Venezuela ganó y punto. Lejos de la propuesta inicial de Noel Sanvicente de presión alta y de asfixiar al rival, utilizada en los cuatro partidos anteriores –los celebrados en 2014 que se saldaron con tres derrotas en el campo y una en los escritorios-, la Vinotinto apeló a la velocidad de sus atacantes, en las individualidades, en el gol. Sin más.
La necesidad por encima de la idea. Fue pragmática la selección criolla –estrictamente conformada por futbolistas del medio local- en el triunfo 3-2 sobre Honduras, la noche del miércoles en San Pedro Sula, el primer amistoso del 2015 copamericano. Goles de Richard Blanco, Arquímedes Figuera y Edder Farías le dieron la victoria a los nacionales, que pasaron el examen.
“El partido fue intenso”, señaló el técnico Sanvicente, en la rueda de prensa posterior al duelo. “Creo que nosotros fuimos efectivos (...) Lo importante era ganar confianza, hacer más juego y en ese sentido estoy satisfecho de lo que vi”, agregó el guayanés.
Sanvicente utilizó un formato 4-5-1, con Blanco como única punta y con Jesús “Chuto” Lugo, Argenis Gómez y Rómulo Otero apoyándolo desde el mediocampo. Faltaron las conexiones, pero cuando las alcanzaron, los goles aparecieron.
El primero tras un control de Francisco Carabalí que se la dejó a Gómez. Éste se la puso entre líneas a Otero, que solo centró para que la empujara Blanco.
La segunda diana fue otra triangulación: de Otero a Gómez, entrando Figuera desde el medio de contención al frente. Solo la elevó ante la salida desesperada de Donis Escober.
Para cerrar, una “patriada” de Otero llevándose a tres defensores y centrando para la resolución genial de Farías, de tacón, para el 3-2.
Ante ellos, una Honduras que estrenaba técnico en la persona de Jorge Luis Pinto, que generó peligro pero concretando solo hasta el minuto 80, con Antony Lozano. Cerró Juan Montes, ambos aprovechando las desatenciones de la zaga venezolana.
“Es una pena que a pelota fija fallamos las marcas y nos anotan los goles, pero vimos un juego atractivo”, sentenció Sanvicente. El duelo de vuelta en la serie amistosa: el miércoles en el estadio Agustín Tovar, de Barinas.
La necesidad por encima de la idea. Fue pragmática la selección criolla –estrictamente conformada por futbolistas del medio local- en el triunfo 3-2 sobre Honduras, la noche del miércoles en San Pedro Sula, el primer amistoso del 2015 copamericano. Goles de Richard Blanco, Arquímedes Figuera y Edder Farías le dieron la victoria a los nacionales, que pasaron el examen.
“El partido fue intenso”, señaló el técnico Sanvicente, en la rueda de prensa posterior al duelo. “Creo que nosotros fuimos efectivos (...) Lo importante era ganar confianza, hacer más juego y en ese sentido estoy satisfecho de lo que vi”, agregó el guayanés.
Sanvicente utilizó un formato 4-5-1, con Blanco como única punta y con Jesús “Chuto” Lugo, Argenis Gómez y Rómulo Otero apoyándolo desde el mediocampo. Faltaron las conexiones, pero cuando las alcanzaron, los goles aparecieron.
El primero tras un control de Francisco Carabalí que se la dejó a Gómez. Éste se la puso entre líneas a Otero, que solo centró para que la empujara Blanco.
La segunda diana fue otra triangulación: de Otero a Gómez, entrando Figuera desde el medio de contención al frente. Solo la elevó ante la salida desesperada de Donis Escober.
Para cerrar, una “patriada” de Otero llevándose a tres defensores y centrando para la resolución genial de Farías, de tacón, para el 3-2.
Ante ellos, una Honduras que estrenaba técnico en la persona de Jorge Luis Pinto, que generó peligro pero concretando solo hasta el minuto 80, con Antony Lozano. Cerró Juan Montes, ambos aprovechando las desatenciones de la zaga venezolana.
“Es una pena que a pelota fija fallamos las marcas y nos anotan los goles, pero vimos un juego atractivo”, sentenció Sanvicente. El duelo de vuelta en la serie amistosa: el miércoles en el estadio Agustín Tovar, de Barinas.
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