Horas oscuras se ciernen sobre Venezuela, que requieren tiempos de definición, tiempos de actuación, tiempos para un llamado presencial no sólo a los políticos sino a todos los venezolanos y los que convivimos en éste país, porque lo que está en juego es la literal existencia de nuestra querida Venezuela.
Deseo conectarme con la Venezuela Vinotinto, la irreverente, la que con valentía puede confrontar y reconstruir éste país convulso, que actualmente se sustenta en antivalores y que nos está sumergiendo en una crisis sin retorno.
Ya basta de asesinatos en las calles protestatarias, ya basta de luchas fratricidas, ya basta de ideologías catalizadoras de odios inexplicables, ya basta porque al final todos somos venezolanos. Este escenario laberíntico y caótico no se resolverá con choques frontales desproporcionados, ni con diálogos sesgados o retóricos estériles, sino a través de la expresión constitucional, directa y universal del pueblo en un REFERÉNDUM NACIONAL ELECCIONARIO con arbitraje imparcial, para decidir la continuidad o el cese de funciones del actual gobierno ejecutivo de Venezuela.
Queremos rescatar a nuestra Venezuela hermosa, a la Venezuela emergente con espíritu joven y visión de grandeza, a la Venezuela Vinotinto ejemplar para superar rivales comunes como la pobreza, el hambre, la ignorancia, la improductividad, la escasez, el individualismo sectorial, la inseguridad, la corrupción, la injusticia y la violencia.
Hago pública mi opinión para sumar a los intentos por detener ésta situación alarmante y desbocada, sin precedentes históricos y que nos está conduciendo a una guerra civil entre venezolanos y eso no lo podemos permitir.
Dios bendiga a Venezuela e ilumine a los venezolanos de alma vida y corazón para recuperar la identidad conductual de nuestro gentilicio.
Viva la Venezuela Vinotinto que nos unió a TODOS.
Richard Páez Monzón
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