Todo terminó en una pesadilla.
Rafael Esquivel preso en Suiza tras una redada anticorrupción, Noel Sanvicente sin encontrar la fórmula del triunfo en la selección y los jugadores enfrentados con la Federación Venezolana de Fútbol y con el timonel nacional. El 2015 fue un año para dejarlo bajo la tierra.
La Vinotinto, con la Copa América Chile entre ceja y ceja, abrió el año con dos amistosos ante la Honduras del colombiano Jorge Luis Pinto, ganando los dos partidos con futbolistas del medio local (3-2 y 2-1). En los dos siguientes amistosos, ya con los futbolistas internacionales, se cayó 2-1 ante Jamaica y se venció 1-0 a Perú.
De repente, se abrió la caja de los truenos: el 27 de mayo fueron arrestados ocho jerarcas de la Fifa en el marco del Congreso celebrado en Zúrich. Uno de ellos era Esquivel, presidente de la FVF. A todos se les acusó de corrupción, lavado de dinero y sobornos en territorio y bancos norteamericanos, lo que llevó a la fiscalía de ese país a pedir la detención y extradición de los mandatarios.
Laureano González, segundo de Esquivel, asumía el mando.
El triunfo 1-0 sobre Colombia con gol de Salomón Rondón auspiciaba una Copa América de leyenda, la continuación de la épica lograda en 2011 con César Farías al frente, cuando la escuadra criolla terminó en el tercer lugar. Por ahora, la prisión de Esquivel pasaba a un segundo plano. En lo deportivo, era la visión, no afectaría.
Pero las derrotas contra Perú 1-0 –luego de la expulsión de Fernando Amorebieta por roja directa tras agredir a un rival- y Brasil 2-1 devolvieron a la realidad a los venezolanos. Poco se pudo hacer. Y comenzaron a verse los primeros síntomas de la ausencia de Esquivel –jerarca omnipresente de la FVF desde 1987-: problemas en el transporte desde Chile. El Gobierno venezolano tuvo que interceder para lograr el retorno al país.
Las eliminatorias a Rusia 2018 serían el segundo reto. Una baja ahondaba la herida en el combinado nacional: Juan Arango renunciaba a la selección luego del amistoso contra Panamá, empatado a uno –el previo se perdió 3-0 con Honduras-, argumentando cansancio. Con 35 años, la zurda prodigiosa del maracayero dejaba huérfana a la selección.
Aunque oficialmente no se trató, periodísticamente se habló de diferencias entre Arango y el seleccionador Sanvicente. La posición y labores del capitán, la titularidad no garantizada, menos privilegios… Una despedida políticamente correcta evitó un mayor desangramiento. Lo peor estaba por venir.
“Es un momento bastante duro para mí. Después de 16 años, me toca tomar esta decisión de no seguir más con la selección. Mi momento pasó, pero yo siempre voy a estar aquí”, afirmó el camiseta 18 en la rueda de prensa, acompañado por sus compañeros y el cuerpo técnico.
Los criollos perdieron los cuatro primeros partidos del premundial con errores en el campo que hacían sospechar una falta de apoyo de los futbolistas al timonel nacional. Paraguay (1-0), Brasil (3-1), Bolivia (4-2) y Ecuador (3-1) generaron un terremoto en el país futbolístico. La rueda de prensa de Sanvicente tras la caída con los meridionales en el estadio Cachamay, de Puerto Ordaz, solo sirvió para echarle más sal a la herida. “Parezco el rey de los regalitos (…) todos los goles me los hacen con regalitos”, indicó el de San Félix en la conferencia, en la que no se permitió las preguntas de los periodistas.
La reacción del plantel terminó de ponerle el clavo al ataúd. Primero fue Amorebieta, firmando su renuncia a la selección por estar en contra de federativos y seleccionador. Luego 15 referentes del equipo, encabezados por el capitán Tomás Rincón, criticaron en un comunicado a los líderes de la FVF y a Sanvicente.
“Mientras la FVF sea comandada por los actuales directivos, nuestro sueño de ir a un Mundial se ve comprometido por la falta de capacidad que hasta hoy han mostrado en general. Nosotros los jugadores no estamos de acuerdo en que la actual directiva de la FVF continúe dirigiendo, ya que no es negociable la forma en la que nos han tratado y como se ha manehado el proyecto de ir al Mundial”, disparaban los futbolistas en la misiva.
González, que preside a la federación desde la prisión de Esquivel, los había acusado previamente de pedir la renuncia del técnico guayanés, lo que le dio forma a los rumores de desacuerdos entre el grupo y su guía.
“Me extraña la declaración del presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (…) Todos me conocen, a lo mejor es un error que yo no tenga redes sociales, siempre doy la cara. Dije que cuando me tocara, hablaría del tema. Sí defendí a mis jugadores, pero no puedo estar a cada rato tuiteando y subiendo una foto para demostrar que estoy peleando o defendiendo. Siempre confiaré en mis jugadores. No estoy de acuerdo de muchas cosas que se dicen. Son rumores. Le expliqué esto al presidente y me entendió. Siempre apoyaré a mis jugadores”, afirmó el estratega.
La permanencia de Sanvicente, que intentó restarle drama al escenario luego de ofrecer disculpas y pedir la reconciliación con los futbolistas, y la difícil situación económica de la selección –patrocinadores que no han pagado a tiempo a una Junta Directiva que genera más dudas que certezas- deja al equipo en el aire para 2016. El reinicio del premundial podría plantearse con un equipo alternativo, si los “caballos” no quieren permanecer en la escuadra patria, así como la Copa América Centenario 2016. La incógnita abre el año que aún no comienza.
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