obligado el nuevo presidente a ofrecerle mimos al guayanés, pero era una forma de retribuir el brillo que sacó durante casi nueve años.
Incluso, muchos periodistas quieren vincular a César Farías en la renuncia de Sanvicente al Caracas. El seleccionador venezolano estuvo en el empate a cero del miércoles, y después de la renuncia se pensó que el cargo vacante quedaría en manos del asistente de Farías en la vinotinto, Marcos Mathías. No creo que Farías sea el culpable de todo, ni que todos los males que ocurran en el planeta sean por causa del sucrense.
Ceferino Bencomo asumirá, por lo menos transitoriamente, el puesto de "Chita" en el Caracas. ¿Quién se quedará, al final, con el banquillo? ¿Podrá Caracas triunfar sin Sanvicente? ¿La decisión que tomó el guayanés, fue la mejor?

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