Miguel Acosta padre. Foto cortesía Miguelángel Acosta |
“Fusil... ¡Fuuuusil! ¿Estás papa frita, viejo? ¡Quitáte la yuca del oído, pa’ que escuchés mejor!”, vociferó aquel gordito de acento sureño a Adelis Fusil, volante zuliano de Mineros de Guayana, en 1985.
“A Miguel Ángel le debo parte de todo mi amor por el fútbol. Tuvo un gran corazón y un gran impulso en las formas de hacer las cosas. Lo tuve como entrenador y como amigo”, recuerda, once años después, un Fusil presidente de la Asociación del Fútbol del Zulia.
Miguel Ángel Acosta nació en Montevideo, Uruguay, el 1º de septiembre de 1940. Volante de destrucción, de la misma raza de mediocampistas como Leandro Andrade y Obdulio Varela, que por las cosas del fútbol se vino a Venezuela y se radicó en Maracaibo a finales de los 60.
La capital del Zulia en ese entonces era una ciudad que apenas abría sus ojos al modernismo y que, a pesar de que el fútbol pisó el suelo zuliano a finales del siglo XIX, tenía su corazón con el béisbol.
Acosta se casó con la marabina Laida Coquiz y tuvo dos hijos, Yenna y Miguel Ángel. Treinta años de matrimonio coronaron las sienes de la felicidad del oriental.
“A mi papá le gustaba siempre manejarse por códigos éticos, —rememora Miguel Acosta, hijo— por principios. No era fácil de carácter, era muy temperamental. Pero a mi hermana y a mí nos enseñó valores, que había que cumplir con la palabra, ser leal, que nunca la fallara”.
Acosta, como buen uruguayo, gustaba mucho del asado y del mate. “Amaba también el vino”, evocó su hijo.
Continúa el hoy asesor técnico del Zulia FC, uno de los clubes que ayudó a instituir el viejo Miguel en la región: “De mi padre heredamos el temperamento. Los Acosta nos exponemos a las cosas que están chuecas. Les damos la vuelta para remediarlas. Era un hombre muy familiar, no le gustaba mucho salir de fiesta, sino que le gustaba estar en casa”.
Futbolero
Acosta, hijo, regresa en el tiempo y va de nuevo al “Pachencho” Romero, cuando su padre entrenaba al Petroleros.
“Me acuerdo que cuando él estaba realizando la charla con sus jugadores, yo me ponía a manejar el balón, a controlarlo, y le decía al viejo ‘mirá papá, mirá lo que estoy haciendo’...
Le rompía la charla técnica, hasta que llegaba el momento que me pegaba el grito, con el acento sureño: ‘¡Ché, no rompás las bolas!’. Y allí yo entendía que si seguía avisando me iba a meter mi buen regaño”, afirma.
El viejo charrúa venía de jugar en su país natal desde 1952 con las inferiores con Defensor.
En 1968 se unió a las filas del Zulia FC, como jugador y técnico, y luego comenzó su periplo que lo llevó a dirigir, hasta comienzos del año 2000, entre otros equipos, al Centro Gallego y al Inca, el Petroleros, Mineros, Táchira, Maracaibo FC, Unicol, Zulia...
Manuel Plasencia, entrenador del Deportivo Táchira, también tuvo el gusto de tratar a Acosta. “Le conocí como técnico en los años 70. Hablar con él era hablar de la historia del fútbol. Tomándonos un guayoyo, un cafecito, donde fuera, podías hablar toda una noche de balompié”, apunta Plasencia.
El estratega del Táchira comenta que el charrúa “tenía una gran calidad humana, con mucha paciencia futbolística. No se equivocaba sobre el futuro de ningún jugador. Por ejemplo, me lo dijo a mediados de los 80 con Laureano Jaimes, un volante central del Táchira y de la selección nacional de Venezuela. Miguel Ángel Acosta lo descubrió”.
Franklin Vílchez, Jorge “El Avión” Medina, Meider Chourio y los hermanos Grenddy y Greily Perozo también son otros de los “hijos” futbolísticos del charrúa.
El hoy presidente de la Asociación del Fútbol Zuliano, Fusil, da su testimonio acerca del oriental. “Era un hombre muy sentimental y dado al fútbol. Nunca podíamos cansarnos de hablar sobre fútbol”.
Éxitos
Los logros del uruguayo en el Zulia, después de su etapa en la división profesional, fueron en las categorías menores, según Fusil.
“En cuanto a sus proyectos, hubo uno que era el fútbol de escuela en todos los municipios. La intención es que cada municipio tenga una escuela con captación de talento. Yo estoy trabajando en ello gracias a Miguel, estoy sentado en el proyecto de Acosta”, apuntó el dirigente.
Los puntos clave de Acosta al momento de dirigir los recuerda Fusil. “Enseñaba el toque, que el jugador no tenía que explotar la pelota, sino practicar en el espacio reducido. Implementó mucho el pressing en materia defensiva, que el líbero no debía existir, sino trabajar la defensa en línea”, desgranó Fusil.
Junior Rodríguez, del Zulia FC, tuvo la oportunidad de conocerlo cuando estuvo en la selección sub-20 de Venezuela en 1998. “Era una persona muy tranquila y motivadora al mismo tiempo. Le hablaba mucho al jugador y le aconsejaba. Nos pedía siempre concentración. Se mantenía serio en su rol”, evocó Rodríguez.
De acuerdo con Miguel Acosta, hijo, la importancia de su viejo en el deporte zuliano fue mucha.
“Representó el crecimiento en el fútbol zuliano de los últimos diez años para acá. Le dio su vida. Antes, el fútbol no tenía tanto apoyo, la gente pensaba que era un deporte de vagos, de malandros. Y no se explotaron muchas de sus ideas. Se pudo haber avanzado más hace tiempo, más de lo que somos hoy”, hizo memoria Acosta, hijo.
“No hay metas, ni techos. Sólo objetivos”, fue su mensaje para la posteridad. Mucha de la actual preferencia por el fútbol en el Zulia es gracias a Acosta, que murió el 19 de abril de 2006. Su vida fue un balón.
En breve
Miguel Ángel Acosta Chávez nació en Montevideo el 1º de septiembre de 1940 y murió en Maracaibo el 19 de abril de 2006.
Jugó en Uruguay con Defensor, luego con el Riograndense, Floriano y Gremio en Brasil, Platense en Argentina, Cerro, Bella Vista y Rentista otra vez en la república oriental.
Fue técnico de Deportivo Táchira (1978-80), Petroleros del Zulia (1984), Mineros de Guayana (1985, ganó una Copa Venezuela), Maracaibo FC (segunda división, 1986), Pepeganga Margarita (1987-88, participó en Copa Libertadores), Atlético Zamora (1989-90), Maracaibo FC (1991-92), Deportivo Unicol (segunda y primera división, 1993-95), Zulia FC.
Como no acordame del profesor acosta tuve la dicha de jugar en su timon fue una bella persona y como tecnico juvue con el en maracaibo fc en la defensa y medio campo y con adelis fusil soy jose Toyo y hace muchos años pero unos recuerdo inolvidable
ResponderEliminarSoy del edo tachira. Con el profesor Miguel Angel fuimos campeones nacionales en en el torneo nacional de primera categoría en falcón. Muy querido en nuestro estado.
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