Lionel Messi. Foto de Pep Morata. |
Lionel Messi mostró la misma calma en su mensaje que al momento de mostrar la camiseta al público de la capital española, el domingo tras anotar el gol de la victoria 3-2 en el Clásico contra el Real Madrid y llegar a los 500 tantos con el Barcelona.
Todavía queda mucho por disputar, pero el argentino continúa haciendo historia.
Con un doblete, Messi guió al triunfo a los catalanes, urgidos por alcanzar al Madrid en la cima. Ambos tienen 75 puntos, pero el conjunto merengue tiene un partido más por disputar ante el Celta de Vigo.
Casemiro encendió el marcador al 28, luego de un balón de Sergio Ramos al poste. Pero igualó Messi a pase de Iván Rakitic, en una jugada con 15 toques previos antes del gol, que recordó a los tiempos del Barcelona de Josep Guardiola. Corría el minuto 33.
El duelo tuvo todo: la lesión de Gareth Bale, un codazo de Marcelo a Messi que dejó al argentino sangrando por la boca y jugando con una gasa el resto del primer tiempo, la no expulsión de Casemiro luego de tener una amonestación y repartir patadas en el mediocampo y los paradones de Marc Ter Stegen y Keylor Navas, en un auténtico duelo de guantes.
El 2-1 llegó por intermedio de Rakitic. Navas resistió con hidalguía sacando casi todo lo que fue al arco, pero no pudo alcanzar el misilazo del croata, cruzado, de zurda, al 73.
Cuatro minutos más tarde, Madrid se quedó con diez jugadores por la expulsión de Sergio Ramos al barrer a Messi, que encabezaba un contragolpe.
Con diez, el Madrid no se rindió buscando el resultado. A la heroica, lanzado al ataque, el colombiano James Rodríguez empalmó un centro de Marcelo para el empate a dos, al 85. Una paridad que sabía a triunfo.
Hasta que llegó Messi.
Sergi Roberto se lanzó un slalom desde la defensa hasta el medio sector y se la dejó a André Gomes. El portugués pasó a Jordi Alba y centró a Messi para el zurdazo al 90+2.
El argentino festejó el triunfo y su gol 500 quitándose la camiseta y mostrándole el dorsal al público del Bernabéu. Era también su tanto 23 en la historia del Clásico, consolidado al frente.
Dueño y señor de la capital española.
“La grandeza de Leo no nos deja de sorprender”, dijo su compañero Andrés Iniesta. “Es un jugador muy especial”, afirmó el arquero Ter Stegen. “Espero que se retire dentro de muchos años”, lanzó Gerard Piqué.
Los tiros de Messi son de primera, ya sea un tiro lejano, un tiro libre o un penalti. Además, es muy adaptable, desde la perspectiva de la transformación de posición, básicamente ha jugado en cualquier parte de la zona de ataque. Es un genio, es un héroe del Barcelona. Creo que se merece más audiencia y aplausos.
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