El final de una carrera



Retar a alguien a que le disparara seguro no fue la jugada más inteligente de Salvador Cabañas. Sea cual sea la causa del ataque que sufió (primero se pensó que era un lío de faldas, luego se ha determinado que fue un altercado con un presunto empresario / mafioso), la consecuencia es que, difícilmente, el robusto delantero paraguayo recupere su capacidad motora.
PANORAMA habló con un neurocirujano, el merideño Pablo Vasconez, del Hospital Universitario de Los Andes. En una entrevista que será publicada mañana en el diario, el galeno explicó que "los que sobeviven a un disparo en la cabeza quedan con secuelas neurológicas y déficit motor. Muy raras veces quedan integralmente con sus funciones cognoscitivas normales y con su función motora preservada".

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