Blatter acorralado

A Joseph Blatter solo lo detiene Joseph Blatter. Al menos esa ha sido la premisa durante los 17 años que lleva al frente de la Fifa. Pero este viernes las cosas podrían cambiar: en medio del escándalo de la detención de ocho altos mandos de la organización por corrupción, se someterá a votación su permanencia en el poder.

Los comicios en el ente rector del fútbol mundial tendrán, en una esquina, al suizo de 79 años.

Golpeado por las detenciones de figuras pertenecientes a su círculo, como el exvicepresidente de Conmebol, Eugenio Figueredo, y el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel; por la “insurrección” del mandatario de la Uefa, Michel Platini, que le solicitó la renuncia; y asediado por patrocinadores como adidas y Visa, que le piden explicaciones, Blatter tambalea, pero no cae. Está acorralado, pero resiste.

En la esquina opuesta, el príncipe Ali Bin Hussein. Tras las renuncias del exjugador Luis Figo y del holandés Michael Van Praag, quedó el jordano. De 39 años, fue presidente de la Federación Jordana de Fútbol a los 23, fundando un año más tarde la Federación de Asia Occidental. Es defensor de los derechos de la mujer en el mundo islámico, exigiendo a la Fifa limpieza y transparencia en sus intervenciones: también solicitó la publicación del informe García de acusaciones de corrupción en el otorgamiento de los mundiales de 2018 y 2022.

Platini y el astro argentino Diego Maradona apoyan al asiático contra Blatter.

Ayer, durante la inauguración del 65° Congreso de la Fifa, el suizo se sacudió el polvo caído a su alrededor en la jornada anterior: “Las acciones de individuos han avergonzado y humillado al fútbol y exigen acciones y cambio por parte de todos nosotros. No podemos permitir que la reputación del fútbol y de la Fifa sea arrastrada por el lodo durante más tiempo”.

Y, previendo que los nubarrones apenas son el anuncio de un diluvio universal, lanzó: “Los próximos meses no serán sencillos para la Fifa. Sé que vendrán más malas noticias. Pero es necesario comenzar a restaurar la confianza en nuestra organización”.

El miércoles en la mañana, antes del inicio del 65° Congreso de la Fifa, se detuvo al venezolano Esquivel, el uruguayo Figueredo, Jeffrey Webb (Islas Caimán), el costarricense Eduardo Li (depuesto ayer por la federación de su país), el brasileño José María Marín, el trinitense Jack Warner, el nicaragüense Julio Rocha y el caimanés Costas Takkas. Se pidió la extradición del expresidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz, pero permanece hospitalizado en su país.

Los primeros misiles del jueves los lanzó Platini. El francés, sin contemplaciones, le solicitó la renuncia al presidente de la Fifa. "Siento afecto por el señor Blatter, y él siempre dijo que era como un tío para mí. Pero esto es suficiente. Si yo no le puedo decir que es tiempo de ponerle fin a esto ¿Quién puede? Un amigo puede decirle la verdad a otro amigo”, disparó el antiguo volante de la Juventus italiana y la selección gala.

El suizo se reunió con los dirigentes de las confederaciones. Se levantó Platini: “Le dije, le pido que se vaya, la imagen de la Fifa es terrible. Él dijo que no podía irse así de pronto”.

Otro que salió a favor de Blatter fue el presidente ruso Vladimir Putin. Con el Mundial de Rusia 2018 en la picota, el líder puso en tela de juicio los intereses estadounidenses en la demanda.

“Es raro que la investigación sobre la Fifa comenzara a petición de las autoridades estadounidenses por delitos que no afectan a sus ciudadanos y no tuvieron lugar en Estados Unidos”, indicó Putin.

Para los comicios presidenciales, se prevé que la mayor parte de los países europeos voten por el príncipe jordano, así como los asiáticos; a favor de Blatter estarían los americanos y los de Oceanía. Pero todo puede cambiar este viernes.

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